lunes, 28 de diciembre de 2020

El Árbol

En el año de 2012 conocí Xocomantlan y fue mi primer paseo con los Caminantes del Maguey por la Simaroa.[1] A partir de entonces ir a la Simaroa fue algo que al menos una vez al año hacemos.[2] En uno de mis escritos aquí en el blog explico brevemente que es la Simaroa.[3] Pues bien, ahora quiero hacer un pequeño paréntesis con respecto al árbol de la primera fotografía.

 

Este árbol ya estaba en la Simaroa desde la primera vez que fui hace ocho años y como pueden ver en la foto no era uno tiernito recién plantado probablemente ya tenía más de cincuenta años. Como puede notarse en la foto 2 donde muestra sus anillos. En esa misma foto se puede ver el grosor de su tallo comparado con otros árboles a su lado.

 

Este domingo 27 de diciembre del 2020 fui nuevamente a la Simaroa y con tristeza noté que el árbol había sido derribado por la mano progresiva del humano. Nunca se me ocurrió que esto pudiera suceder dada las condiciones del árbol. Definitivamente no era maderable, principalmente porque estaba ahuecado; pero vivo, porque estaba vivo cuando lo cortaron. El ahuecado tenía al menos desde ocho años o más, ya que la vida en estos árboles está en las capas exteriores y no en el centro. Sin embargo, la planta servía a diferentes especies de otra vida como hábitat.

 

Foto 2

 

Y su majestuosidad daba magnanimidad al bosque. Gustaba mirarlo se hacía notar lo que demuestra su presencia. De ahí que yo lo haya documentado. Sus raíces contenían el suelo al igual que su follaje; y la constante muda de hojas permitían mantener la humedad del suelo y la frescura del lugar. Podría escribir un libro de todos los beneficios que aporta un árbol vivo a diferencia del poco beneficio de los restos de un árbol en estas condiciones después de talado.

 

La Simaroa se está convirtiendo en un atractivo de paseo y esto conlleva a diferentes apreciaciones en cuanto al uso del bosque y sobretodo su aspecto. Al igual que la ropa: no es lo mismo un traje para ir a una fiesta, que uno que se utilizará para el rudo trabajo de un hombre del campo. De ahí que también nos dimos cuenta como grandes extensiones del bosque ya fueron arrasadas, parejo, árboles grandes y chicos. Una loma quedó como la cabeza de un calvo desde donde los piojos ahora podrán admirar el paisajes pero no tendrán pelos de donde cogerse; igual la lluvia comenzará su labor de erosión sin nada que lo evite. No es necesario que yo redunde en los intereses monetarios de la gente y como ese interés destruye el planeta, las redes ya están llenas de denuncias de la destrucción y recomendaciones para evitarlo; pero solo eso, ninguna acción que evite seguir destruyendo por ese fin. Así pues que aquí queda el testimonio de este ser vivo que no la logró en el año de la pandemia, él no murió por Covid_19; el virus que lo mató, va por todos los seres vivos del planeta.

 

[1] https://g0lg0ri0.blogspot.com/2012/08/camino-xocomanatlan.html
[2] https://g0lg0ri0.blogspot.com/2013/07/domingo-en-la-cimarroa.html

[3] https://g0lg0ri0.blogspot.com/2015/05/la-simaroa-un-espacio-vital.html