viernes, 29 de abril de 2022

EJECUTADOS EN LA CINCA.

 



Los sucesos que narraré sucedieron hace tres semanas en el predio de la Cinca, en uno de los lotes baldíos que aún existen en ese lugar. Espacios que se encuentran poblados de matorrales y arbustos, de esos que aquí en Chilpancingo prosperan en los terrenos de sus alrededores y aquellos inhabitados; sobre todo en la temporada de lluvias, que después de terminadas quedan secos y muertos los vegetales en esos lugares.


Con todas las precauciones que el instinto de madre puede proporcionar, ellos, se escondían en el espacio que su progenitora había preparado para su resguardo y seguridad. No sospechaban; si lo hacían, no parecía que les preocupara que la fatalidad estuviera próxima a su guarida. Esa fue la sensación que tuve al descubrir accidentalmente el lugar.


Ese día los descubrí cuando pasaba cerca del sitio y oí unos pequeños y suaves chillidos, que hicieron que cambiara mi rumbo, dirigiéndome hacia el área de donde provenían los ruidos. Mi sorpresa fue ver que en ese lugar tan abandonado se encontraban expuestos, los ocho, al parecer tantos eran, ya que realmente no los conté. Estaban despreocupados, solamente esperando a la madre para que les diera de comer, siendo esa la causa de sus aullidos. A pocos metros de ahí, la que a mi juicio era la madre, se movía nerviosa; quizás por mi presencia, rumbo al lugar indicado.


Quien podría imaginar que en un lugar así pudieran sobrevivir, sobre todo con un aspecto tan sano, estos pequeños. Queda aquí esa reflexión de que “la vida siempre encuentra el camino”. Así fue que ese día, maravillado por el suceso, concluí mis actividades.


A la semana siguiente no me pude contener, como siempre acudo a ese lugar, a efectuar el deporte que practico, de dirigirme antes a admirar la existencia de esos seres pequeños. Para mi satisfacción, seguían en el mismo lugar, pero ahora más desarrollados y de mejor aspecto. Esta vez mi emoción no se pudo contener y compartí el hallazgo con mi amigo Jorge, quien asombrado acudió al lugar para verificar mi descubrimiento. Le sugerí la adopción de uno de los jóvenes. Proponiéndolo que esperara unas semanas para que los pequeños no sufriera las consecuencias de la crianza. No me di cuenta en ese momento, pero después vi que no solamente había decidido adoptar a uno; sino que lo hizo con dos.


Pasaron los días de la semana, lentamente, hasta el siguiente sábado. Como cada semana acostumbró me dirigí al mismo lugar. Ya había arribado Jorge; quien al ver que me dirigía emocionado al lugar, para ver el desarrollo de los jóvenes, me advirtió: que los restantes, o sea aquellos pequeños que no fueron adoptados, habían muerto. Yo quede estupefacto ya que planeaba en este momento adoptar a otro de esos seres indefensos. Mi intención quedó frustrada por la fatalidad, aún no convencido ni mucho menos a gusto con la noticia, decidí ir a cerciorarme. Mi tristeza fue mayor al oler la fétida advertencia de la muerte. Aún así, soportando el tufo, llegué hasta el lugar. Y sí, ¡ahí estaban cuatro! Esponjados por la putrefacción pero aún en ese estado se notaba lo bien que habían seguido desarrollándose a pesar de su precario refugio. No podría acepta que su muerte fuera una consecuencia del lugar, más bien a mí me pareció que había sido un crimen. Noté que la madre nerviosa llegaba venteando el olor que su instinto le indicaba lo que yo ya había patentizado con mi vista, ¡cuatro cadáveres!, nada extraño aquí en Chilpancingo que todos los días amanecen ejecutadas personas, sólo que en este caso no estaba la tradicional cartulina con el mensaje del justiciero. ¿Cómo puede ser posible que ahora hasta los cachorros de perros sean víctimas de la violencia de las mafias y del ejército?

¿Como sabremos que fue lo que ocurrió?; cuando aquí, en estos casos, se da por hecho que son ejecuciones por ajuste de cuentas. Nunca se investigan las causas para localizar a los culpables y castigarlos para evitar que siga sucediendo.

¿A quien podrá interesarle la razón o motivo o causa por la que murieron los cachorros? ¿Acaso ya los perros están inmiscuidos en las drogas y estos cachorros fueron víctimas de una ejecución? ¿A que cártel pertenecían y cual es el que ahora dominará esta zona?, ¿acabarán con todos los perros que se encuentren en ese negocio, incluyendo a sus crías, ya ni a estas perdonan? Se lo dejamos a su reflexión. A mí el asunto de saber el cómo o el por qué murieron no me consuela. Sólo sé que los cachorros pudieron haber tenido una buena vida como la tendrán los dos que mi amigo Jorge adoptó. No daré más datos para no otorgar pistas a los sicarios que quieran llegar a los dos cachorros que se salvaron; una vez que lograron evadir a los matones de sus hermanos.



Enero del 2011.

Edgar Pavía Miller.

jueves, 28 de abril de 2022

MAL.

 

¡Hijo! Llévame al hospital.

¿Que te pasa?, ¿que te sucede?, ¿te sientes mal?

Muy mal, quiero zurrar y no me sale, ya hasta me siento débil de tanto pujar. Tengo un tapón que no me permite ni sentarme; como si tuviera un palo metido.

Bien, permíteme traer el auto para acompañarte.

Me voy contigo.

Bueno vamos.

Los dos se encaminaron rumbo al auto que estaba solamente a unas cuadras del departamento donde vive Salma.

Salma es una viejita de 86 años madre de cinco: muy sana; según el último médico que la auscultó; de altura media y complexión delgada, con un poco de gordura acumulada por la edad, pero de apariencia correosa y fuerte; con mirada profunda y retadora pero que en su entrecejo deja ver el temor que le tiene a la muerte; autosuficiente; con glaucoma, pero aún ve bastante bien; un poco sorda, pero con sus aparatos oye a la perfección, mañosamente, sólo lo que quiere; aprovechándose de su deficiencia; camina erguida, aunque por la edad ligeramente encorvada del cuello, pero con pasos firmes y seguros.

Bajaron con prontitud los escalones del departamento que se encontraba en la planta alta, de un edificio del centro de la ciudad. Una ligera lluvia, brevemente, hizo dudar a Salma de seguir su propósito, el cual mantuvo al ver la mirada de su hijo Édel, quien con seriedad le dijo, al ver que Salma dudaba:

bueno, pues, ¿te sientes mal o no?.

A lo que contestó:

¡sí! pero no quiero que me de una pulmonía.

Espera te traeré el paraguas para que no te mojes.

Regresó Édel hacia dentro por el paraguas y continuaron rumbo al auto.

Una vez en el auto se inició la marcha para ir a uno de los mejores hospitales de la ciudad. Cuando Salma lo supo, volvió a dudar diciendo:

pero Édel, ¿no nos irán a cobrar mucho?.

Ya sabes que los médicos siempre se mandan, pero tú eres la que te sientes mal, no yo, así es que decídete de una buena ves, ¿vamos o nos regresamos?

¡No!, vamos, no vez que ni sentarme puedo, vengo sufriendo ahorita mismo aquí encogida porque ni siquiera consigo apoyarme en mi trasero.

Édel es el segundo de los hijos. Es un individuo de 59 años que está al pendiente de su madre desde que su padre murió; no tan al pendiente, porque realmente ella vive sola, pero Édel tiene su negocio en el mismo edificio donde vive Salma. Se la lleva a comer a su casa y meriendan en la de ella. Édel tiene un carácter difícil; según las personas con las que trata, sobre todo, con aquellas que no lo conocen; porque no se sabe si está molesto o jugando con las palabras. Su gesto es semejante al de Salma pero en un hombre se nota más severo, por lo que muchos piensan que está enojado; lo esté o no. El sabe esto y se aprovecha para sacar ventaja cuando la ocasión lo amerita.


Salma y Édel siguen su marcha rumbo al hospital. Ya en la zona de hospitales sufren un rato para conseguir lugar donde estacionarse, no existen estacionamientos, ¡ahí! grita Salma al ver un auto que sale del espacio, Édel se empareja y luego se estaciona.

Bajan del auto los dos: Édel acude al lado de la madre y le ayuda a caminar al hospital, Salma empieza a dudar nuevamente pero su molestia la obliga a callar; entran dirigiéndose al área de consultas.

Gastroenterólogo Francisco Del Colón Torcido”. Es lo que dice el letrero que está al lado de la puerta que se encuentra junto a un escritorio; donde una bella niña como de 18 años nos interpela:

¿vienen con el gastroenterólogo?

¡no! Vengo con mi mamá, que desea la atienda el gastroenterólogo porque se siente mal.

¡muy mal!, agrega Salma.

pasen, tienen suerte, el doctor no tiene ningún paciente en este momento.

¿cuanto cuesta la consulta?, interrumpe Salma.

Ochocientos pesos— contesta la chica —es especialista— afirma.

¡con razón no tienen pacientes! —Le Dice Salma, entre dientes, a Édel. —En todo el mes no he vendido eso en el Anticuario.


Caminan hacia la puerta, la cual abre la muchacha. Del otro lado: un pequeño cuarto con la pared al frente llena de cuadros con diplomas, al lado izquierdo una mesa de auscultación, una báscula, un librero y un botiquín; también algunos adornos alusivos a la profesión, en la pared de la puerta una gran foto de un metro de largo de la generación del médico, en el escritorio al lado derecho de la puerta una laptop, la manzanita mordida en la tapa, encendida. Viendo la pantalla el médico, al parecer, observa cuidadosamente un ultrasonido, que se refleja en la vitrina detrás del escritorio, probablemente de alguno de sus pacientes.

Buenas tardes— dice, preguntando después — ¿quien es el enfermo?

Señala Édel a su madre y se sienta en una de las sillas que se encuentran en la pared frente al escritorio. El médico le señala la mesa de auscultación a la madre, pidiéndole que se siente en ella. Procede a tomarle la presión, mientras salma le dice:

Yo siempre tengo la presión normal, no creo que sea necesario checármela.

El doctor como que no oye sigue con su rutina, le mete un termómetro en la boca para evitar que siga hablando, pienso yo, o probablemente para confirmar la temperatura del cuerpo:

Bien… como de niña — dice, el médico, después de ver la presión a la vez que coge el termómetro y nuevamente habla:

Nada, la temperatura normal. — Se lleva un extremo de su estetoscopio a los oídos y con el otro empieza a hurgar en la espalda de Salma. Mientras, ella, vuelve hablar, ahora para decir:

Bueno doctor que me busca, ni siquiera le he dicho para qué vine.

Bien, dígame mientras la ausculto.

Mire, yo vine aquí porque no puedo cagar, además usted me sentó y me está doliendo mi trasero por toda la mierda que ya se me apretujo en el fondillo, vine para que me cure eso.

El médico termina con el estetoscopio y le dice:

Acuéstese para que esté más cómoda, voy a revisarla del abdomen.

Salma se acuesta, al momento le sale un pedo cuando el doctor empieza a moverle la panza de un lado a otro, luego poniendo la mano sobre el abdomen dándole golpecitos con la otra, Salma vuelve hablar, mire doctor si hubiera querido una sobada me habría ido con la bruja de Zumpango que lo hace mejor que usted y por cien pesos, usted nada más me está sacando los pedos. Cálmese la estaba revisando para evaluar su estado general. Ya acabé, la vamos a internar para operarla, tiene usted un problema muy delicado y sólo una intervención quirúrgica de emergencia la salva, de no hacerla… amanecerá muerta. Le voy hablar a los enfermeros para que vengan a prepararla para la cirugía, relájese y recuerde que no podría estar en mejores manos.

Tómese estas pastillitas mientras vienen por usted y yo me aseó para intervenirla. Afuera del consultorio está un garrafón con agua para que se tome las pastillas, salgan, nos vemos después.

Édel preocupado, interroga al doctor, ¿pero qué tiene? ¿por qué la rapidez? ¿qué no son necesarios los análisis?

Tranquilice a su mamita, usted no pregunte, su madre está en muy buenas manos ya le dije, los análisis aquí mismo se los harán. Vaya a la recepción para que la registren y firme usted unos documentos necesarios para que podamos intervenirla, ¡apúrele! recuerde que esto es de urgencia, cada minuto que pase sin operar es un minuto menos en la vida de su madre y un paso hacia la muerte.

Blanco de preocupación, nervioso, sin poder hacer gran cosa; además, desconfiando de la celeridad del médico para intervenir a su madre se aproxima a ella para comentar el asunto. Cuando llega a su lado, ella le dice: ¡que buen médico he! nomás me dijo que me iba a operar y que se me revuelve el estomago, ya me estoy cagando, búscame el baño porque sino voy a embarrar todo el hospital; y quien sabe cuanto nos quieran cobrar por limpiarlo. Édel le señala el acceso al escusado a unos pasos rumbo a la recepción, Salma se dirige casi corriendo al escusado del hospital, ya mero le gana, todavía se tuvo que entretener porque le cobran al entrar, ya acomodada hace una cagada de antología, sale del baño y se dirige a Édel preguntándole si ya pagó la consulta, él le contesta afirmativamente y ambos salen del hospital con una sonrisa de oreja a oreja, todavía en el último escalón Salma se hecha un pedo prolongado y sonoro.

miércoles, 27 de abril de 2022

UNO DE MIEDO.

 

Salí temprano; más temprano que lo acostumbrado. Con dirección a mi negocio. No eran tiempos de bonanza por lo que me dirigí a él un poco desganado. Llegué y abrí la puerta del edificio. Dirigiéndome posteriormente a la entrada interior, una vez ahí encendí las luces y procedí a quitar los candados de los pasadores. A continuación levanté la cortina de la entrada principal y después las de las vitrinas de exhibición. Inmediatamente seguí con el resto de la rutina que no tiene caso explicar aunque podría para fastidiarles pero no tengo esa intención más bien quiero continuar con lo que seguro sé sí puede interesales a ustedes.

Sentado en mi escritorio, mientras corregía mi primer libro llegaron algunos clientes a quienes atendí. Cuando los últimos se retiraban mi madre desesperada me gritó desde la puerta interior (quiero aclarar que mi negocio tiene frente a la calle una entrada y por la parte de atrás otra que da al área general del edificio; ésta es a la que le llamo puerta interior) a donde acudí para ver que se le ofrecía. Ella me dijo, preocupada y llorosa, que mi padre se había caído en la azotea y que al parecer era muy fuerte el golpe; ya que incluso lo hizo vomitar y desmayar. En el momento en que mi madre me lo decía, uno de los agentes de venta que acuden por rutina al negocio llegaba por la puerta principal, por lo que yo le dije a mi madre que en un momento subiría ayudarla. Actué así, pensando que mi madre exageraba, realmente no pensé que hubiera sido grave la caída ya que mi padre se había caído varias veces en los últimos años, sin embargo debo confesar que si me quede preocupado al grado de que se me notaba, tiempo después el vendedor me lo hizo saber.

Fui hacia donde se encontraba el agente iniciando nuestra rutina de compraventa. Mientras atendía a un cliente, que interrumpió nuestra junta, el agente se sentó en uno de los sillones que se encuentran en el área de venta. Desde ahí, tranquilo, observaba lo que yo hacía. Al retirarse el cliente. Paco, que es como se llama el agente, viéndome con misterio me dijo, al tiempo que levantaba un muñeco que se encontraba bajo el mostrador, que me habían hecho un embrujo; enseñándome el fetiche. Era un muñeco vestido de blanco, con ropa parecida a la de un enfermero, probablemente a un médico, con pelo pintado sobre su cabeza liza, donde parecía había perdido, por el uso que ya había recibido como juguete, el pelo que tuvo incrustado cuando nuevo. También, como parecía más muñeca que muñeco, la persona que lo abandonó, le habían dibujado, con bolígrafo, genitales masculinos. Lo tomé y acomodándole sus piernas articulares lo senté sobre el mostrador y me sonreí incrédulamente.

Nunca me ha espantado la brujería, no creo en ella. Continuamos paco y yo con la reunión comercial. Llegó mi hijo para asistirme, como lo acostumbra todos los días, justamente cuando el agente se retiraba. Éste último al salir del negocio me dijo que tuviera cuidado con las brujerías que no las tomara a la ligera, fue cuando le dije: pues a lo mejor debo hacerlo, mi madre me acaba de notificar que mi padre se cayó. El agente se puso pálido sin embargo con el gesto preocupado, me interrogó al respecto. Fue ahí donde me hizo saber que me veía preocupado y que el pensó que era por el muñeco. Se retiró y no lo vi sino que hasta el siguiente mes.

Subí a ver a mi padre y resultó que realmente su caída había sido grave ya que dos semanas después se confirmó que tenía una rotura de la cabeza del fémur que sólo sanaría con cirugía: incrustándole en su lugar una prótesis. Operación, que a la edad de mi padre o sea a los ochenta y seis años y para un individuo que ya sufrió tres infartos, puede ser muy complicada.

El muñeco estuvo sobre el mostrador mucho tiempo, mi padre fue operado salió con éxito de la operación, hasta un día en que mi esposa me preguntó que era lo que pensaba hacer con el muñeco, le dije, en tono de burla, sin conocimiento de causa, sólo fanfarroneando: “Para una brujería otra”, diciéndole también que si dejaba el muñeco sobre el mostrador la brujería se le revertiría al embrujador, si llegaba éste a entrar al negoció y veía que no me ocasionaba temor su embrujó. Mi esposa se rió y dijo: mejor le quito la ropa para lavarla; intenta quitarle las manchas de bolígrafo que tiene, para luego venderlo en “El Vejestorio”1. No pude quitar los genitales pintados; al menos no con alcohol ni aceite ni mucho menos con agua y jabón. Bueno ese día que se lavó la ropa y se limpio el muñeco. Mi padre murió, la causa realmente no se supo, no fue la fractura ya que de eso terminó curado con la cirugía y como no se hizo autopsia aceptamos la sugerencia de los médicos que fue por la edad, más bien los nervios que lo fueron debilitando hasta su muerte, nunca se supo a ciencia cierta el de porque los nervios.

Durante la convalecencia de mi padre yo escribí una narración a la que le puse como nombre “El Gato”; el nombre resultó debido a que según mí padre fue un gato la causa por la cual se cayó y fracturó.

Pues, continuando con la historia del misterio debo decir que a un día antes de cumplirse el mes desde la muerte de mi padre, alguien dejo un cachorro de gato dentro de una bolsa de Sam´s2, tirada en el arroyo de autos justo frente a mi negocio, durante el día escuché los maullidos sin determinar cual era el lugar preciso, fue hasta la hora de la comida que me di cuenta donde se encontraba, como no podía en ese momento levantarlo; lo que hice, fue tratar de ponerlo a salvo en la banqueta rejuntándolo a la pared del negocio.

Me pareció milagroso el que ningún auto lo hubiese atropellado, ya que incluso algunos autos se habían movido: entrando y saliendo de donde la bolsa se encontraba.

Así es que me fui a comer.

Al regresar noté que la bolsa seguía en donde la dejé sólo que no por mucho tiempo ya que unos escolares que venían, al ver la bolsa la patearon, resultando la protesta inmediata del gato y posteriormente de uno de los escolares, que seguidamente al ver que su compañero repetiría la acción le dijo: —no mames güey no ves que es un gatito. Ya no lo patearon, el joven que advirtió lo alzó dejándolo, después, junto a la pared de mi negocio. Entré, abrí y posteriormente me dirigí a donde se encontraba la bolsa para revisar el contenido; convenciéndome, con asombro, que era sólo un pequeño cachorro de gato asustado, muy joven; eso sí, a pesar de su terrible día, no tenía ningún daño físico, aparente; así es que opté por recogerlo momentáneamente con el afán de conseguirle una familia adoptiva.

Lo hidraté, le di alimentación energética, lo desparasité; por dentro y por fuera, y lo coloqué en una caja de cartón bien ventilada con un letrero que decía: busco familia que quiera un lindo gatito.

A pesar de la mala suerte de ese día, mejoró al siguiente, ya que sin ofrecerlo se lo llevaron. Digo que sin ofrecerlo, porque de quien hablaré no se percató de la caja ni del letrero. Llegó esa persona pidiendo veneno para ratones, comentando que en su pueblo los gatos eran escasos y quienes tenían los vendían. Se le ofreció, sin costo, el gatito; para ser llevado al campo como valioso animal de trabajo. Feliz él y su nuevo dueño partieron a la provincia.

Un mes después; el 30 de octubre, ya que había cerrado para ir a comer, alguien toca la puerta. Resultó ser mi amigo Joel Cortes, compungido porque su gatito siamés, que había sido golpeado por uno más grande, estaba agonizando. Advertido de que era inútil tratar de curarlo, me pidió que se quedara para evitar que su hijo presenciara la muerte del minino. Acepté y traté dentro de lo posible por curarlo. Cerca de las 21 hrs., el gato, al parecer mejoró incluso despertó del efecto del tranquilizante y me buscó lo alcé, acababa de llegar mi amigo Federico el veterinario a quien se lo mostré; lo estuvo acariciando, también lo auscultó con buen pronóstico, diciendo que no se veía tan grave, así que muy animado lo dejé en su caja donde ronroneando se durmió. Al día siguiente me encontré con la triste noticia de que estaba: duro, tieso, rígido, estirado, muerto.

Para el día 30 de noviembre por ahí de las 19 hrs. Una señora entra al negoció, ¡ya sé que adivinaron! Con un gato moribundo, mi temple se deshizo; en mi negocio es raro que lleven gatos enfermos es más común que vaya gente, molesta, pidiendo algo para matarlos3 y salen más molestas por que no les vendemos lo que buscan. Pero he a aquí otro gato y exactamente a treinta días ¡que pasa!, pues no tuve otra opción que pedirle a la señora que lo llevara con un médico, disculpándome que yo no era veterinario.

Después recapacitando me di cuenta que después de la muerte de mi padre: a la semana se murió un estimado amigo y compañero de juego, Juan Álvarez, al mes murieron los padres de otros dos buenos amigos: de Marco Manzanares y de Luís Manuel Parra, esa misma semana murió mi amigo Alonso, padre también, de mi amigo Carlos, luego muere repentinamente la esposa de mi amigo Alfonso ¿?. Pero eso no es todo hace una semana la perra mascota y cuidadora de la casa de mi hermana empezó a ponerse débil y triste terminó muriendo sin que ningún tratamiento médico la salvara sólo tenía diez años, son muchos para un perro, pero de estar visiblemente sana: en una semana murió, este caso no esperó los treinta días sólo quince ¿tendrá algo especial?

El colmo del maleficio llegó al año de la aparición de la muñeca fue cuando un pariente del agente de ventas, aquel que encontró la muñeca, me avisó que había fallecido de una extraña enfermedad que empezó hace precisamente un año y que al final terminó matándolo. El agente que encontró la muñeca pintada como hombre y vestida de médico, era un individuo sano de no más de cuarenta años.

Yo entiendo que todos los días muere gente y animales. Pero esta distribución espacial tan a modo parece dejar de estar siendo aleatoria; situación que me dejó pensando en la muñeca que dejaron en mi negocio. Sobre todo ahora que se aproxima el siguiente año. ¿La dejaron o llegó? La muerte, en género, es femenina, o sea, una muñeca fatídica, terriblemente funesta.

Ya estamos a un año más desde la aparición del muñeco(a); y ¿qué sucede?, mi hermana se cayó y tuvo una fractura como la que le sucedió a mi padre. Además también la tiró un gato, bueno no precisamente, pero así les dicen aquí a los ayudantes de los funcionarios. Aunque mi hermana dice que fue un desliz y el ayudante no es un gato más bien podría ser muñeco que sólo intento evitar la caída.

¿Empiezo a creer en la brujería? ¡No supercherías! Lo sucedido más bien son casualidades acomodadas a modo. Tal vez tengo necesidad de algo divino que consuele mi alma; creer que existe algo más allá de la muerte, soy humano y como tal dicen que el creer es parte de nuestra genética. Quizás. Pero más bien yo sólo creó que son casualidades. Nos estaremos viendo… ¡esperen un momento! creo escuchar un maullido en mi patio, aquí termino voy a ver que sucede.

Pero no puede ser, ahora es el mismo mes en que mi padre murió hace dos años, ¿y que sucede? sin síntomas especiales, Almita, nuestra querida amiga, casi hermana, sufre una enfermedad que requiere una operación donde le extirpan una camada de tumores del útero con un peso semejante al de un gato. ¿Quien tendrá ese muñeco y cual será el conjuro para neutralizar el hechizo?

Al parecer esto todavía no tiene fin, un cachorro de gato, negro para aumentar el misterio, se mudó a mi patio, era el que maullaba, ya lleva tres meses y sigue estando muy en su casa ni la presencia del perro lo anima a retirarse, al parecer el perro no lo ve, posiblemente por el color o quizás porque mi perro está viejo y probablemente tenga cataratas, sólo lo ventea y lo oye. Ya les contaré en otra ocasión lo que sucedió con este gato. ¿Más fatalismo?, quizás éste será el conjunto de todas las almas que vienen a esperar mi deceso. No me queda otra que esperar a que el gato viva muchos años por vida, y que de verdad tengan siete vidas.

2009.

1 El vejestorio es el negocio de mi padre.

2 Indico la marca para que el lector considere la calidad moral de algunos de los clientes de estas tiendas.

3 En mi negoció vendemos plaguicidas urbanos. Alguna gente considera plaga a los gatos sin embargo nosotros no y por lo mismo no les vendemos, molestos, nada que pueda servirles para matarlos.

lunes, 4 de abril de 2022

EL SAQUEADOR DE TEXTOS.

 

Cogí el libro que en turno estaba leyendo, me senté en la sala, después de encender la luz de la lámpara me puse a leerlo, iba en la pagina noventa y cinco, en un capitulo de acción, el cual fui leyendo fluidamente y con saciedad, justo cerca del final, en la pagina donde se concluía la trama: ¡blanca!, limpiecita, sin una letra, ni siquiera el número continuo.

No era la primera vez que me sucedía, este año, los últimos ocho libros que había leído, habían tenido el mismo defecto: ¿será un defecto o sucede algo más?, ¿qué pasa, alguien se está robando los textos de los libros?

Salí de la casa, con el pretexto de comprar algunos víveres, dirigiéndome al centro comercial más cercano de la casa, rumbo ahí fui meditando con respecto a lo del libro y me dije: — voy aprovechar en la tienda, e iré para ver algunos libros, a ver si de casualidad también tienen el mismo problema. Llegué al centro comercial, y después de comprar los víveres que necesitaba, me fui para la sección de libros e inicié a hojear algunos, estando haciendo eso, me di cuenta que un individuo vestido como ranchero, de bigotes tipo Emiliano Zapata1, botas tejanas, pantalón vaquero, cinturón grueso; a la cintura, con hebilla campirana, abría los libros, y cuando las hojas pasaban rápidamente de un lado a otro debido a la acción ejercida por sus dedos, él, con su boca, poniendo sus labios como si fuera a chiflar, en un instante succionaba, al terminar, dejaba el libro en su lugar y buscaba otro repitiendo la acción. Ya, metido en mi fantasía del robo, me pregunté: — ¿será éste, el que borra las páginas?


Discretamente, cuidando que él no lo notara, me dirigí hacia uno de los libros mencionados; o sea, a los que él aplicó sus procedimiento, lo cogí, era uno de García Márquez, “Vivir Para Contarla”, lo fui hojeando, pausadamente como analizando el texto, ¡comprobado! Pagina ciento cinco, blanca, analicé el escrito previo, decía: “pero cuando pasamos al balón de reglamento sufrí un golpe en el estómago”, ¡ajá!, ¿y luego que paso? Nunca lo sabrán los que lean este libro. Justo donde empieza lo interesante, la página en blanco. Me dije: —hay que hacer algo, no podemos dejar que esto siga.

Decidí denunciarlo: — ¿pero a donde? ¿Aquí en la gerencia de la tienda?, ¡no!, yo no he comprado libros aquí, últimamente, será mejor ir al ministerio público.

Me dirigí a las cajas a pagar los víveres, mientras esperaba en una cola de diez personas, maduraba la idea de la denuncia, me preguntaba: ¿cómo lo hace?, ¿para qué? Pagué, dirigiéndome después para la salida y de ahí para mi casa, era domingo, por lo general, este día, en el ministerio sólo hay guardia, —esperaré al lunes; sirve que preparo lo necesario para la denuncia.


Llegó el lunes; cogí los libros, aquéllos a los que les encontré páginas blancas y me fui al ministerio a presentar la denuncia, no podía permitir que esto continuara sucediendo, era preciso acabar con esta maldad antes que avanzara hasta destruir todos los libros. Ya con mi carga lista, salí para la calle decidido y con pasos largos, llegué pronto a la oficina del ministerio público, una casona de los años cincuenta pintada de blanco, en partes, en otras de verde, y con letras negras, sobre uno de los muros, decía “Agencia del Ministerio Público”. Primero pase, por una puerta de herrería vieja, a un jardín adaptado como sala de espera, las paredes de macopan2 pintado simulando muros de división, mostraban a la izquierda una entrada que supuse yo eran las oficinas, inmediatamente entrando a la izquierda, atrás de un muro de tabique de un metro de alto cubierto con triplay3 a manera de mostrador, estaban tres personas sentadas en los huecos que dos escritorios dejaban para las sillas, sin poderse parar cómodamente, contestó, una señora regordeta vestida con ropa ajustada y hablando con voz melosa, a mi pregunta, de donde podía presentar una denuncia de asalto, interrogando: —¿asalto?, por lo que conteste: —supongo que sí,

Respondiendo: —pues pase aste4 con el auxiliar tres del turno, él es quien maquina los asaltos.

Pregunté: — ¿dónde está?

Contestando los tres, detrás del mostrador, casi al coro — en la puerta tres a la derecha.

Dándoles las gracias me dirigí a lo que parecían puertas, ya que realmente, sólo eran los huecos en el muro, y al fondo un escritorio gris viejo y chorreado de tinta, sobre él una maquina de escribir de carro inmenso, de aquellas Olivetti negras, antigüedad de colección para mesita de centro poniéndole un vidrio encima, la señora detrás del escritorio era como de cincuenta años, morena, algo pasada de peso y de aspecto rudo ya que su rostro parecía haber sufrido un puñetazo, su seño fruncido; como si estuviera enojada, sus labios gruesos pintados de rojo púrpura se movían como si bailaran cha cha cha cuando masticaba el chicle que tenía dentro de la boca, sus ojos pintados, con rimel en las pestañas, parecía que estaba a punto de ir a una fiesta disfrazada de Cleopatra5, se paró rumbo a un archivero viejo que se encontraba en una esquina del pequeño cubículo, lo que me permitió ver su atuendo: vestido de dos piezas, ajustado, mostrando su trasero obeso y su abdomen abultado. Sacó una carpeta del archivero, después se sentó y mirándome como queriendo sonreír, al menos eso me pareció a mí, la mueca que hizo, me dijo: — pase, cual es su reclamo, denuncia o motivo,

le contesto: —quiero presentar una denuncia de asalto,

Sorprendida me interroga: — ¡¿asalto?! Que acaso usted vive en el campo, porque a leguas se ve que es citadino, los asaltos son en el campo, en despoblado,

bueno, lo mío más bien fue aquí en la ciudad, y realmente no se como deba nombrarse: a lo que quiero denunciar — le dije.

Me corrigió: — sí fue aquí en la ciudad y le quitaron algo, más bien podría ser robo,

Bueno más que uno son varios, le contesté

Haber explíqueseme pidió

Le expliqué lo sucedido, y a medio camino, me interrumpe: — mire, si lo que quiere es que le cambien y le den mercancía en buen estado, entonces debe ir a la Procuraduría del Consumidor,

Tiene usted razón le contesté, diciéndole a continuación: — sólo que ese no es mi reclamo, ya que el robo, no sólo se me hace a mí, sino que a todos los lectores,

Está bien repítame todo, y levantaremos una acta—, concluyó.

Le expliqué, todo lo sucedido con los libros, y también lo que vi en el centro comercial, ella escuchándome escribía con la enorme maquina en una inmensa hoja de papel lo que yo le explicaba, cuando terminé, me pregunta, como burlándose: — ¿se quedo picado cuando leía, he?—, y después siguió: — ¿quien denuncia? —, le digo: —yo.

Sigue: — ¿nombre, domicilio, todos sus generales?,

Se los digo, uno por uno, y vuelve a preguntar: — ¿a quien acusa?...

realmente no sé quien es, di por hecho que ustedes investigarían,

claro, dice: — entonces pondremos: “quien resulte responsable”.

Después de tres horas de preguntas, respuestas y maquinado, me dice: —tiene que traer, para completar el expediente, cinco copias fotostáticas del cuerpo del delito, mandar hacer un peritaje con un perito autorizado de los costos de lo perdido o robado, presentar dos testigos para que se les notifique su presentación cuando sea necesario que testifiquen el caso, dejar aquí en el escritorio para los chescos6, de manera que entre mejor sean los chescos más rápido se iniciaran las averiguaciones previas, también deberá presentar facturas o escrituras de la propiedad: en original y ocho copias. En un lapso de quince días recibirá notificación al domicilio que proporcionó.

Salí de la Agencia preocupado por el futuro de la lectura, pero con la esperanza de que nuestras autoridades pudieran resolver la situación.


Paso un año, desde la denuncia, y no se resolvió nada, cuando acudía al ministerio, sólo me decían: que estaban investigando, y que seguían integrando el expediente, no se de qué, porque ya les había entregado todo lo solicitado, incluso, di, hasta lo de los chescos, y bastante, con tal de que se resolviera el problema. Desde la demanda, más bien desde antes de la demanda, seguían saliendo los libros que compraba con el mismo problema.

En ocasión de una reunión, de gente partidaria de la lectura, comentamos el problema, algunos asombrados, ya que pensaban que sólo a ellos les había sucedido, nos dimos cuenta que el problema se había hecho general, un diputado, que se encontraba en la reunión haciendo proselitismo; no porqué fuera aficionado a la lectura. Se comprometió para llevar el problema al congreso.


El diputado Tinoco Blanco, que es como se llama el aludido, llevó el problema a la cámara, ya en la tribuna convenció a las bancadas: de que el problema atentaba contra la cultura, y que era apremiante la formación de una “fiscalía especial para la solución de los delitos en contra de la cultura”, también se formó: una comisión para la elaboración de leyes que sancionaran y condenaran estos delitos sugiriendo que se castigara con penas de treinta años para los que cometieran estos delitos y de sesenta para los reincidentes.


Después de otro año regresé al ministerio, regularmente hacía visitas pero ésta fue especial, para ver como iba mi caso, ahí me indicaron que lo habían turnado a la fiscalía especial. Pregunté donde eran las oficinas, y me dijeron que en un edificio nuevo que se encontraba cerca de la ciudad de los servicios, asegurándose de que yo entendiera, repitió: — ¡el nuevo! —. Me dirigí para ese lugar con la intención de enterarme como marchaba mi denuncia. Llegué a las oficinas indicadas, era un edificio de tres pisos, moderno, con ventanales de vidrios polarizados, puertas automáticas y circuito cerrado de televisión, con cámaras por fuera y por dentro del edificio, en las puertas, parados marcialmente, dos vigilantes: con uniforme gris acero, botas negras, chaleco antibalas; cada uno de ellos con rifle automático de los usados en la guerra de Vietnam. Me dirigí para la entrada, al acercarme a la puerta, ésta se abrió automáticamente al tiempo que una vos femenina, que salía de un altavoz, decía: —bien venido a las oficinas de la fiscalía especial para la solución de los delitos en contra de la cultura, por favor, siga caminando hasta el modulo de información, orientación y quejas donde lo atenderán. Hice lo indicado y camine sobre el mármol limpio a través de la frescura del aire acondicionado hacia el modulo; no pasó inadvertido el mobiliario moderno y nuevo. Al centro, de lo que podríamos llamar la antesala, se encontraba el modulo de orientación, información y quejas. No podría uno equivocarse ya que el letrero de aluminio anodizado7 con letras perforadas sobre el metal era lo suficiente visible; bajo el letrero, una dama vestida con mini falda justo arriba del medio muslo de unas piernas de modelo; se cubría apenas unos exuberantes senos con una blusa a las costillas; mostrando un ombligo perfecto sobre un plano y bien formado vientre. Después de satisfacer la retina, viendo lo que a través y sobre del mostrador de acrílico transparente se permitía observar, gracias a lo poco que cubría su atuendo, me acerqué lo más que pude, y le dije: oriénteme, hermosa dama, donde podrán informarme de una denuncia que hice... continué hablando explicando el motivo de mi visita.

Me contestó, llanamente: —no sé.

Insistí: —bueno, entonces quiero que me informe, ¿donde es la oficina donde podrían orientarme?,

Vuelve a contestarme con el mismo tono: —no sé.

Algo enfadado por dentro, y tratando de que ella no lo notara, sonriendo con una de mis mejores sonrisas, le digo: —entonces quiero quejarme de que en esta dependencia no me orientan ni me informan.

Me contestó diciendo: —mire señor, a mí, me dijo mi jefe que le sonriera a todos los que vinieran conmigo, pero que no dijera nada de lo que no supiera, ¿sabe porque no le digo nada?,

Le digo: — ¡no!,

Continúa ella: —Porque no se nada, y por favor, ya deje de molestarme porque me abruma.


Dándome cuenta, que el modulo, sólo era un decorado le doy una mirada nuevamente para disfrutar el adorno y opto por retirarme desilusionado, una vez fuera del edificio volteo a darle la última mirada desde ahí y observo sobre la fachada, con letras de bronce como de medio metro de grandes, que escrito decían: “FISCALÍA ESPECIAL PARA LA SOLUCIÓN DE LOS DELITOS EN CONTRA DE LA CULTURA”, también noté que en el inmenso estacionamiento frente al edificio estaban acomodados vehículos último modelo, de esas marcas, que sólo los médicos y los funcionarios de primer nivel pueden adquirir.


Ya habían pasado cinco años desde aquella vez que vi al señor en el centro comercial, muchas veces intente acelerar el proceso de la demanda, acudí a los amigos que pensé que podrían ayudarme, sin encontrar respuesta. Seguían saliendo libros con hojas blancas, incluso los que se imprimían en papel de color, las páginas a las que les faltaban los textos estaban blancas; como para burlarse de uno. Existían, al menos de lo que yo leía, algunas publicaciones que no sufrían esta vejación, eran: los periódicos y las revistas, así que ese día decidí leer una revista de circulación semanal que divulga los temas nacionales e internacionales de mayor interés, no acostumbro empezar leyendo el índice del contenido sino que me voy directo a la nota principal de la portada: trataba sobre de como los diputados y funcionarios de gobierno explicaban a detalle porqué era tan importante que se subieran el sueldo, a pesar que la mayoría de la población tenía salarios miserable, diciendo, que ellos se esforzaban y tenían la capacidad para mejorar la condición de los más pobres y que sino se les pagaba mejor, muchos de ellos se irían al extranjero donde sí se los pagaban, dejándonos desprotegidos para solucionar los grandes problemas de México. — ¡Huy que miedo!, mira como tiemblo, — Me dije, imitando aquel eslogan publicitario.


Terminé de leer el artículo y me fui a consultar, ahora sí, el índice; para escoger otro artículo interesante, cual sería mi sorpresa al ver que estaba un artículo que decía: “Al Fin Resolvieron El Enigma De Las Páginas Borradas”. Se me traspapelaba el artículo, me pasaba y me regresaba de hojas buscándolo, hasta que me calmé y regrese al índice a ver la página, vi, la número veintiocho, empiezo a buscar, ¡no hay veintiocho!, ¡pero sí hay veintinueve!, regreso, y veo que la anterior a la veintinueve es una inserción publicitaria, donde por lo común no ponen el número de página, respiro hondo, de alivio de saber que no era otro problema de borrado, regreso a la veintinueve, y, ¡ahí está el articulo! “Al Fin Resolvieron El Enigma De Las Páginas Borradas” por Angely Treek. Inicio emocionado la lectura, al fin sabré que sucedió con las páginas en blanco y quien es el que lo hace. Me dirijo a sentarme al sofá para leerlo con toda calma, antes, me muevo a la cantinita que adapté en uno de los jugueteros de la columnas y me preparo, en un vaso corto, con hielo, al que le coloco una cascarita de limón verde, luego le exprimo medio limón de esos sin semilla que son mas olorosos, agregando posteriormente Zinzano rojo hasta ver flotar los hielos, una bebida estimulante. Con mi vaso en una mano y la revista en la otra regreso al sofá donde me acomodo cogiendo uno de los cojines que mi esposa pone de adorno pero yo uso para proteger mi espalda, poniéndolos a la altura de las vértebras lumbares, luego extiendo mi brazo buscando el encendedor de la lámpara, la enciendo, ahora sí veremos que dice esta Angely Treek, leo: El problema que se suscitó hace unos años y que se recrudeció a partir de la denuncia judicial que efectuó un lector. Que la misma logró que otras personas al darse cuenta del problema procedieran a unírsele formando grupos de lectores inconformes, que aunque no eran una mayoría sí se hacían notar, al exigir una solución al fenómeno a través de...



¡oye Serapio, te trajeron un papel del ministerio público!

disculpa Elodia no te escuche ¿que fue lo que dijiste?

Qué te trajeron unos papeles, al parecer dijeron eran del ministerio público.

Gracias, ¿donde están?

Los puse sobre la mesita del florero.

bien, horita los reviso.

¿Quien dices que los trajo?

no dije, pero fue un policía ministerial

¿no dijo algo?

nada, solamente tocó y preguntó por ti, dijo tu nombre completo, le dije que no estabas, y me preguntó que quien era yo, le contesté que tu esposa, entonces me dijo que yo recibiera los papeles y que le firmara de recibido en una carpeta que traía.

bien. Muchas gracias.

A ver, aquí no, aquí... ya ¡lo encontré!

Regresa a su lectura.

A ver, donde me quede, a sí, aquí; donde dice: — al exigir una 

__ 

(Página faltante)

__

Se tardaron para resolver el caso, como dice el artículo, pero parece ser que al fin lograron descubrir quien y porqué lo hacía, ahora sólo espero que en los próximos libros que compre ya no suceda. Tan pronto se publique un libro nuevo lo adquiero, — ¡me muero por leer uno entero!8

Enero del 2007-01-31

Edgar Pavía Miller.

1 Personaje de la revolución mexicana a quien se le achaca aquello de “que la tierra es para quien la trabaja”.

2 Tableros de aglomerado de madera, probablemente sea una marca pero así he visto escrito en las mueblerías que le llaman a este material.

3 Madera fabricada con tres capas de chapa de madera, aunque ahora también así le llaman no obstante tenga más capas.

4 Supongo que quiso decir usted.

5 Cleopatra VII, reina egipcia célebre por su belleza.

6 Manera en caló para referirse a los refrescos, o a la propina.

7 Proceso electrolítico con el que se le crea una capa protectora a los perfiles de aluminio

8 En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.; Julio Cortázar: Historias de cronopios y de famas. Extraído de “El Libro de la Imaginación”; Edmundo Valades.

sábado, 2 de abril de 2022

TRAGEDIA.

 


Sentado en la sala del pequeño departamento que había rentado en la periferia de Acapulco, Toño veía el noticiero de la noche, en uno de los canales de la televisora monopolizadora de México. En el noticiero como de costumbre, en estos últimos años, mostraban cuan peligroso podía ser Acapulco, a pesar del tiempo que ya había pasado desde lo del huracán “Paulina”; seguían hablando de los riesgos que tenía el puerto con las lluvias. Preocupado, Toño, decidió que era necesario que él junto con sus dos hijos, una pequeña niña de siete años y un hombrecito de diez años, se fueran de Acapulco para vivir en un lugar más seguro, él trabajaba en una oficina del gobierno del estado y a través del sindicato logró que lo transfirieran a la capital; o sea, Chilpancingo.


Toño consiguió prestado un pequeño camión de tres toneladas donde subió todas sus pertenencias, también a su familia. Avanzando rumbo a la capital tomo la carretera libre. Ya antes, él, había ido a esa ciudad para buscar en donde vivir, consiguiendo una pequeña casa rentada, en una de las colonias de la periferia de la ciudad. Como se mudo en las vacaciones escolares, sus niños no perderían clases con el cambio, además debido a las pocas distracciones en la Capital, consideró, que sus hijos atenderían mejor los estudios.

El ya sabía que en Chilpancingo, por las colonias periféricas también existía delincuencia, sin embargo, para él, los peligros de Acapulco eran muy por encima de los pequeños problemas de la ciudad escogida, consideró que para estar seguro en las noches aquí en Chilpancingo con un arma de fuego lo lograría. Tenía Toño un primo en la policía estatal, quien le dijo, que él le podía vender una escopeta en dos mil pesos, que le diera quinientos pesos primero y que luego le pagara como pudiera lo demás. Así lo hizo Toño, y le dio los quinientos pesos, Alejandro, que era como se llamaba el primo, le entregó una escopeta, que por lo vieja no se le veía ni marca, sin embargo en la noche la probó, con uno de los diez cartuchos que le entregó su primo a cambio de otros cien pesos, comprobándose que aunque vieja funcionaba correctamente, Toño la cargó y la guardó arriba del ropero, no se dio cuenta que su niño lo estuvo mirando durante el tiempo que él la probó y la guardó.


Pasaron los días, luego los meses y ya tenían dos años que había dejado Acapulco, sin haber tenido ninguna tentativa de peligro, los niños asistían a la escuela, y como lo previó, cada día mejoraban sus calificaciones, sobretodo porque en la periferia donde vivía no se veía la televisión libre, y para el cable o la de satélite no alcanzaba su presupuesto, debido a su salario de cinco mil pesos mensuales, de los cuales dos mil se le iban en la renta de la casita. Aunque su señora para mejorar el ingreso vendía productos dietéticos, apenas salían con los gastos de la casa. El gas, las pipas de agua, y la luz; cada día subían, mermando considerablemente su ingreso. Sin embargo el sentirse seguros y mirar que sus hijos prosperaban en la escuela les daba alientos para seguir luchando.


Un día en que decidieron aceptar asistir a una fiesta de boda a la que habían sido invitados, por el jefe de Toño, tuvieron que dejar solos a sus dos hijos, ya el niño tenía doce años, el papá les dijo antes de partir: se van a quedar solos mientras vamos a la fiesta, no se salgan ni le habrán a nadie, acuéstense temprano y apaguen todas las luces.

El niño muy consiente de su responsabilidad le dijo al papá: sí papá yo cuido a mi hermanita.

Confiados, los padres, se fueron a la fiesta. Serían por ahí de la una de la mañana cuando uno de los vecinos los fue a buscar, llevándoles la mala noticia de que en su casa había sucedido algo trágico, el vecino por sentimiento no quiso platicar todo lo sucedido y sólo les dijo que la niña había sufrido un accidente y se la había llevado la cruz roja. Todo compungido y alterado, el matrimonio, salió de la fiesta, incluso, sin despedirse. El vecino se acomidió para llevarlos, en su auto viejo, a la cruz roja; para ver como estaba la hija de Toño. La agonía, del matrimonio, fue mayor al llegar y enterarse que la niña había muerto por disparo de arma de fuego, y que a su hijo lo tenían detenido en el ministerio público como culpable, la madre se derrumbó en un mar de llanto, poniéndose pálida y posteriormente desmayándose, los mismos paramédicos la atendieron; ya repuesta, uno de ellos, les comunicó todo lo sucedido, que fue lo siguiente:


Resulta que estando los dos niños en la casa, un burro que andaba suelto por el lugar llego a la casa de Toño, golpeando con la cabeza la ventana del cuarto de los niños quienes aunque acostados como les habían indicado sus padres seguían despiertos, el mayor, Juan, al ver que su hermanita se sentía muy asustada, le dijo que él sabía donde su papá guardaba un rifle, que fuera con él para bajarlo del ropero, se dirigió la niña, Lupita, con Juanito hasta el cuarto de sus papás, utilizando una silla Juan alcanzó el rifle quien al intentarlo bajar no calculó bien el peso y se le resbaló hasta el piso disparándose y dándole de lleno en el pecho a Lupita. Juanito al ver lo sucedido se fue corriendo a la puerta de salida, siguió corriendo a la casa más próxima, donde por casualidad le abrieron, les dijo lo sucedido llorando. El vecino, fue el que se encargó de llamar a la cruz roja y los de la cruz roja al ministerio público, al enterarse de que la herida era de arma de fuego.


Toño optó por ir con su primo Alejandro, para ver sí él le podría ayudar para sacar a su hijo del ministerio público; rogándole a su vecino Isidro que lo llevara en su auto, quien apesadumbrado por lo sucedido aceptó de muy buena manera, sin embargo no fue posible lo planeado, primero: porque Alejandro estaba en comisión, luego fueron al ministerio público y les dijo el auxiliar que no podían liberar al niño hasta que se “desahogaran la pruebas”, que incluso no iban a poder entrar a su casa hasta el día siguiente, para que se hicieran las “averiguaciones previas”. Isidro que le dice a Toño: mire vamos a esperar que sean las seis de la mañana y vamos a casa del Licenciado Cipriano, ahí trabaja de sirvienta mi mujer, y él, es subprocurador: es buena onda seguro que le va ayudar; así lo hicieron, y antes de las siete ya Toño estaba en su casa velando a su niña y Juanito en su cuarto llorándola. Lo anterior fue posible debido a que el licenciado aparte de intervenir para que liberaran el asunto, también le dio un dinerito para el sepelio.

Se efectuó el entierro y tres días después se presento, en casa de Toño, su primo Alejandro para pedirle algo de dinero de lo que le debía de la escopeta, Toño le platicó lo sucedido y le dijo: la escopeta se la quedaron los del ministerio, que según como evidencia, inmediatamente el primo que contesta: qué evidencia, ni qué evidencia, te la robaron esos pínches ladrones. Toño sólo le contestó: a mí eso ya no me importa, la escopeta sólo sería un mal recuerdo, pero tan pronto consiga algo de dinero te lo daré.

El primo le contestó: no te preocupes primo, faltaba más, ya no me pagues pues, mejor ocupa el dinero para algo más necesario.

Terminando de hablar que se va con rumbo al ministerio público, ya estando en el lugar que le pregunta al vigilante en turno: ¿quien estaba de auxiliar cuando pasó lo de la niña?,

Le contestó: el Lic. Aparicio, que le dice: gracias compa, y que se mete para buscarlo, que lo encuentra saliendo del baño, que lo coge del pescuezo y que le dice: me das la escopeta o te reviento el pescuezo, apenas pudiendo sacar palabras que dice: calma Alex, horita te la doy, sino es para tanto, nomás me hubieras dicho que era tu primo, y ya.

Salió Alejandro del ministerio público con la escopeta y se dirigió a vendérsela a otra persona, después de venderla regresó con su primo y le dio la mitad del dinero que le pagaron por ella, sabía que no reviviría a la niña pero que el dinero podría mejorar la situación de su primo. Al menos así lo pensó él.


Después de estos días, Juanito, despertaba todas las noches gritando y llorando, bañado en sudor y en sus gritos decía: no manita, yo no te mate, yo no te mate manita, sus papás despertaban y corrían a verlo y tranquilizarlo; sin embargo después durante toda la noche no volvía a dormir, en la escuela perdía la concentración y su rendimiento escolar estaba bajando.

Cuando la mamá de Juanito le platicó a la vecina, ésta se lo dijo al licenciado Cipriano quien consiguió que un psicólogo del DIF atendiera a Juanito, sin embargo aunque dormía mejor, esporádicamente seguía teniendo las pesadillas y Juanito estaba perdiendo la coherencia.


Un día en el que Toño regresaba del trabajo y que su esposa había salido para entregar algunos productos de los que vendía, se encontró a Juanito colgado del techo, muerto ahorcado; en el suelo: un papel donde estaban dibujadas dos figuras una de un niño y otra de una niña cogidos ambos de la mano, y una leyenda que decía: No quiero que se culpe a nadie de mi muerte, lo hice así porque así lo quiso mi hermanita, con quien ahora estoy.




Ésta es parte de la triste historia, de aquél, que huyendo del mal; fue a su encuentro.

Enero del 2007

Edgar Pavía Miller

viernes, 1 de abril de 2022

INCONFORMES.

 


I.-Inicio.

Ya casi se cumple un año desde que inició el movimiento, con aquella pequeña manifestación de un grupo de estudiantes, que pedían más matriculas para la escuela a la que querían entrar. El problema era simple: estos muchacho no alcanzaron a entrar a la escuela de su preferencia, no porque no hubieran pasado el examen; sino por que fueron los que menos contestaron, pero quedaron fuera sólo porque también era un pequeño el número que aceptarían este año, argumentando los directivos de educación: que ya existían muchos profesionistas de esa carrera. El argumento al parecer en un principio era suficiente sobre todo para aquellos que no estábamos embebidos en la situación. El movimiento, al inicio, sólo consistió en algunas marchas, que incluso se miraban raquíticas ya que los muchachos no pasaban de veinte, sin embargo, así como ellos iniciaron su movimiento, se les empezaron a unir jóvenes rechazados de otras profesiones; con lo que ya después de algunos días, el grupo creció y no sólo eran marchas lo que hacían sino que también empezaron a efectuar bloqueos de cruceros. Los bloqueos estorbaban la circulación de los autos, ocasionando el coraje de aquellos que circulaban por la ciudad en automóviles y también de aquellos que lo hacían sobre el transporte colectivo.

El movimiento fue creciendo; ya que a los que solicitaban ingreso, se les sumaron los demás alumnos, aquellos que sí ingresaron a todas las escuelas, para solicitar recursos para mejorarlas. Esto fue gradual, primero una escuela y posteriormente las otras hasta que terminaron siendo muchas; sobretodo aquellas localizadas en las regiones rurales.

Parecía ser que aún con esta situación el movimiento podría ser solucionado ya que en gobiernos anteriores ya habían ocurrido casos similares y los habían resuelto, al menos temporalmente. Las autoridades actuales, procediendo diferente, consideraron que las peticiones eran absurdas, que el presupuesto y las condiciones no permitían satisfacer las demandas; por lo mismo las reuniones para concertar terminaban en batallas verbales, rompiéndose las pláticas, sin lograr acuerdo alguno. Los responsables de arreglar la situación argumentaban: que el movimiento era ocasionado por fuerzas políticas antagónicas, molestas por haber perdido el poder en las últimas elecciones. Argumentos como éstos obligaban a los líderes de los partidos, opuestos al gobernante, a emitir declaraciones que sólo ocasionaban que el movimiento estudiantil se agrandara. Lo que informaba la oposición, en sus declaraciones, era combustible para la hoguera; porque ellos ya habían estado en el poder y sabían como y donde se aplicaban los dineros. Ahora, como dije al inicio, después de un año del movimiento éste ya no era manejado sólo por los estudiantes; sino que paralelo a ese movimiento existía el de los maestros luchando por salarios, este grupo, sumándose debido a las declaraciones de diputados de oposición, quienes mostraban públicamente los aumentos que los nuevos funcionarios se asignarían a sus salarios, no importándoles los sueldos miserables de los maestros, considerando los problemas de ellos ajenos al gobierno.

Por otra parte los egresados de las normales luchaban por obtener plazas motivados por argumentos que se publicaban en los diarios, sin ser novedad, que ya de por sí eran rumores en la población, argumentos como aquel de que muchas plazas de maestros estaban ocupadas por aviadores1 o que otras las tenían trabajadores administrativos en las oficinas.

Egresados de las universidades y de las normales particulares; así como los de las oficiales se unieron al movimiento, exigiendo, con sus peticiones, a que el gobierno aumente las fuentes de empleo en el estado, exhibiendo el tremendo desempleo que existe. Como represalia a los egresados de normales no oficiales el gobierno desconoció sus estudios, argumentando que los dueños de esas escuelas no tenían registro oficial; ocasionando un problema aún mayor, todo debido a que con el desconocimiento, que hacia el gobierno, los propietarios de las escuelas particulares, destaparon una cloaca que ya existía tiempos atrás, cosa que afecto directamente a los representantes del partido político derrocado. Los que para contraatacar hicieron declaraciones, destapando las corruptelas actuales, como por ejemplo: de aquellas compras desmedidas que se hacían fuera de la entidad. Las declaraciones unieron a todos los comerciantes locales, lanzando proclamas para que el gobierno del estado hiciera sus compras en la entidad.

El aumento en el número de plantones, marchas y choques entre grupos antagónicos, a estas alturas, ya había desquiciado la ciudad; por lo cual, los residentes se unieron, para colmo de males, haciendo otra marcha, exigiendo a las autoridades seguridad y una investigación a fondo de las ejecuciones que se iniciaron a partir de la toma de posesión del gobernador actual. La seguridad era un reclamo de toda la ciudadanía; inspirado, esto, en que cada día existían balaceras entre la policía y delincuentes; o entre los mismos malhechores, y aparecían, cabezas cortadas, tiradas en las avenidas de la ciudad.

No bastaban tantas manifestaciones para hacer que el gobernador se interesara por los problemas, los mítines en la plaza pública eran gritos en despoblado; como dijo una vez un manifestante: —ya ven compañeros: sí existe la libertad de expresión, sólo que nadie nos hace caso; algunos de los funcionarios del gobierno, por su cuenta, al parecer queriendo mantener su línea política, hacían intentos de reconciliar, sin lograrlo. El gobernador por su cuenta no hacía nada; o al menos era la sensación que se tenía por parte de los observadores, incluso cuando alguno de los medios lo entrevistaba contestaba con frases hirientes y que contrapunteaban a la población como aquella cuando dijo preguntando: —Vamos a ver ¿que padre quiere que un maestro con promedio de seis le de clases a su hijo? Sí uno lo toma a la ligera, con esta pregunta, hasta puede estar uno de acuerdo, sin embargo: ¿acaso no el seis es la calificación mínima aprobatoria?; entonces debe entenderse que dicho maestro, de promedio de seis, sabe ser maestro; al menos en aquellas comunidades donde el mismo Gobierno Federal2 contrata estudiantes para dar clases, estos maestros deben estar mejor preparados que los estudiantes de preparatoria. Indistintamente de esta observación su declaración originó que en algunas escuelas, las organizaciones de padres de familia empezaran a exigir que se cambiaran a los maestros que no tuvieran un promedio mayor a ocho. Cosa que hizo aún más crítica la situación.

Los lideres de los diferentes grupos optaron por unirse, en un frente único, con un pliego petitorio amplio, claro y fundamentado; asesorados por personas conocedoras que los orientaran, de manera de no permitirle al gobernador tener salida evasiva en caso de efectuarse una entrevista resolutiva. El representante del Frente de Ciudadanos de Chilpancingo (FRECH) organizó la reunión, convocando a todos los lideres a que se presentaran en uno de los edificios del centro el jueves a las diez de la mañana.


II.- Gu.

El representante de los trabajadores salió temprano de su casa, desde una de las colonias suburbanas de la ciudad, para dirigirse a su oficina que se encontraba lejos del centro de la ciudad, hasta las diez de la mañana sería la reunión, lo hizo caminando porque no poseía auto, normalmente utiliza el transporte público pero en esta ocasión, por los disturbios, no era conveniente su utilización, su nombre: Gumaro Buendía Holgado, todos le decían “Gu”, un personaje de baja estatura; panzón, sin ser obeso; mirada picaresca como queriendo burlarse, y normalmente lo hace; metido en la política como activista, por lo mismo tiene algunas averiguaciones previas, sin embargo no parece ser que eso le preocupe; religioso, pero a conveniencia, cree en la virgen de Guadalupe pero no se aviene a la doctrina Católica, salvo en los ritos que se trate de festejar; buen amigo, padre y marido; Aunque, como la mayoría de los de Chilpancingo, platica sus aventuras amorosas; por lo cual se podría sospechar que le es infiel a su mujer; empleado administrativo en la SEG; aunque gana poco, cumple sus compromisos económicos y no se le puede tildar de gorrón; por lo mismo es mil usos. Entre sus actividades, fuera de ser burócrata, la hace de rotulista, plomero, electricista y se une a cualquier actividad donde se requieran sus servicios, con paga o sin ella. Es una persona acomedida y amable; le gusta romper las conversaciones con frases chuscas o destruyendo sarcásticamente lo que alguien habla con conocimiento de causa; le gusta beber y no niega que sea borracho, ni le molesta que le digan naco, da por hecho que lo es; juega fútbol y a pesar de su constitución física y de sus 37 años no lo hace tan mal; su preparación académica es limitada pero sin embargo trata de ser mejor, incluso dice haber llevado algunos cursos dentro de su trabajo; en plan serio, algunas veces, se pueden entablar conversaciones interesantes con él, ya que su manera de pensar es moralista y trata de lograr que las personas vivan mejor, probablemente este conocimiento fue adquirido como experiencia de su propia vida; se burla de sus males y de los males de quienes viven a su alrededor, como puede va saliendo de ellos ya sean males económicos o males de salud; se viste casi siempre informal, salvo en ocasiones especiales donde se le nota con ropa nueva o casi nueva, aunque nunca de vestir.

Ya en su oficina le pidió a la secretaria que le avisara cuando estuviera cerca la hora para la junta, de manera que él pudiera salir una media hora antes, para asegurar estar presente sin falta. Mientras, ordenaba todos los papeles donde llevaba las palabras necesarias que decir y todas las peticiones de su gremio; acompañadas por toda la sustentación necesaria para respaldarlas.


III.- Bueno.

Mientras en otra parte de la ciudad, saliendo de una colonia más céntrica y de un nivel económico mayor, se dirigía rumbo a la junta; en un auto, de esos enormes, tipo camioneta de pasajeros, muy de moda, de marca americana; el presidente de la asociación de padres de familia, Gudencio Cabañas Bueno, era una persona de baja estatura; ojos grandes, como si estuvieran flameado; tez blanca, como que si nunca le hubiera pegado el sol; bien peinado; siempre con apariencia pulcra; ropa bien planchada y tradicional, nunca sport y mucho menos de moda reciente; soñador, siempre hablando de grandes negocios o de futuras influencias con políticos que puedan llegar al poder; participa en las campañas políticas pero no es político más bien es perro3; divorciado y juntado con otra mujer; es buen padre, cumplidor con los hijos de las dos mujeres, al menos eso platica su mujer actual; no es de confianza, dado que tiende aprovecharse de las personas que tienen recursos económicos y de los que viven a su alrededor; está convencido de que sólo siendo corrupto se puede triunfar ”el que tranza avanza”; profesionista, aunque no consta, sólo porque el dice que es contador y porque ha desempeñado trabajos relacionados, aunque nunca dura mucho en dichos puestos; no se sabe con exactitud si tiene o no tiene dinero; pero es ostentoso, aunque luego debe las renta de la casa donde vive y lo desahucian, no se le conoce ninguna propiedad que haya tenido para vivir; los negocios que a emprendido siempre terminan por quebrarlo y dejarlo en la ruina, a veces, no sólo a él sino que a todos los que lo apoyaron; se puede platicar con él de temas contemporáneos, pero toma posición; además tiene el defecto físico de no oír bien al menos que encienda su aparato de sordera, cosa que aprovecha para decir que no oyó lo que no le conviene.

En el camino pasaría por otros miembros del comité de padres de familia, llevaba muy buen ánimo; ya que juntos, los del comité, lograron redactar un documento que consideraban perfecto y contundente para la solución de su parte en el conflicto.

IV.- Próspero.

En un edificio del centro, a sólo unas cuadras de donde se reunirían todos los involucrados en el movimiento, sentado frente a su escritorio; de esos que parecen campos de fútbol, por el tamaño, hablando por teléfono, sonriente y optimista; más por todo el embrollo que le estaban ocasionando al gobernador; que por lo planeado para la reunión, el líder de los empresarios, Próspero Abarca del Piero, moreno de facciones negroides; de estatura baja y de complexión obesa, aunque bajo la grasa se muestra fuerte por las características físicas de su trabajo de carpintero; su rostro, al verlo, nos da la idea de que está molesto, aunque no siempre lo esté, es difícil verlo sonreír aunque cuando recibe dinero se le nota su alegría; es un buen amigo, aunque no puede evitar su gusto por el dinero, por ese deseo desmedido fracasan sus relaciones amistosas; es bondadoso con los que están necesitados, pero tarde o temprano, si ve que la persona a quien ayudó tiene dinero o posesiones tratará de cobrarle, sin decírselo, pero terminará muy molesto si el otro se niega, convirtiéndolo en su enemigo; es buen padre y marido, aunque como buen mexicano, infiel, no lo he comprobado pero ya sea para presumir, o porque es verdad, él lo a dicho, además, como muchos, piensa que así debe de ser; es gregario y comúnmente vive en grupos familiares, aunque por su naturaleza de líder termina enemistándose, aún con sus familiares, cuando éstos se inconforman con sus actitudes, lo anterior también sucede dentro de las organizaciones a las que pertenece y a donde llega a liderar, terminando por quedar sólo debido a sus imposiciones, que aunque no siempre son erróneas si llegan a ser impopulares, más aún con los manejos del dinero, que nunca los hace transparentes y cuando lo hace resultan ser mentiras comprobables; en su oficio es sumamente hábil, aunque siempre busca sacar ventaja del cliente, lo que hace que sus trabajos no siempre muestren la calidad que el puede darles, en lo que hace, considera que ahorrar materiales y procesos son la manera en que él es más bueno, sin considerar que lo anterior pueda mermar la calidad del producto final; es una persona inteligente pero sin cultura amplia, puede construir muebles de una complejidad elevada aunque siempre tiene que tener un modelo para copiar ya que no es creativo y su talento para lo artístico es bajo, cuando habla de proporciones se refiere a lo aprendido en relación a las medidas ergonómicas y no a las de las artes plásticas; le gusta el fútbol, y como muchos, de por aquí, le va al América, porque piensa que, como este equipo fue muchas veces campeón, uno debe estar con los ganadores y así automáticamente uno es ganador, por eso cuando pierde ese equipo se deprime y se pone de mal humor; cuando practica fútbol él forma sus equipos y sí se encuentra en uno que él no formó, con respeto, siempre trata de influir en la dirección, en sus equipos siempre trata de que ganen, para él ganar es la razón de jugar, incluso, contrata para las liguillas jugadores “estrellas”, él participa jugando pero casi siempre prefiere la función de director técnico, sabe mucho de fútbol pero siempre es del modo en que lo hacen los cronistas de televisión, no es creativo, sólo imita por eso se opone cuando alguien quiere ser diferente, utiliza el fútbol para posicionarse dentro de la sociedad invitando a juegos especiales a personajes importantes de diferentes estratos de la sociedad y de la política, de los que posteriormente pretende sacar provecho; lográndolo en muchas ocasiones; económicamente es una persona de la clase media baja, se puede decir, por su forma de vivir; aunque sus ingresos pueden en algunos años rebasar los mejores de Chilpancingo, pero por su manera de ser, el dinero poco le dura en las manos, generalmente lo gasta aunque gran parte logra colocarlo en bienes que posteriormente puede convertir en efectivo, cuando lo necesita, por eso es común verlo con autos nuevos, sin autos o con autos viejos, que tiene terrenos o que no los tiene; le gusta festejar los cumpleaños de su esposa, de sus hijos y el propio, los festejos son tan grandes como su economía lo permita en el momento que los hace, siempre invita a los personajes de la ciudad que más cercanos a él se encuentran, así como a sus familiares y aquellos a los que trata de usar en su beneficio, esto último, lo de usar, no lo niega; sin embargo no se sí sólo a mí me lo a dicho, pero sino, es increíble como puede sacar provecho de alguien que sabe que se lo están sacando, probablemente los políticos lo permiten por reciprocidad, los demás por seguirle el juego y que les siga invitando a jugar fútbol, ya que, aunque no malo, este deporte puede ser un vicio.

Se preparaba conversando con su asesor, quien ya lo había tranquilizado, asegurándole que el gobernador tenía que ceder a sus peticiones o se vería en la penosa necesidad de solicitar licencia.


V.- El Ateo.

Desde muy temprano se podía oír el bullicio en los pasillos exteriores de los edificios del centro, en donde muchos jóvenes que participaban en el movimiento y que no residían en la ciudad se quedaban a vivir, empezaban a levantarse, se organizaban en grupos para levantar el campamento e iniciar las labores de preparar el almuerzo; uno de ellos, es el que dirige a los alumnos rechazados, Pedro Sánchez Tinoco: un joven inteligente, pero por lo mismo estudia poco; entiende fácilmente lo que le explican y algunas cosas las deduce sólo con observarlas; a sus 18 años aparenta veinticinco, por lo que sus compañeros lo siguen como líder; aunque desdeña los libros de texto, lee bastante más de lo que personas de su edad lo hacen; le gustan los deportes, y debido a su constitución atlética es bueno en los que practica; de un metro setenta y siete de estatura y setenta quilos de peso, delgado, sin grasa y correoso; bien parecido, por lo que las muchachas también lo siguen como líder, más por eso que por lo que pueda él decirles; llegó de un poblado fuera del estado, pero, desde la preparatoria, aquí a estudiado; soltero; poco afecto por hábitos como el alcohol y el cigarro, las drogas prohibidas le atemorizan ya que siempre está pensando en su salud; soltero; no sabemos como la obtuvo, pero tiene una beca de una organización internacional de la que poco habla, algunos más allegados a él dicen que sí la tiene; moreno claro; de ojos verde olivo; de origen pobre; sin embargo, siempre a estado relacionado con personas intelectuales quienes lo han ayudado a formarse; poco religioso al grado tal que le dicen “El Ateo”, sin embargo trata a sus semejantes con respeto; habla con voz grave y clara, pero aunque se oye nítida y fuerte no se mira que grite; ante el micrófono es un orador consumado y convincente; le gusta tocar guitarra, lo hace magistralmente por el puro gusto de escucharse. Había presentado el examen de admisión a la Normal, pero por no darle la importancia necesaria obtuvo bajas calificaciones, desde niño a tenido el deseo de ser maestro, por sus cualidades, podría ser uno muy bueno.

Dejando que las comisiones fueran organizadas por otro de los activistas, Pedro, se concentró en ordenar, escribiendo en una hoja de papel, lo que durante la noche, todos los afectados decidieron; no era mucho, por parte de los rechazados, sólo ser aceptados incondicionalmente y suspender las ordenes de aprensión que existían en contra de ellos; además aprovechando lo caldeado del movimiento habían acordado agregar: que si terminando el primer semestre lograban promedio de ocho o más deberían otorgarles una beca como compensación al tiempo dedicado a la lucha, ya que esto no debió de ser si el gobierno desde un principio hubiera actuado constitucionalmente.

VI.- Pillo.

A orillas de una de las calzadas más importantes de la ciudad, se encontraba la residencia tipo californiano, del líder del FRECH, donde ingiriendo un suculento almuerzo se encontraba: ni emocionado, ni preocupado, ni mucho menos precipitado, Felipe Alarcón Guevara a quien todos lo conocían con el apócope de “Pillo” por lo de Felipillo, al principio de cariño; después por maliciosos. Nació en esta ciudad, y siempre a dicho que su familia fue una de las fundadoras de ella; de tez blanca, que tiende a enrojecer por cualquier motivo; fuma puros; tiene estudios profesionales de abogado, la población lo considera un licenciado habilidoso, pero la mayoría de sus colegas lo dudan, aunque reconocen que escribe muy bien, pero consideran que sabe poco de leyes; amable en su trato y exageradamente educado al grado de verse cursi; alto; rollizo, con una panza sobresaliente; siempre ve de frente, como viendo el horizonte; amante de la ciudad; activista de la poesía, al nivel de encabezar a un grupo de poetas que se reúnen regularmente, es buen orador, sus poesías, aunque gramaticalmente son buenas, no tienen creatividad y son pedantes; se cree historiador pero sólo sabe la historia oficial y los mitos locales, ya que no es investigador, pero tiene buena memoria; habla de fechas con mucha facilidad y recuerda muchos nombres; presume de ser amante de las tradiciones locales, pero sin embargo vive en una casa estilo californiano y utiliza todas las comodidades modernas, prefiere la ropa extranjera que la nacional, incluso su comida la compra en la ciudad de México en una tienda de alimentos importados.

Antes de terminar sus viandas llamó a uno de sus ayudantes para que preparara el auto, aunque sólo eran unas cuadras al lugar de la reunión, a Pillo no le gusta caminar así es que se dirigiría al centro en auto, su ayudante salió e inició a lavar y limpiar por dentro el auto; sabía, de antemano, que si no estaba impecable recibiría un regaño implacable. Mientras, Pillo terminaba con calma sus alimentos, posteriormente, dirigiéndose a su inmensa biblioteca le pidió a su secretaria que le diera la carpeta del movimiento, después, prendió un puro y se dirigió, metiendo la carpeta a su portafolio, a la cochera, donde ya lo esperaba su chofer con el auto listo para partir.


VII.- Los Otros Géneros.

La noche anterior, a la junta, apareció muerta una mujer en las inmediaciones de la ciudad, que había sido secuestrada días anteriores junto con su hijo al que un día anterior ya habían liberado; este hecho, provocó que organizaciones femeninas se unieran para protestar por los asesinatos de mujeres, exigiendo mayor seguridad, a los tres niveles de gobierno, a estas mujeres se le unieron las madres solteras, ya que una alumna fue rechazada por que se rumoraba que estaba embarazada; sin siquiera hacerle los análisis, o al menos corroborarlo. También se les unieron las mujeres campesinas; que se encontraban ofendidas, argumentando: de que por ser indígenas les daban despensas con alimentos descompuestos. Cuando el grupo de damas se encontraban en la plaza central, el líder del FRECH se dio cuenta de sus protestas y las invitó a la reunión. En la plaza también encontró que otro grupo realizaba protestas en apoyo de los alumnos rechazados, era el grupo por el Orgullo Gay, quienes se encontraban molestos debido a que decían que algunos de los rechazados fueron sujetos de discriminación debido a sus preferencias sexuales; Pillo sin argumentar nada sólo se acercó al que parecía ser el líder y lo convidó a presentarse a la reunión diciéndole que el fin principal de ésta era el de que todos hicieran un frente común ante las autoridades.

VIII.- La Reunión.

La reunión aún no iniciaba, ya habían llegado la mitad de todos los representantes invitados, acababan de dar las diez y media de la mañana, como se había previsto, conociendo la impuntualidad local, la hora de inicio estaba considerada para las once, mientras esperaban a los demás, los asistentes junto con los asesores, que también ya estaban presentes, comenzaron a elaborar un orden de día en la que incluirían los siguientes puntos a tratar:

  1. Escuchar a cada una de las partes en disputa cediéndoles cinco minutos para sintetizar sus peticiones.

  2. Nombrar una comisión para que se encargue, junto con los asesores, de agrupar los problemas en bloques de importancia, de manera que no se complique, en una maraña de datos, la lucha.

  3. Determinar una fecha para exigir a las autoridades una audiencia resolutiva plenaria y pública.

Sentado en la mesa donde se preparaban para iniciar la reunión, Pillo inició; pidiéndole, a los tres más que se encontraban con él, que se anotaran en el libro de acuerdos, solicitándoles que apuntaran todos sus generales. Así lo hizo: Gu, Bueno y Prospero, y con anterioridad, a pasar el libro, Pillo lo había hecho. Ya eran las once cuando el líder del grupo de Orgullo Gay entró, “La More” era su nombre de batalla, aunque en sus generales puso: Antonio Moncada Alarcón. Lo siguiente no lo puso en los generales pero lo diremos para que sepan como era: moreno; de mediana estatura, cuerpo varonil; bien parecido, nariz recta, labio inferior carnoso, barba partida ligeramente; cejas depiladas y pestañas rizadas; al grado tal que las mujeres del lugar decían que era un desperdicio de hombre; muy educado; bien hablado, con vos muy varonil, dejando, de vez en cuando, salir sus tendencias femeninas; bien vestido incluso muy masculino y pulcro; sin hacer a un lado lo perfumado, con colonia para hombres marca Chanel. Se dirigió a la mesa con movimientos delicados sentándose al lado de Pillo diciéndole (cantadito): —ya llegue grandote.

Pillo le contesta (chiviado4): —que bueno porque ya vamos a iniciar.


IX.- La Güera.

Se fue, con un hermoso de Andaluz

Regresó, y después de nueve meses

La preciosa, dijo divertirse a veces

Pero ahora, ésta, tiene que dar a luz.


El epigrama sólo es la pequeña historia de “La Güera”, que es como conocen a esta Madre Soltera, cuyo nombre verdadero es el de Leticia Salgado Almazán, que entraba justo en el momento de iniciar la sesión y que era la representante de las mujeres que protestaban por causas que ya mencionamos y que seguiré diciendo posteriormente. Esta señora muy respetada por cierto; a sus veintinueve años, también hermosa, bien arreglada, gracias a su buen gusto y a que económicamente es muy solvente; esto último porque heredó, de sus padres, muchos terrenos los cuales, debido al crecimiento de la población, han subido considerablemente de precio. Sin embargo le falló el hombre de quien se enamoró, aquel español que la embarazó y posteriormente la abandonó, por eso está soltera y con un hijo; que ya en este momento tiene doce años. Defiende a las mujeres en todo movimiento feminista y por lo mismo siempre termina liderándolas; se habla de tú con todos, sin importar jerarquías; se lleva pesado, sin ser grosera y sobretodo sin permitir que la ofendan u ofendan alguna otra mujer. Se dirigió a la mesa saludando en voz alta a todos y sentándose inmediatamente en una de las cabeceras; donde Prospero le dio el libro, indicándole que apenas estaba por iniciar la reunión y que se anotara, que ya los demás lo habían hecho.

Terminaba la Güera de anotarse cuando, Pillo, auto-nombrándose moderador inició la reunión, leyendo el orden del día, que ya mencioné.

Preguntó a todos los presentes si alguno quería iniciar; cuando, desde la puerta, Pedro, que apenas llegaba, se incluyó como primer orador; sin que nadie se opusiera, se dirigió a la mesa jalando la silla que estaba entre Bueno y Prospero, y sin sentarse inició su discurso:

Vivimos en uno de los estados más atrasados en cuestiones de educación, probablemente el último de la lista, tenemos comunidades que no tienen escuela y que incluso no están ni siquiera en la lista de tener una, probablemente... la población de esas comunidades ni siquiera saben que significa la palabra escuela; ¡sin embargo...! tenemos un Congreso del Estado y un Concejo Estatal Electoral que reciben...!Millones de pesos¡ Manteniendo estas instituciones, sólo con el fin de justificar a los gobiernos en turno, dejándolos que manejen presupuestos millonarios como si fueran propios; no faltan cincuenta maestros en el estado; sí no que muchos más, sin embargo, nos impiden estudiar para profesores con el pretexto de que ya somos demasiados— poniendo papeles, que se encontraban dentro de una carpeta, sobre la mesa; siguió diciendo —en esta carpeta están escritas todas las pruebas: de cuantas escuelas en el estado existen incompletas en maestros, cuantas sin maestros y cuantas comunidades que requieren escuela no la tienen, también está todo el dinero que se desvía en ese sector y que alcanza para contratar a los maestros, e incrementar el número de matriculas en las normales o incluso hacer una nueva, dinero que alcanza incluso para las construcciones y todos sus equipamiento y sueldos de maestros— terminó diciendo —eso es todo, ahí dejo la carpeta para que junto con todo los argumentos de los demás, los usemos para fortalecer el movimiento y lograr la mejor solución—.

Pillo ya considerándose líder, le contestó —bien pedro así se hará—



X.- El Gordo.

Con su flema característica, el líder de los estudiantes, almorzaba: carne enchilada, con atole champurrado, tamales de hoja de plátano, su madre le preparaba unas memelas a mano, para que acompañara la carne; en medio de la mesa en un molcajete tenía salsa de tomate verde y en otro salsa roja de chile guajillo, en medio de los dos molcajetes un queso fresco, tipo costeño, de los que se elaboran, aquí mismo, en la ciudad. Vista la mesa desde arriba semejaban, los colores de los alimentos, la bandera; como para recordarnos que esa comida es mexicana; sin embargo, debido a la infiltración gringa, discretamente, también se miraba la acostumbrada botella familiar de ese refresco negro. “El gordo”, como le decían todos los que lo conocían; y algunos que no, también, por su figura rolliza, en una mano tenía un taco de queso con salsa roja mientras masticaba un pedazo de carne enchilada. Ya eran las diez y él todavía estaba en pijama, su madre le repetía con cariño:

Apúrate gordito que ya son las diez

Él sólo le contestaba: —sí mamá.

Así se encontraba Agustín Adame Osorio un joven de diecinueve años; como de uno noventa de estatura; rechoncho, como de 120 Kg.; joven muy inteligente, en la primaria fue el abanderado y de los que fueron a visitar al presidente con las mejores calificaciones; católico, muy religioso, asiste a misa todos los domingos acompañado de sus padres; nació en esta ciudad y es muy apegado a las costumbres locales: ir al pozole los jueves, sábados y miércoles, los viernes a los mariscos, los domingos al fiambre, los martes al mole calentano; no falta, a la misa, los domingos, claro está, yendo antes al mercado para comer barbacoa de chivo. Asiste a los velorios y reza el rosario, etc; es emprendedor, seguido organiza eventos para recaudar dinero. No le preocupa su gordura ya que desde bebé así ha estado; por su tamaño no consigue, aquí, ropa de su talla, de ahí que una vez al año acuda a Los Ángeles, EUA, para comprar su guardarropa; podría mandárselo hacer aquí, con uno de tantos costureros que hay, pero como él la prefiere de marca opta por realizar lo antes mencionado; le gusta burlarse de los demás, sin intención de lastimar sólo por diversión; habla bien, claro y con elocuencia; lo siguen sus amigos porque es indulgente con ellos, además de solidarizarse con sus problemas; económicamente es solvente, aunque aún estudia; comparte sus posesiones con sus compañeros de escuela, reuniéndose con ellos para hacer los trabajos escolares juntos, permitiendo que éstos se realicen en su casa, donde su madre lo apoya, incluso dándoles de comer a todos.

El gordo, que llegó a medio discurso de Pedro y que se encontraba parado en la puerta escuchando, se dirigió a la mesa, se detuvo, sin sentarse, a un lado de Pillo, en el asiento que quedaba vacío, dijo:

¿supongo, ya qué no he leído el orden del día, que está en él incluida la formación del comité que dirigirá esta asamblea?—.

Pillo pasándole la hoja, donde se escribió el orden del día, señalándole el punto dos le dice —como ves todo está meticulosamente preparado—

Ya lo veo, ¡muy meticulosamente!, Sr. Alarcón— contesta el Gordo —solamente le agregaré ¡que aquí! nombraremos entre todos quien dirigirá a este grupo— mirando, fijamente a Pillo, termina cuestionando — ¿correcto?—

Pillo sólo responde: —correcto—.

Dirigiéndose, Pillo, a todos pregunta: ¿quien sigue?—

XI.- Exposición de Motivos.

Próspero, desesperado por quererse salir y regresar a su empresa, pidió el turno:
—quisiera ser yo el siguiente.

¡Adelante!— previendo la necesidad, le contestan en coro todos.

Próspero habla de la siguiente manera:

El gobierno estatal niega la compra de insumos y servicios a las empresas de la entidad con el argumento de que nuestros precios no son competitivos; sin embargo... comprando fuera del la entidad, no dice, que el gobierno estatal deja de percibir los impuestos que generan esas compras, limitando con ello recaudación, ya que esas empresas que les venden no contribuyen en este estado; tampoco dice: que esas empresas no contratan personas de la entidad como empleados, evitando con eso disminuir el desempleo— continuando, afirma Próspero —además en algunos rublos de sus adquisiciones, nuestros precios están muy por debajo de aquellos con que el gobierno ha adquirido en otros estados, condición que origina sospecha de actos corruptos en la entrega de las compras al hacer las licitaciones, de lo que he dicho, en este sobre se encuentran pruebas de mercancía facturada fuera del estado a precios superiores a los facturados por tres empresas del estado— terminó diciendo —Quiero agregar el siguiente argumento:— diciéndolo en voz alta: a pesar, de qué, constitucionalmente es obligación del estado apoyar a las empresas. — Continuó: —Nunca progresarán las empresas del estado, si el gobierno es su peor adquisidor y su mejor atacante, esto debido a que no nos compra y por otro lado nos ataca con mentiras en los medios. En el sobre incluyo grabaciones de la radio y la televisión donde ofende el gobernador a los empresarios locales. —

Entregó el sobre a Pillo, y disculpándose se retiró, diciendo que en los puntos siguientes de la orden del día él acataría lo que los demás votaran. Pillo recibió el sobre mostrándolo a los demás y al mismo tiempo preguntando quien quería continuar.

La More, mirándolo directamente a los ojos le dice:

Voy yo compañeros, permítanme ser quién continúe, — mirándolos a todos y haciendo un giro con la cabeza como barriendo toda la mesa, pregunta: —¿están de acuerdo?... — Pillo le contesta: —está bien Toño, sólo quiero decirles, que queda como último punto la creación de la mesa directiva de este comité, esto es por petición de Pedro. Bueno ya les informé y... ya puedes continuar... Toño.

Sonriendo La More y mirándolo con ojos dormilones le contesta: —gracias pillo... pues bien compañeros y compañera— hablando con tonadita afeminada — yo sólo quiero... que todos ustedes y las demás personas que viven en esta ciudad... entiendan que lo que nosotras las personas hagamos en... ¡Nuestra intimidad!, no deberá ser razón suficiente y necesaria para que nos descalifiquen al momento de escogernos para entrar a la escuela o para seleccionarnos en un trabajo, ni para ningún otra cosa en donde lo importante deba ser nuestra preparación académica o nuestras habilidades, y que estas dos últimas cosas, son antes que cualquier otra razón fútil y vana, ¡ya basta! de homofobias5 descaradas y malvadas, somos humanos como todos ustedes, permítanos vivir igualmente. Muchas gracias y ahí dejo en esa carpeta nuestros reclamos... eso es todo pillo... que siga el que siga.

Así se hará Toño— le contesta pillo, y pregunta: — ¿quién quiere seguir?

Gu parándose, haciendo hacia atrás su silla: —permítanme ser yo quien continué.

Todos en coro: — ¡claro!

Acomodándose el pelo y carraspeando, Gu, inicia su exposición de motivos: —Compañeros y compañeras que se encuentran aquí presente, es para mi motivo de orgullo representar a la clase trabajadora democrática de guerrero, quiero agradecer a todos ustedes el que me hayan permitido exponer, ante esta magna asamblea, nuestras inconformidades, así como también nuestras propuestas, me he permitido anotar en este legajo de papeles cada uno de nuestros puntos de negociación, para que ustedes los utilicen de la mejor manera; también quiero, aprovechando esta tribuna que ustedes tan amablemente me ofrecieron, para decirles que los trabajadores administrativos no ocupamos plazas de maestros; que sí existen maestros trabajando como administrativos, pero la plazas son administrativas, también queremos aclarar que todas esas consignas que han lanzado en contra de nosotros no son culpa de la base trabajadora sino que de los empleados de confianza que cambian con cada sexenio, también si me lo permiten quisiera aclarar que ya llevamos muchos años percibiendo salarios muy por debajo de los trabajadores administrativos de otros países, también agregaré que cada día nuestras prestaciones se han visto mermadas como por ejemplo aquella de los servicios médicos, que nos descuentan quincena tras quincena; pero que sin embargo, algunos empleados han llegado graves a los hospitales donde por anticipado ya pagamos y no los reciben, porque argumentan que no tienen cupo o los recursos no les alcanzan y algunos que sí son aceptados son tratados como mendigos —jalando aire y volviendo a carraspear, termina diciendo, ya sentado: —aquí les dejo el legajo. Para terminar, sólo quiero exponer que aunque nos critican que somos flojos, quizás porque algunos, los menos, lo sean; siempre se ha sacado el trabajo oficial y la muestra es que todos los ciudadanos logran obtener la documentación que requieren... Muchas gracias.

Otro más— propone Pillo.

El Gordo, dándole una palmadita a pillo en el hombro, le dice: —sigo yo.

Pillo le voltea a ver, luego mirando al resto, mostrando las palmas de la mano, como pidiéndoles su anuencia le contesta: —adelante.

El gordo se pone en pié y empieza hablar: —durante años las autoridades nos han dicho los millones que se gastan en la educación, en el discurso siempre dicen, que es en la educación donde se aplica, sin embargo si uno se va a los papeles nos daríamos cuenta que gran parte del dinero se gasta en los derroches de los funcionarios del primer nivel, obviamente que de los que trabajan en este sector, que es la educación; sin embargo, ese gasto es superfluo, dado que no beneficia a la educación... cómo lo sería, sí ese dinero se gastara en algo más orientado a educar. Ya Pedro, entregó documentación donde muestra parte de ese derroché; y yo, traigo más, que entrego en este momento para su evaluación y para incrementar la información que sirva de una vez por todas para obligar a que los que gobiernan dirijan a donde debe ser, el dinero, y no sólo disfracen el uso, de manera tal que esa camarilla de corruptos se lo queden. Por otra parte queremos indicar que las becas deben dárseles a aquellos estudiantes que la merecen y no a los parientes y amigos de quienes las reparten, para evitar esto proponemos que las listas que hagan sean valoradas por comités formados por alumnos en cada escuela— hace un pequeño silencio como para tomar aire; y continúa —otra de las peticiones, que hacemos, es la de que ya dejen de hacer escuelas con instalaciones ostentosas, sólo para cuestiones propagandísticas, mientras a otras no les toca, en algunas ocasiones, ni maestros, también que dejen de construir grandes conjuntos educativos con fines políticos y después los abandonen a su suerte, como lo han hecho con muchas escuelas rurales, que posteriormente resultan incomodas para el que gobierna debido a las peticiones que con derecho solicitan. Es claro que si uno se inscribe a una escuela la intención es de ser gente útil al país, sin embargo las deficiencias del alumno acompañadas de las deficiencias de las escuelas hacen que seamos vistos como estorbos o problemas para el sistema. Si las escuelas se planearan de acuerdo a las necesidades de los alumnos y del país, y no a las necesidades de ingresos para los que gobiernan, saldríamos más preparados, seríamos más los que fuéramos útiles al progreso del país y no solamente saldrían, como ahora, muchos parásitos que se prenden del instrumento gubernamental para vivir de él. Es todo lo que tengo que decir, lo demás está bien fundamentado en los papeles que entrego.

Poniéndose de pie, La Güera, empieza hablar: — ¡yo pensé que este gordo se la iba pasar hablando todo el día!, si me permiten, quisiera ser quién exprese ahora mis puntos, yo sí seré breve...

Todos salvo La More se quedaron mudos desde que La Güera se puso de pie, ya que el movimiento que hizo al hacerlo permitió que se dieran cuenta del atuendo que traía, que consistía en una faldita pequeña: por arriba, a la cadera; por abajo, a medio muslos, de blusa traía sólo un pequeño trapito que por abajo dejaba ver todo su magnifico y plano vientre, desde el pubis donde terminaba la falda hasta unos centímetros encima de un bien formado ombligo, el movimiento de sus senos amenazó con romper la blusa ya que por arriba de ellos quedaba un gran escote, cosa que hizo que los hombres presentes quedaran paralizados y mudos viéndola. Sólo La More, por su condición homosexual, no la miraba ya que él no perdía de vista a Pillo, celoso por lo que sucedía.

La Güera, para despertarlos, que les dice: —Contesten bola de babosos, ¿que nunca han visto una vieja?

Tartamudeando, Pillo, contesta: —bi...bi...bien continúa tú, Güe... güerita.

Gracia, papito— le dice, melosamente, continuando con lo siguiente:Nosotras las mujeres queremos exigir al gobierno que aclare los casos de mujeres muertas, en el estado, que haga transparente la información del número de mujeres asesinadas y que deje de ocultar o mentir al respecto; también exigimos que se respete la equidad del género en el número de matrículas escolares, ya que en ocasiones, rechazan a las mujeres pretextando un embarazo, situación que no tiene porqué presentarse ya que el ser madre no le impide a las mujeres quererse preparar mejor para sacar adelante a sus hijos. También incluyo en nuestros reclamos que exista seguridad para todos, aquí sí: hombres, mujeres, niños y ancianos... Yo no preparé, por falta de tiempo, nada escrito, pero tengo algunos documentos donde se muestra como el gobierno miente, en las cifras, éstos te los traigo en la tarde, Pillo.

Bien Güeraresponde, Pillo, y sigue hablando ahora que tocaste, lo de la seguridad, quiero decirte que ese es un tema que los del frente de Chilpancingo estamos exigiendo, enérgicamente, por lo que yo ya lo tengo todo documentado... Al respecto, también, y es todo lo que diré como mi presentación, vamos a exigir a los tres niveles de gobierno que atienda: todos los problemas, donde existan protestas públicas, desde el primer día que sucedan, debido a que la población está muy molesta con estas manifestaciones, no con los grupos que las hacen, sino que con las autoridades que disimulan no corresponderles el problema y se la pasan echándose la bolita entre ellas.

Ahora parece ser que sólo queda el Sr. Bueno, ¿si quiere empezar?... Adelante.

Sí desde luego que sí...Contesta, el Sr. Bueno Yo creo que en las presentaciones y la documentación que traen los dos jóvenes estudiantes que ya hablaron, quedan contenidos nuestros reclamos, sólo quiero también unirme continúa diciendo el Sr. Bueno a la petición del Sr. Felipe; con relación a que sean atendidos en sus reclamos desde el primer día, ya que así, cuando los maestros hagan paros, se evitaran las perdidas de clases, como está sucediendo ahora. No es un secreto saber que los maestro están siendo afectados en sus condiciones de trabajo, porque no sólo son ellos los afectados, sino que somos todos los empleados, parece ser que ahora sólo son beneficiadas las elites gobernantes y los grandes empresarios multinacionales. Parece ser que a los gobernantes, no les interesamos, o solamente les somos, para votar. Eso es todo.


XII.- El Comité.

Pillo tomando un buen buche de aire y después sacándolo les dice: continuamos con el siguiente punto del orden del día. Qué es el de nombrar quien dirigirá todo el comité, y como se formaran las comisiones de evaluación. Yo considero, que me permitan a mí junto con los asesores hacer la evaluación.

La mayoría contesta que sí.

El Gordo, reclama y les dice: —yo considero que deberíamos nombrar de todas maneras el comité y que el Señor Felipe se encargue de la evaluación.

Está bien dijeron todos. Pedro propuso Al Gordo como presidente, y dijo que él mismo fuera quien escogiera al resto del comité, todos aceptaron.

El Gordo nombró al comité de la siguiente manera:

Presidente.- El Gordo, Agustín Adame Osorio.

Tesorera.- La Güera, Leticia Salgado Almazán.

Secretario.- El Ateo, Pedro Sánchez Tinoco.

Vocal.- La More, porque le pidió al Gordo: que aunque fuera de vocal el quería estar en el comité. Antonio Moncada Alarcón.

Una vez quedado formado el comité y aceptado por todos, también las comisiones, Pillo y los asesores dando una pequeña hojeada a los papeles (éstos, a la mayoría los había invitado Pillo), concluyen, y dirigiéndose a la asamblea dicen por medio de Pillo: creo que por lo menos nos tardaremos una semana, que les parece sí hacemos una tregua; mientras, suspendemos las barricadas, las manifestaciones y las marchas, y en una semana pedimos una reunión con las autoridades.

El Gordo reclama: se me hacen muchos días, se va a enfriar el movimiento.

Bueno calma Pillo que sean tres días.

No de muy buena gana, pero para no verse radical, acepta El Gordo.

Se despiden todos.

Pillo, también, despide a los asesores cuando se da cuenta que todos se retiran, y regresa a su casa.


XIII.- Epilogo.

Ya en casa, Pillo, prende un puro y se dirige a su despacho, en donde, frente a un escritorio y sentado en un sillón, marca un número telefónico.

Se escucha su voz que dice: Comuníqueme con el gobernador, por favor...

Del otro lado de la línea: de parte de quien.

Contesta:del Licenciado Felipe Alarcón.

Otra vez:Un momentito...

Después de unos minutos le responden:Que tal pillo

Pillo contento expresa:Hecho mi gover, ¡ya está, despejado todo para la ceremonia donde viene el presi!

Le contestan nuevamente:Bien Pillo, no olvides mandarme tu recibo de honorarios por lo que acordamos.

Mientras tanto, en la mente, de todos los lideres y liderados del movimiento, existe la esperanza de solucionar sus inconformidades; sin darse cuenta que sólo son piezas en el juego del poder”.


2 de diciembre del 2006

Edgar Pavía Miller

1 Así se les dice aquellas personas que cobran dentro del gobierno pero que no efectúan trabajo alguno. Sólo, si es indispensable, vuelan cada quincena a cobrar su salario.

2 CONAFE: saca convocatorias en los periódicos solicitando alumnos de preparatoria para dar clases.

3 Perro es una expresión que yo utilizo para aquellos que participan en la política pero con la sola intención de obtener un beneficio económico o como mejor dicen por aquí buscan hueso, de ahí el que yo les diga perros, con el debido respeto a los cánidos, ya que se me figuran esos animales, en el mercado, peleándose cuando un carnicero tira un hueso y luego andan todos juntos como sí nada.

4 En este lugar: así se le dice a una persona que le da pena algo o se pone nervioso.

5 Se dice del recelo que algunas personas le tienen a los homosexuales.