viernes, 25 de septiembre de 2020

Al Bordo Alto.







Todo indicaba que sería una caminata como cualquier otra de los domingos. Salí de la casa, cuando atravesé el portón me encontré a Marcos del otro lado, al parecer hoy él no llevaría su carro ni lo acompañaría nadie de los que acostumbran hacerlo. Buena señal, lo de no usar el carro, así que emprendimos rumbo al punto de reunión; en el whatsapp aún no se mostraba señal alguna de otro caminante.

Llegamos a la plaza Primer Congreso de Anahuac; no estaba nadie. Se hizo la espera acostumbrada acompañada con los anuncios en la red, al no recibir respuesta, caminamos a la base de los transportes para Amojileca. Ya que íbamos abordar aparece Pancho, bueno un trío siempre será mejor que un dueto. Todos contentos ocupamos lugares en el vehículo.

En el camino abordó Gabriela con su niño, el chico al mirar a Pancho inmediatamente lo fue a saludar; son grandes amigos. Gabriela es una de las chicas que trabajan en la fonda de doña Carmen, de quien estamos muy agradecidos por sus atenciones; igual que de Doña Carmen y todas las demás personas que nos atienden excelentemente.

Nos bajamos todos al llegar al primer destino caminando pausadamente nos introdujimos después a la fonda, donde nos recibieron con un café caliente y pan dulce; al terminar de comerlo y de charlar con Víctor unos minutos salimos a caminar. Víctor es el hijo de doña Carmen y también caminante casual y excelente amigo.

Ya de tiempo atrás yo tenía la curiosidad de caminar un camino trazado al cual nunca habíamos ido, se los comenté a los compañeros y aceptaron, así que emprendimos la marcha, era un día algo nublado y fresco; ideal para una larga caminata.

Nuestro plan pronosticaba una caminata mayor a las que se hacen por ese lado del pueblo, pero nunca imaginamos en lo que terminaría todo.



Así que partimos por la carretera que va a Omiltemi, hasta donde nos desviamos rumbo al Bordo alto por el camino, que a mi se me ocurrió llamarle de Ismael, debido a que fue al último lugar donde él nos acompañó en vida. Ahora su recuerdo nos acompaña a todas partes. A la mitad de ese camino hicimos una parada táctica, de esas acostumbradas para tomar un mezcal, ahí vislumbré que sería una caminata inolvidable, me tocó, por primera vez en ese camino, mirar a un mamífero salvaje, no de los mayores solamente un pequeña ardilla u otro animal parecido; sin foto ya que debido al acoso humano son extremadamente huraños.



Terminamos la parada y entonces sí nos fuimos de largo hasta llegar arriba de Ocopesco: a la desviación planeada. Este camino escogido es uno amplio, su trazo se mira casi desde todos los lugares donde el Bordo Alto lo hace. Nuestra intención era ver si terminando ese camino existía una brecha, propia para subir al Bordo Alto. Ya nos habían advertido que subir al Bordo por ahí era demasiado complicado: la necedad es la madre de todos los descubrimientos[1].



Llegamos a donde el zigzag del camino dicho termina, nos detuvimos a tomar unos mezcales y Pancho sin más ni más que inicia el ascenso por el pequeño camino que estaba como continuación del amplio, así inició la aventura de subir al bordo alto por otro camino, diferente aquellos supuestamente mejores.




Fue un ascenso tranquilo con unas vistas de encanto, una pequeña parte empinada pero no imposible y cuando menos lo pensamos ya estábamos en las faldas del último escalón del Bordo. Hicimos el bodegón a la orilla de un viejo horno de magueyes y posterior a eso continuamos la marcha.



El último tramo parecía simple sin embargo no se miraba un camino recto a la cumbre a pesar de que no estaba tan empinada, así que seguimos uno que al parecer nos llevaría en espiral.



Aun no sabemos como fue pero Marco, que en un principio iba por delante, después Francisco y yo, lo rebasamos sin notarlo; continuamos caminando dejándolo, pensando que lo seguíamos. Llegamos hasta la parte más alta posible donde un camino nos guiaba; y después, nada de camino, así que buscamos otro, el cual nos llevara más arriba, nuestra distracción por el hermoso paisaje hacia el norte no nos percató que nos alejábamos de la cumbre y que el camino que seguimos nos desvió rumbo al Teconco; por el lado opuesto de Amojileca; o sea, el lado norte del bordo. Así pues, al darnos cuenta optamos por trazar una diagonal hacia el sur para saber donde andábamos. Resultó que fuimos a parar al lugar donde llegamos la última vez que intentamos llegar a la cumbre con Victor como guía, pero por otro camino.



Aquí la decisión no fue tan difícil, consideramos que Marco había encontrado la cumbre y que posteriormente se regresaría por donde subió hasta el lugar donde estuvimos aún juntos y al ver que no regresamos descendería por el camino donde ascendimos. Nosotros bajaríamos por el camino que utilizamos en el pasado. Debido a que no teníamos la certeza de encontrar el que nos llevó a donde estábamos.

Así se hizo y caminamos hasta llegar al lugar conocido donde hay otro horno y que está cerca del Amacoscle; así le dicen a un amate amarillo enorme que está en una de las faldas del Bordo. Ahí hicimos un bodegón donde una linda burra se enamoró de Pancho que se le acercó, buscando sus caricias. Yo se las di, ya que Pancho se puso difícil.



Después de un rato Iniciaron los truenos y en pocos minutos se soltó una lluvia encantadora a la luz del sol, que a nosotros, que veníamos algo asoleados por la caminata, nos refresco exquisitamente.

Iniciamos el último descenso con mucha precaución ya que la grava suelta en lugares, el lodo y lo mojado por la lluvia se ponía jabonoso todo el suelo; agregando a eso que ya me he caído, en otras ocasiones, en mejores caminos. Yo me resbale tres veces este día, con suerte, ya que no pasó de un raspón en el dedo meñique.



Llegamos al pueblo, Pancho se encaminó a cerrar uno de tantos negocios que tiene en el mismo; y yo, aún preocupado por Marco me dirigí a la fonda. Llegué antes que él, me senté, pedí de comer, pregunté si no había llegado, recibí una respuesta negativa; inicié a comer y a esperar. No pasaba mucho tiempo, cuando lo miro entrar despreocupado a la fonda. Platicamos un rato sobre lo sucedido y después de comer y pagar partimos a la terminal donde en minutos llegó Pancho.

[1]  No se si alguien lo haya dicho antes pero sonó fregón.


jueves, 17 de septiembre de 2020

Covid-19, otra entrega.

 

La vacuna. Es el personaje especial, la súper héroe es aquella que podría acabar con la pandemia; pero… ¿Que sucede a su alrededor?

 Cuando Pasteur emprendió su viaje para encontrar la vacuna que inmunizara contra la rabia,  el mismo hombre ignoraba la existencia de los virus[1], no sabía que esta enfermedad la ocasionaba ese tipo de intrusos, bacilo le decía él. Más aún no sabía ni papa de genética.

Sin embargo, como los hombres de ciencia de entonces, que eran movidos más por su curiosidad y su afán de resolver problemas; apoyándose en sus éxitos previos, con otras vacunas, se aplica a obtenerla y lo logró: ¿chiripada?,  ¿golpe de suerte? ¿O parte del mito que se incluye en las conspiraciones de los antivacunas?

Dejemos por el momento eso que sucedió en el siglo XIX y miremos que sucede en este que estamos viviendo, donde hay miles de científicos calificados, un avance científico increíble; o al menos así nos lo han hecho ver durante muchos años. Un avance en la genética que permite que  cada día sepan más cosas sobre el genoma humano; y todos los días aparece un ser vivo modificado genéticamente; como si de artesanías se tratara.

 

Los científicos reaccionan ante la interrupción del principal ensayo de vacuna contra el coronavirus. La inscripción en los ensayos mundiales de una de las principales candidatas a la vacuna contra el coronavirus está suspendida después de un "presunto evento adverso" en una persona que recibió la vacuna en el Reino Unido. Los científicos dicen que es demasiado pronto para decir qué impacto podría tener esto en el impulso global para desarrollar una vacuna, pero las noticias destacan la importancia de esperar los resultados de ensayos grandes y adecuadamente diseñados para evaluar la seguridad.[2]

Por separado, Rodrigo Romero Feregrino, secretario académico de la Asociación Mexicana de Vacunología, aseguró que los criterios científicos nacionales e internacionales que se deben cumplir en el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas son complejos y rigurosos para garantizar la seguridad de las personas, por lo cual debe haber la tranquilidad de que cualquier producto que se autorice para su administración en seres humanos cumplirá los requisitos de seguridad, calidad y eficacia.[3]

 

En respuesta a la pandemia de COVID-19, miembros de Rapid Deployment Vaccine Collaborative (o RaDVaC), un grupo compuesto por científicos y sus amigos o colegas, se han autoadministrado una vacuna no probada para el SARS-CoV-2 (el virus que causa COVID-19). Los científicos de RaDVaC describen su proyecto con el objetivo de "reducir el riesgo de daño del SARS-CoV-2, mínimamente hasta que haya al menos una vacuna comercial eficaz ampliamente disponible". Aunque el informe técnico del proyecto incluye términos y condiciones diseñados para proteger a los autores de la responsabilidad, la autoexperimentación de RaDVaC plantea importantes cuestiones legales y éticas.[4]

 

El neoliberalismo, aborto del capitalismo, usó y usa a la ciencia para beneficiar a las corporaciones; o sea el enriquecimiento de unos cuantos.

El párrafo anterior lo estoy utilizando como entrada para mostrar la poca importancia que la ciencia dio, mejor dicho aquellos que se adueñaron de la ciencia,  a la salud pública desde el año 1926. Entonces fue que se descubrió el ADN y RNA, además ya se sabía que  algunas enfermedades eran causadas por virus: la viruela, la gripe; ahora llamada influenza,  la poliomielitis, hepatitis y otras.

Ya antes se había descubierto como utilizar el virus de una  enfermedad de los vacunos para prevenir la viruela en humanos, esto desde luego no resultó de una millonaria investigación científica sino de una sencilla observación científica y después la ocurrencia que funcionó.

Pero regreso a mi propósito, aunque existen en la actualidad personas muy expertas en la cuestión genética, ellos principalmente trabajan para  corporaciones donde les pagan para ser grandes consumidores; no todos lo hacen por la inquietud científica de investigar y conocer nuestro entorno ni mucho menos para ayudar a sus congéneres. Las corporaciones orientan la investigación de acuerdo a una finalidad práctica, económica, en el sentido de aumentar sus utilidades sin importar que lo hecho mejore o no, incluso empeore, la salud pública.

El ejemplo en la genética son los transgénicos, las corporaciones en busca de apoderarse de las semillas importantes para la alimentación, de tal manera que aquel que coma deje parte de su ingreso trabajando en el dueño de la patente de la semilla  transgénica.

Ahora que apareció el SARS-COV-2, igual apareció la sorpresa para controlarlo, nadie estaba preparado. Eso sí, gobiernos, institutos, corporaciones ya presumen que trabajan para ello pero con argucia y simulación; sobretodo con muchas codicia por los dineros que esto pueda dejar.

¿Qué les conviene más, prevenir la enfermedad, erradicarla sí es posible, o tener medicamentos y equipos para curarla?

 

https://www.elfinanciero.com.mx/salud/cientificos-en-eu-logran-aislar-molecula-que-neutraliza-el-sars-cov-2-causante-del-covid-19

https://www.iflscience.com/health-and-medicine/that-study-claiming-sarscov2-was-engineered-in-a-lab-is-all-spin-no-substance/?fbclid=IwAR0nMmiJgpK_2a4SY45p5ICl3TLZp9eOqm1UZdi5iZZem3RtX8p5FnZYqEE

 

 





[1]  Cazadores de microbios de  Paul de Kruif

[2]  https://www.scientificamerican.com/article/scientists-react-to-halt-of-leading-coronavirus-vaccine-trial/

[3] https://www.jornada.com.mx/2020/09/10/politica/002n2pol

[4]  https://www.scientificamerican.com/article/do-it-yourself-vaccines-for-covid-19/