sábado, 31 de octubre de 2020

Caminar atento.



Caminar es una actividad interesante. No me refiero a la función de hacer ejercicio, no, aunque también es importante y andar lo resuelve magistralmente. A donde yo me dirigía, es a caminar para hacer nuestras actividades cotidianas en la localidad. Transportarse pues. Como que al caminar nos acercamos a donde surgen las inquietudes humanas y las acciones del gobierno.

Los invito, a que por curiosidad, un día caminen la arteria remodelada, la Av. Miguel Alemán. Cuando se construye incluyendo las remodelaciones como ésta, en ese asunto intervienen muchas personas; o sea muchas formas de pensar, así que con tantito interés e información puede uno notar como aquellos que hicieron la remodelación no se pusieron de acuerdo entre ellos, no se coordinaron; a la par, que no todos tenían los mismos conocimientos; o sea, la preparación de cada uno es diferente.

Detalles nada más. Al enfilarme a la andada por una de las banquetas de la avenida mencionada, yo escojo la más amplia, ustedes podrán notar, si se animan, que pusieron en ella baldosas de dos tonos unas casi blancas que se manchan con facilidad, pero en la parte central del carril unas grises con canales paralelos a lo largo en dirección al sentido de los que caminan en la banqueta. Pues bien esos canales fueron diseñados por alguien y además con un propósito bien definido, no nada más eran decorativos sino que funcionales, resulta que los canales son guías para que las personas ciegas que transitan por ahí con bastón de invidente se guían metiendo la punta del bastón en uno de los canales y al irlo arrastrando sabrán que tienen pista libre y segura para caminar. Pero he ahí el detalle, el primer desatento en este detalle fue el encargado de colocar las baldosas, ésta o éstas personas no las pusieron bien alineadas así que cada determinado momento el bastón se atora y el ciego tendrá que pararse y decidir si sigue a ciegas, preguntar a alguien o buscar otra referencia con su mismo bastón para continuar. Digamos que el técnico especialista en colocar baldosas ni le importa eso ni interés tenía en que lo que hacía quedara perfecto o al menos útil. Pero supongamos que lo hubiera hecho bien. De nada hubiera servido igual porque las empresas CFE, Telmex, IZZI y otras se les ocurrió que los registros de sus líneas las podrían poner donde a ellos mejor les placiera; y desde luego como esto fue hecho cuando la impunidad de ellas era patente escogieron ponerlos donde mayor daño ocasionaran a la población.

Es obvio que son pocos los invidentes que hay; para molestarse y reclamar. Son el nadie del asunto, no así si la afectación hubiere sido meterse con los fideicomisos o al menos con uno suculento al que ya le tenían el ojo puesto.

lunes, 26 de octubre de 2020

Asunto espinoso.

 


Ahora que nos tocó vivir el COVID_19; también nos tocó mirar, que cuando una pandemia llega, se vuelve mayor problema si la aplicación de medidas sanitarias se polariza por cuestiones económicas y políticas.


El uso de cubrebocas y las pruebas se volvieron un tema al respecto. La insistencia de algunos de que hacer uso de eso era indispensable fue más importante que estudiar la implementación y su efecto en el control del mal.

Así que se determinó proponerle a la ciudadanía el uso del cubre bocas; y algunos gobiernos estatales y municipales optaron pro hacer pruebas de contagio.

No se requiere ser un experto en medidas sanitarias, solo un poco de sentido común, para darse cuenta de cuál es el fracaso de tales medidas y porque vuelve a crecer los contagios de la población.

Con respecto al cubrebocas podemos darnos cuenta que la mayoría ignora como funciona y como debe usarse. Se mira como llegan a un negocio en su automóvil sin el mismo y al entrar al negocio lo sacan de la bolsa y se lo ponen, incluso algunos lo hacen hasta que se lo solicitan. Antes de hacerlo incluso habló pidiendo lo que quería o preguntó por ello (contaminando el espacio si es que es un portador asintomático). Después sale y se quita el cubre bocas sin ninguna medida higiénica y lo guarda en la bolsa. (Contaminando sus manos y bolsa en caso de que el lugar ya estuviera contaminado).[1]

Otros lo traen nada más para cumplir el requisito pero de mal material, mal puesto sobre el área a proteger. Incluso algunos dejando la nariz por fuera aspirando todo lo que el cubre bocas detiene en su superficie, usándolo no para protegerse y proteger a los demás sino que sin darse cuenta para recolectar los gérmenes que lo contaminarán a él.

Así pues salieron a la calle confiados en que fingiendo usar un cubre bocas era suficiente para controlar el mal.

Por otro lado se instalaron puestos para hacer pruebas. Vi algunos videos de cómo hacían la prueba, quien la hace aparentemente está bien protegido para evitar el contagio, sin embargo el que llega a la prueba se tiene que descubrir para que le tomen la muestra de la profundidad de su orificio nasal, prestando toda su cara a ser contaminado por la misma persona que la hace o por la contaminación que deja alguien positivo anterior a él.[2]

Pero el problema no acaba ahí; como el mal no respeta ni a los médicos, ahora ellos, que durante muchos años vivían y algunos se enriquecían a costillas de los enfermos; ya sea tratando hipertensos o a los exageradamente dulces, exigen a la población que se cuide. Y aterrados, ya quieren abandonar sus puestos.[3]

Es complicado; y eso los facultativos deberían saberlo, disciplinar a una población que estaba acostumbrada a festejar todo para ahora querer impedírselo. Sí a eso le agregamos que, una multitud de ella, está acostumbrada a comer con las manos; no usando cubiertos; que incluso se burlan de quienes los usan, y son escasos aquellos que se las lavan antes de hacerlo, estas actitudes aumentan su complicación.  Lo peor, agregado a eso, es que muchos comen en la calle sin ninguna sanidad.

Pero eso no es todo, nuestra población a sido engañada desde hace mucho, por lo que desconfían hasta de los más cercanos a ellos, así que hacen lo que quieren; y si acaso escuchan a alguien, será a aquellos, que más que darles un consejo correcto, les da por su lado.[4]

Así pues, como dice el dicho: el que no cae resbala. Con estas medidas propuestas dentro de una sociedad poco civilizada, poco enterada e inconsciente de su responsabilidad.



[1] https://www.iza.org/publications/dp/13319/face-masks-considerably-reduce-covid-19-cases-in-germany-a-synthetic-control-method-approach

https://www.insp.mx/avisos/5337-revision-rapida-uso-cubrebocas.html

[2]

http://guerrero.gob.mx/2020/06/instalan-seis-modulos-para-pruebas-covid-gratuitas-en-chilpancingo/

[3] https://sinfuero.com.mx/medicos-y-enfermeras-pararian-labores-en-plena-contingencia/

[4] https://www.psicologiamadrid.es/blog/articulos/psicologia-y-coronavirus/coronavirus-efectos-psicologicos-generados-por-el-confinamiento



jueves, 8 de octubre de 2020

Creatividad.

 





Estando en la era de la inteligencia artificial, la minería de datos y el glamour de las redes sociales y de los buscadores de las redes, me recuerda aquel trabajo que hice cuando iniciaba a ser empleado en la rama de la computación.

No había cumplido ni un año de haber ingresado al primer empleo que tuve, cuando, debido a mi acuciosa manera de buscar que hacer, oí que había llegado de EUA una cinta magnética con información médica la cual no se podían imprimir por venir codificados los textos de impresión en letras minúsculas.

Los pondré en la época para que comprendan el suceso, resulta que entonces, ya en la era de las computadoras de la tercera generación; aquí en México, imprimir diferente que usar puras mayúsculas resultaba algo oneroso, básicamente se utilizaban las computadora que nos arrendaban en México las empresas líderes del mundo en esa materia, comprar una en el extranjero sería pecar de estúpido por el costo y la rapidez con la que se volvían obsoletas entonces. El intercambio de tecnología era secreto de estado y básicamente las potencias exportaban lo que sería tecnología caduca allá o alguna que no diera pauta a que los superaran copiandola.

Así pues, la impresora impactantemente rápida que teníamos: de línea con cadena de caracteres; que existía en la dirección, sólo imprimía mayúsculas, números y algunos caracteres especiales. No imprimían siquiera todos los caracteres que el código de la máquina para textos aceptaba.

Escuchaba a los expertos del centro de cómputo como divagaban en el vacío de la imposibilidad de imprimir siquiera una pequeña muestra de lo grabado en la cinta, al intentar hacerlo salían caracteres especiales o blancos impresos.

Regresé a mi espacio laboral y cogí uno de los manuales donde estaba el código de la máquina, miré que dentro de él estaban las minúsculas concluyendo que el limitante era la impresora y el no poder traer una que lo hiciera. Entonces la entrada de los programas al computador se hacía por tarjeta perforada las cuales utilizaban el código hollerith el cual igualmente aceptaba minúsculas, pero igual el teclado de las máquinas perforadoras no tenían minúsculas fue entonces que se me ocurrió como perforar el código de las minúsculas en las tarjetas, luego hice que me perforaran todas ellas, después codifique un programa en lenguaje fortran que leía la tarjeta esas las ponía en una tabla asociada con las mayúsculas desde donde el mismo programa las tomaba para sustituir las minúsculas que leía de la cinta, luego las mandaba a la impresora en mayúsculas logrando imprimir lo que deseaban. Después de haberlo hecho, aparecieron muchos que también decían que lo hubieran podido hacer; pero ni lo propusieron ni lo hicieron.

Esa pequeña argucia fue el empujón en mi exitosa carrera como analista programador. Después, durante casi cinco años, todo fue una cadena de pequeñas ocurrencias que resolvían grandes problemas. Así debería suceder en el mundo pero la mayoría calla y busca monetizar sus ideas antes de proponerlas; o simplemente teme proponerlas por miedo al fracaso.

La envidia y la mediocridad afloran junto al talento creativo, algunos incluso acusan a los que proponen como personas ególatras y presumidas o hasta los descalifican porque no tienen doctorados y maestrías.

miércoles, 7 de octubre de 2020

Cambio climático I

 

La naturaleza modifica todo lo que existe en el universo, cuando hablamos del cambio climático (CC) no estamos poniendo en discusión lo que hace la naturaleza sino el efecto antropogénico[1] del cambio climático; está bien demostrado que inició con la era industrial[2]. Así que querer involucrar los procesos biológicos y no humanos en ello es manipulación.

En nuestro planeta la Tierra, que es del que estamos hablando, existe un problema en el clima porque hemos utilizado fósiles que en un periodo de tiempo se formaron a partir de una atmósfera rica en ácido carbónico CO2, al utilizarlos estamos revirtiendo el proceso. Nosotros como humanos surgimos cuando esa atmósfera de carbono desapareció, la nueva nos favoreció y de ahí hemos evolucionado a lo que somos, ahora estamos regresando a la anterior, una que no nos facilita la vida. Los fósiles que menciono básicamente son el petróleo, el gas natural, el carbón mineral y carbonato de calcio (caliza).

Existe la confusión debido a que el CC se produce por algo llamado efecto invernadero, donde algunos gases ayudan a que esto suceda, el metano, bióxido de carbono e incluso el vapor de agua son los principales que lo ocasionan.

Omiten algo que se llama el ciclo del carbono[3] parte de la formación y recuperación de los gases de la atmósfera que contienen carbono; que es importante entender para no confundir los orígenes de esos gases y quererlos culpar como efecto antropogénico.

La vida en la tierra está formada con cadenas del elemento carbono. De ahí que en todos los procesos de vida se liberen gases con carbón; igual sucede cuando los seres vivos mueren, pero todos estos procesos nada tienen que ver con el CC.

La sola existencia de nosotros los humanos representa una recuperación de carbono y una emisión del gas bióxido de carbono inmenso, que para nada tiene que ver con el CC. Tan solo es un proceso biológico que entra en el ciclo del carbono.

Básicamente el 92% de la gasolina que se quema todos los días con los automóviles son carbón que entra a la atmósfera. Así pues, cada vez que usted se gasta un tanque de 60lts se van aproximadamente 32.42kg de carbón a la atmósfera. Agregando también todos los demás contaminantes. El consumo de gasolina representa una carga de carbono a la atmósfera de 5 610 197 464 kg al año.

 

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Impacto_ambiental

[2] http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-69162017000100180

[3]  https://es.wikipedia.org/wiki/Ciclo_del_carbono

[4] https://es.theglobaleconomy.com/rankings/gasoline_consumption/