sábado, 15 de agosto de 2020

Cuento chino (garrapata).

 

– Buenos días colega, como van las cosas con los transgénicos.

– Realmente ya abandonamos los cereales y nos estamos enfocando mejor en las plagas que atacan a las mascotas y zonas urbanas.

– A Caray, porque no me pones al día con eso.

– Pues nuestros investigadores se dieron cuenta que cada día son más las mascotas que existen en el mundo, tantas como la población que somos  de personas. Además notaron que, principalmente los perros, son grandes preferidos de las garrapatas. Así pues que ya hicimos una garrapata transgénica a partir de la especie resistente a los garrapaticidas existentes y la hicimos sensible a una sustancia de la que nuestra empresa es dueña.

– Vaya, ya entiendo, así que pondremos en el mercado esa sustancia a precios elevados y como nada la mata la desesperación de los dueños hará que la compren.

– Así es, pero no es eso todo, sino que cuando nuestro producto sea líder en ventas cambiaremos la garrapata por otra que resistirá esa sustancia; pero no otra nueva que también es nuestra. Y así todo lo que sea para plagas en perros será nuestro mercado. ¿Qué te parece?

– ¿Qué con las leyes de cada país?

  Ya sabes que eso nunca ha sido problema, entiendes  que tenemos a nuestros promotores poniéndose de acuerdo con las autoridades para que se hagan de la vista gorda.

 

Breve recordatorio[1]: Una empresa famosa produjo semilla de colza transgénica, de manera que la misma soportaba la fumigación de un herbicida propiedad de la misma empresa,  así pues que para poder fumigar la hierba indeseada en el cultivo de colza los agricultores se veían obligados a comprar la semilla a la misma empresa, ya que las que acostumbraban usar no soportaban ni la maleza invasora ni el herbicida. De tal manera que la empresa ganaba con la semilla y el herbicida.

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