Este martes 28 de enero recibí una invitación, de mi amiga la Lic Arcelia Barrera, para una plática que daría el Artista plástico Jesús Anaya Roque.
¿Para el jueves?, caramba para ese día lo que siempre había recibido eran invitaciones para el pozole, al ver la hora de la cita, las 17:00. No entiendo cuando fue que decidieron hacer estos eventos como matiné. Antes siempre eran después de las 20 hrs., horario donde son pocos quienes se encuentran laborando.
Pero el tema de la plática, viniendo la invitación de mi estimada amiga y siendo el exponente un artista que acababa de escuchar comentarios interesantes sobre él, pues me dije: ¿qué puedo perder si dejo el trabajo y voy?; así que fui.
Preparé todo para fugarme a la plática de Jesús, caminando desde mi casa atravesé la plaza y antes de llegar a la funeraria de la calle de Hidalgo; ahí era la cita. Edificio 11, en donde antes acudía cotidianamente por la correspondencia; en la planta baja, a pagar los impuestos; en el primer piso y a la verificación de la balanza; en el segundo. En este segundo piso sería el evento.
Llegué; como siempre, antes del inicio, mucho antes, porque estamos en Chilpancingo. Ustedes deben entender, que, si de algo se caracteriza la gente de aquí, es de su poca puntualidad.
Pero todo se compuso cuando miré la sonrisa de mi amiga quien me saludo y abrazó, luego me presentó a uno de los organizadores de la reunión Carlos Altamirano, caramba ahí estaba el artista plástico Everardo Reyes Ríos, quien me recibió amablemente y me llevó directamente a presentarme a Jesús Anaya con quien tuve una ligera charla sobre la ausencia del arte en la educación.
Después llegó el amigo y caminante Jorge Morales, mientras iniciaba el evento estuvimos apreciando la pequeña exhibición del impresionante trabajo artístico de Anaya.
Cerca de las seis inicia el evento, que con claridad y calma en su hablar Anaya explicaba su concepción interesante del arte. El arte es un tema escabroso, difícil para congeniar visiones de quienes se sienten o son artistas. Un tema que está más pegado al alma que al materialismo.
Anaya mencionó la importancia de la creatividad, de salirse de lo acostumbrado, de hacer las cosas de manera diferente.
Y mirando su obra o la parte que miré se nota que un rostro femenino no tiene la tez de ninguna parecida a las que tienen las damas reales, sino que están repletas de los colores puros del arcoíris.
Comentó de su infancia y de cómo los popoyotes de colores, que entonces existían en el río de su tierra y la naturaleza, fue la inspiración para ese colorido que utiliza en su obra, que no es toda ya que también usa aguadas y carbón en otras. Anaya tiene estudios en artes gráficas en la UNAM o sea también tiene preparación académica. Pero como dijo hay que salirse de ese camino y andar el propio. Dijo, no como lo digo yo ahora, pero algo así de que sus pinturas son su lenguaje y que en ellas está todo lo que tiene que decir.
Hubo algunas intervenciones: la de un joven músico que se interesó por aquello de salirse de lo acostumbrado y la de Jorge, quien hizo que creciera el evento con otra opinión diferente al respecto de lo comentado por Anaya.
Ya más tarde de lo programado salimos, me despedí y en espera de que en alguna otra ocasión me inviten. De preferencia en horarios después de las 20hrs.
Al final la Lic. Barrera entregó el reconocimiento al artista.