sábado, 11 de marzo de 2017

¿Qué paguen?

empresasSTA_6395.JPG
Foto de Edgar P. Miller


Por todo el mundo se instalan plantas para procesar, construir, tratar o explotar algo de la naturaleza. Las empresas multinacionales no tienen nación, ellas van por las utilidades y en donde sean mayores ahí se plantan.
En todas partes también existen personas, espero que sea así, preocupadas por los daños al medio ambiente que esa actitud genera, pero hábilmente los empresarios corrompen a los gobernantes para que lo permitan y además para que confundan a la población haciéndola creer que todo lo que ellas hacen es en beneficio de las masas.
El otro día miré un cartel de uno de tantos políticos electoreros, que ahora abundan, y que igual serían las cosas si no existieran, quizás mejores porque no tendríamos que mantenerlos, en la cual había una leyenda, que decía como proponiendo él una inteligente idea: “si las empresas contaminan, que paguen los daños*”.
Primero me causó gracia por la inocencia de la propuesta, después molestia al pensar mal (piensa mal  y acertarás) de que es un movimiento manipulador.
Me pregunto ¿Cuanto cuesta el hábitat de una especie? ¿Cuanto la especie que se extermina? Considero que quien propone eso debe tener un gran espacio en el cráneo dispuesto a ser contaminado y después recibir el pago.
Hace 33 años ocurrió un incidente en un pequeño poblado de la india propiciado dentro de una instalación de la empresa Union Carbide. Donde murieron 20000 personas. Pregunto: ¿cuánto cuestan esas personas dentro de la mente de este político minusválido; o en la mente de esos empresarios sin escrúpulos que sólo buscan utilidades?.
Cada día que pasa me doy cuenta de la poca memoria histórica de nuestros políticos y más cuenta de lo inescrupulosamente que se comportan.
El suceso mencionado es sólo un pelo de la greña de desastres que ocasionan estas empresas voraces.
Los argumentos que dicen que son quienes hacen lo que necesitamos, es sólo parte de la verdad, la mayoría de cosas que se fabrican son basura para esquilmar ingenuos, facilitar la flojera y tener un número mayor de población idiota. Lo que realmente necesitamos no requiere destruir el mundo.


Jorge Rosas del Verde Ecologista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario