Llevo un poco más de cuarenta años atendiendo a personas que ingresan a mi negocio con problemas de plagas y enfermedades.
Curiosamente en estos momentos ya llevamos casi un año con una pandemia y me doy cuenta que la actitud de los gobernantes y antagónicos de los mismos se comportan muy similares a mi clientela cuando se enfrenta a este último problema.
La primera impresión que tengo cuando atiendo a uno de mis clientes, que llega desquiciado por las plagas; o enfermedades de sus animales, es su total desconocimiento o equivocada apreciación del mismo.
La segunda es la soberbia que irradia para reconocer que tiene un problema y quien lo está atendiendo conoce mejor el mal que él.
La tercera es que quiere una solución total e inmediata.
La cuarta es que la quiere económica y de aplicación sencilla.
Así los gobernantes ante la pandemia temen que afecte la economía y también quieren una solución mágica. Lo peor es que arrastran en su desesperación a toda la población.
En esta situación surge el pensamiento mágico de los afectados, parte por la saturación que han tenido por la publicidad en los medios, donde les dicen o inducen que todo se resuelve con dinero y con “tecnología”, “ciencia”; y otras lindezas que el mundo moderno a creado para enriquecer a algunos; y en lugar de amortiguar los problemas de la mayoría cada día los agrandan.
Así ahora con la pandemia, nos llegó y lo primero que nos enseñó, a aquellos que estamos dispuestos a aprender, fue que no estábamos preparados para eso.
Que la ciencia no camina para donde tenía que caminar.
Y que quienes gobiernan están entregados a intereses mercantiles y no al servicio de la población.
Y como resulta con mis clientes, quienes se ajustan a la realidad aprenden a controlar su problema con ayuda; quienes no, el menos peor se va sin comprarme. Pero los hay que compran de acuerdo a su pensamiento mágico y después regresa a reclamarme que lo que le vendí no sirvió para lo que él decidió que servía. Otros sólo me balbucean palabras mientras se retiran del lugar.
Y no digo que sea fácil vivir con un problema, pero se puede soportar mejor si uno intenta entenderlo y sobretodo si lo logra.
Así con el Covid-19. Este mal es sólo uno de muchos que el ser humano ya soportó y sobrevivió, como especie, a ellos. Vendrán otros, si sobrevivimos a este, veremos que la situación no cambiará. Porque si somos seres vivos, igual son los virus, hongos, bacterias, micoplasmas, parásitos y priones. Ellos, como los ambiciosos empresarios, cuando miran un bosque para aumentar su riqueza; así estos pequeños nos miran a nosotros para su bienestar y propagación.
Así como nosotros nos alimentamos y utilizamos para nuestro beneficio a otros seres vivos, así ellos tienen la misma necesidad. En todo esto no existe salvación. Esa es la vida; y es hermosa a pesar de todo eso.
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