Muchos consideran que los bosques tan solo son aquellos árboles maderables, que legal e ilegalmente algunos talan. Y se tiene que ser muy tonto para considerar que sembrando otros se resuelve el mal que causa cortarlos.
Pues bien, un bosque es un ente biológico formado por esos árboles, pero también viviendo en simbiosis con otras plantas de diferentes especies, artrópodos, hongos, líquenes, musgos, bacterias, levaduras, mamíferos, reptiles, batracios, aves y otros seres vivos de otros grupos.
Por millones de años fue evolucionando a través de múltiples transformaciones debido a meteoros y movimientos que a sufrido la tierra.
En los últimos cincuenta años apareció algo que terminaron por llamar cambio climático, un efecto en el clima producido por la actividad del hombre en la tierra.
En el equilibrio del bosque incluso el humano era parte del equilibrio, cosa que cambió cuando descubrió el trueque, después el acaparamiento y la especulación. Fue en ese momento que ya no era parte del bosque, sino que un explotador de él. De esa manera muchos bosques naturales fueron destruidos, aniquilados y después se crearon otros artificiales que no son ni la sombra de los originales pero que son útiles para el capital. Decir que los bosques artificiales son un buen remplazo de los naturales es como decir que una explotación ganadera es lo mismo que el Serengueti [1].
Los pocos bosques que quedan poco a poco irán sufriendo el destino de los antes mencionados, hasta agotarlos todos. Al parecer a quienes podrían hacer alto en esto, no les tiene en cuidado, ya que no entienden la importancia que representa; a ellos solo les interesa el capital que proporcionan. Teniendo en mente que después pueden falsificarse. Cosa que pocas veces sucede y quedan los páramos destruidos y próximos a la desertización. O utilizado el espacio para actividades que no proporcionan lo que los bosques hacen, que es de gran importancia.
Hablando de la importancia, unas de ellas es la conservación de los mantos acuíferos, el ciclo del agua y del bióxido de carbono y oxígeno, la regulación del clima, la conservación de la variedad de vida; mucha que ni siquiera conocemos ni sabemos para que podrían sernos útiles. En poca palabra se mantiene una biósfera[2] sana.
En estos momentos ya es preocupante el clima, la carencia de agua, la desaparición de muchas especies de insectos, ahora se están dando cuenta, tarde, de que eran útiles y ni lo habían pensado. Con el bum de los insecticidas, matarlos era una fiesta, eran los malos de la civilización. El único insecto que les preocupaba eran las abejas, y desde luego porque dejaban capital, cuando se dieron cuenta que escaseaban las abejas, entonces se fijaron que los demás también son útiles; y ni lo sabían; o se hacían pendejos por conveniencia, los insecticidas le dejaron muchos millones a Bayer, Geigy, Dupon, Union carbide, Cyanamid y a otras corporaciones del primer mundo. Pues bien poco a poco se fueron acabando los grandes mamíferos, después aves, reptiles, batracios y otros, con los insectos se llega a la apocalipsis, no desde el punto de la religión, sino de un fin real, material que estamos viviendo en este momento.
El incremento de los incendios de bosques y selvas en el mundo, no es una advertencia de que debemos cuidarlos; al parecer es el aviso de que ya los destruimos, de que no hay marcha atrás. Espero equivocarme, pero todo nos lleva a lo dicho. En la siguiente liga:
Podrán si quieren ver como se compartan los incendios en el mundo. Un día para la tierra hoy; tal vez el día de su entierro imaginario.
