Noviembre del 2021. Ya se van a cumplir dos años de la amenaza del SARS-CoV-2, ya son más de cinco millones de muertes por la enfermedad. Este mal a obligado a la población a relajarse de las reuniones; así que, tan pronto como se vio que disminuyó el contagio, los compañeros de la secundaria; de Elsa mi esposa, decidieron hacer la reunión anual acostumbrada. La que por el mal se había suspendido el año pasado.
Decidí acompañarla, en esto que yo consideré un suicidio colectivo, exageración mía; pero prevista, ya que apareció una nueva ola de contagios en Europa y Asia por una cepa nueva del virus surgida en Sud África, nuestra reunión podría resultar una fuente de lo mismo. Con eso de que en el grupo hay algunos viajeros frecuentes.
Así pues, hice la transferencia del dinero valor de la cooperación acordada, embargado de la emoción que da reunirse con los amigos de antaño, estuve a la espera del día indicado.
Y llegó el día esperado, sábado a las tres de la tarde del 27 de Noviembre del 2021 (2,956 contagios confirmados). Las ventas del negocio de lo peor; así que acordamos con Elsa cerrar El Rancho a las tres. Después del ahí aventarnos al asunto. Lety Luna dispuso ir con nosotros, así que tan pronto llegó al negocio; lugar de reunión, nos montamos los tres con su respectivo bozal a una urban del servicio colectivo; y partimos a las instalaciones que en un tiempo fue el club de Leones, parece ser que sigue estando ahí mismo pero transformado.
Entramos al edificio, el festejo sería en la parte baja, algo planeado como estacionamiento pero fue adaptado para reuniones, dos cosas para lo que la mayoría de la gente de Chilpancingo trabaja: el automóvil y las pachangas.
No fuimos los primeros, realmente fuimos de los últimos, ya estaba la mayor parte sentadas en las mesas que prepararon.
Más viejos y algunos más gordos; otros como yo, más flacos, además acompañado de una memoria senil que no ayuda a recordar los nombres, pues a jugar a las adivinanzas. Me dirigí hacia los que recordaba mejor para iniciar los saludos. Me fui al grupo donde estaba Arturo Cervantes y Juan Vázquez. Algunos ayudan, sobretodos aquellos que te miran como diciendo a que hora me saludas; otros tal vez esperan que no se te vaya a ocurrir acercárteles, mucho menos sentarte a su lado.
En lo que se puede llamar la cabecera del conjunto de mesas estaban los organizadores, supongo, Martha Garzón , Carlos Saavedra y Velia Luna.
Poco después llegaron los que tienen hueso; Antonio Helguera y Ángel Almazan cumpliendo con el protocolo; aquel, de que a las masas hacerlas esperar es lo mejor. También saludaron al llegar, ellos sí fueron mano por mano saludando a todos, bueno casi a todos.
Domingo Adame con su linda y joven novia Claudia llegaron después que nosotros al igual que Edgardo Mercado; él ahora solapas. Domingo y su carisma, talento y bien tratar es recibido con ganas por toda la humanidad. También el Dr. Jorge Sandoval y esposa, Salvador Sevilla y esposa.
Pedro Julio Valdez Vilchis tambien estuvo, el cuarto poder no pudo quedar omiso.
Otros de los que se me pierden a la memoria los nombres Sambrano, Fernando, Bonilla,
Ya todos sentados, cada quien inició a sacar su bebida, ya probé las otras e insisto que prefiero mezcal, así que yo llevé mezcal. Pusieron vino de mesa y agua sobre los manteles para la comida: fiambre habían anunciado tenía tiempo que no lo comía y deseaba hartarme un plato. Me hizo mal; espero que sea un rato y también la única víctima.
Después de la comida, Martha pidió, ocurrencia intolerante, que se rezara un padre nuestro. Para que la amiga que se infartó el día anterior al festejo se mejorará. Esto al parecer es una forma de comunicarse con los médicos para convidarlos hacer su mejor esfuerzo. No llevé en mis estudios de comunicación y electrónica esta técnica. Gustavo Vázquez, después del padre, se siguió con el Ave María sintiéndose, quizás, vicario de la basílica.
Después iniciaron los compañeros cantores su espectáculo, el sonido contratado no pudo ponerse a la altura de Gerardo Ortega, así que lo hizo excelente a capela. Un gran tipo Gerardo.
Después otros personajes cantaron: Lety Escobar y Carlos entre ellos.
La sección de fotografía de grupo no se hizo esperar y todos se abalanzaron a ocupar un lugar para salir en la foto. Carlos le pareció mejor lugar las piernas de Edgardo, confieso que estaban algo frías y duras las sillas.
No faltó la sección de fotos con los del poder; al fin amigos, donde el secretario y el diputado fueron los codiciados.
Ya después de algunos discursos incluso una promesa de propuesta para que Domingo reciba uno de los premios que acostumbra el Estado otorgar cada año.
Bailamos un rato, bueno los que estamos en condiciones.
Siguieron las despedidas; después de compartir unas copas .
En esto estábamos cuando llegó Tito Infante, pues nos saludamos pero como ya iba de salida, pues no convivimos con este personaje de Chilpancingo.
Hasta el próximo año con aquellos que todavía tengan la luz de la vida en sus ojos.
Felices fiestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario