sábado, 28 de junio de 2025

Libertario.

 

 

 

Hasta el día de hoy me he mantenido al margen, observando con atención, pero sin adhesión a quienes detentan el poder. La llegada de un político de verbo encendido y de actitudes que contrastaban con los regímenes anteriores despertó en mí una tenue esperanza: ¿sería, acaso, el fin del despojo neoliberal que nos arrastra al suicidio colectivo como pueblo? Esa posibilidad me brindaba un respiro.

Andrés Manuel López Obrador, es cierto, trastocó las formas y alteró estructuras viejas; sin embargo, dejó intactos a quienes siguen desgarrando la tierra, profanando montes y ríos, empobreciendo la vida.

Hoy asoma una mujer al timón de la nación. Es un hecho sin precedente: el pensamiento femenino, distinto en su entraña al masculino, abre la posibilidad de nuevos senderos. La mujer, en su impulso vital, tiende a proteger, a cuidar. No niego que también las hay capaces de crueldad, pues la estructura del poder todo lo corrompe.

En una de esas tribunas matutinas que llaman “mañaneras”(1) —no sé si la de hoy, 26 de junio de 2025, o la de ayer— escuché con inquietud una frase lanzada con aparente ligereza: “somos un régimen democrático, libertario”. Libertario, dijo.

Pero cuidado con las palabras. El libertarismo,(2) tal como lo entiende la doctrina burguesa, no es más que el disfraz elegante del egoísmo capitalista: la exaltación del individuo por encima del bien común, la abolición de todo control que impida al más fuerte devorar al débil. Es la libertad de explotar, de acumular, de contaminar sin límite. ¡Eso no es libertad, eso es barbarie envuelta en papel dorado! Quien gobierna no puede llamarse libertario sin traicionar al pueblo que sufre. El verdadero libertario —el que yo defiendo— no busca gobernar, sino liberar.

Espero, por el bien de todos, que estas palabras sean aclaradas y no presagien una traición disfrazada de libertad. Por mi parte, sigo sin estar convencido. Ni este gobierno ni el anterior han colmado mis anhelos de justicia radical. Pero si al menos se tienden los cimientos de un cambio verdadero, podré, con cautela, concederles el beneficio de la duda

 


[1] https://www.instagram.com/reel/DLVoHHuPj-D/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Libertario#:~:text=Etimol%C3%B3gicamente%2C%20la%20palabra%20%C2%ABlibertario%C2%BB,libertad%C2%BB%20que%20se%20est%C3%A9%20usando.

 

jueves, 26 de junio de 2025

El Sol.

 

 


  

1.      En aquellos días, un hombre se levantó temprano y contempló al Sol, y dijo:

2.      He aquí el que ha sido puesto en los cielos para darnos vida, porque por él germina la semilla, y el fruto madura en su tiempo.

3.      Sin él, no habría calor en la tierra, ni canto en los campos, ni voz en el hombre.

4.      Y el hombre habló a los que estaban con él:

5.      Si yo digo que el Sol es dios, no miento, pues da sin pedir, y sostiene sin exigir.

6.      No vino a juzgar, ni a redimir con sangre, ni a prometer reinos, sino a cumplir su obra con fidelidad.

7.      Entonces algunos le replicaron: Hay un dios único, invisible, que todo lo gobierna.

8.      Y el hombre les respondió: No lo niego, mas tampoco lo he visto. Y quien me lo dice, no puede mostrarlo.

9.      En cambio, el Sol sale sobre buenos y malos, y no hace acepción de personas.

10.  En verdad os digo: Si el Sol está sujeto a las leyes del cielo, y éstas al orden del universo, más allá no me es necesario buscar.

11.  Porque el Sol me da la vida, y a él basta mi gratitud.

12.  No exige templo ni sacrificio, ni sacerdote que lo nombre.

13.  Su luz es para todos, y no espera paga.

14.  Él es mortal, sí, pero su fin no lo veremos, pues antes el hombre habrá destruido su morada.

15.  Así pues, os digo: Más sabios fueron nuestros padres antiguos, que alzaban sus manos al Sol al amanecer, que los que hoy adoran sombras y repiten palabras que no entienden.

16.  Porque aquellos vieron la obra y creyeron en ella, y estos creen en lo que no vieron, y desprecian lo que da la vida.

En verdad os digo: El que ve la luz y no la honra, ya está ciego en su corazón.