Un peligro para México.

Foto de Edgar P. Miller

Una frase que se acuñó durante las elecciones presidenciales de hace dos sexenios y que desde entonces cada que hay elecciones la sacan a relucir, o sea casi todos los días porque en México siempre es tiempo de campañas electoreras.

No se necesita ser maestro ni doctorado en economía para darnos cuenta de qué y quiénes son peligrosos para México, en una era global, donde el neo-liberalismo es bandera de los grandes poderes económicos hablar de un estado como México puede resultar arcaico.

En este mundo actual muchos sabemos sin necesidad de gastar una fortuna para obtener un doctorado de economía o venderse a un banco, que quienes están destruyendo y desplazando a los estados son precisamente los grandes  consorcios globales, principalmente los bancos.

La democracia, con sus elecciones y candidatos no son otra cosa que los señuelos para atrapar incautos para su redil. Hablar de un individuo que pueda resultar peligroso es un acto de risa propio para una obra cómica, una comedia boba. Pocos desconocen, espero, que la mayoría de los que participan en la política tanto con hueso o sin él son maiceados por los verdaderos peligros para México y también para los demás estados que tienen consumidores y recursos naturales.

Foto de Edgar P. Miller

Subir como gran noticia que un cerdo banquero, ungido en rector del tecnológico cuna de corruptos, diga que un individuo sea un peligro para México, muestra en pantalla gigante que la elección pasada fue lo mismo de siempre: fraude, mentira, manipulación y un insulto para el pueblo de México. Además tratar de convencer y cubrir todas las negras intenciones de los bancos y socios con las mismas patrañas de siempre.

Ni siquiera Calderón que inició una guerra donde a diario mueren decenas de personas, ni el rorro Peña Nieto con sus reformas absurdas y entreguistas al gran capital del mundo; son un peligro para México, ya que ellos son solamente  la pestilencia de sus amos quienes los pusieron para eso.

Los pobladores del mundo,  por el motivo que cada uno quiera dar, dejó pasar cuestiones coyunturales que hicieron que esta gente que está apropiándose de todo llegará a este extremo de codicia. Por eso debemos reaccionar y no permitir que sigan su camino.

Seamos todos un peligro para el botín de estos perversos amantes del dinero. Ya dan la cara, lo que puede ser una señal de que ya sienten en las manos el botín, hagamos que se les caiga.