lunes, 5 de febrero de 2018

Encimismo Chilpo.

Foto #edgarpmiller

Desde que el humano inició a construir casas, existen estilos arquitectónicos, miramos como se promocionan excursiones para visitar centros arqueológicos con el fin de admirar estos estilos; también, desde luego, quienes lo promueven lo hacen por el dinero. Sabemos como los arqueólogos se sumergen en el centro arqueológico recién descubierto para indagar cómo, cuándo, por qué y para qué, fue construido. Así pues que en la actualidad hay algunos estilos de construcción más preferidos que otros entre los que ya existían y aparecen nuevas versiones que despues serán motivo de estudio por los arqueólogos del futuro. Queda claro que los estilos parten de una necesidad, ya sea para habitar el lugar o para que resista los embates de los meteoros del lugar; así como también aquellas catástrofes naturales como los sismos y lo despreciable: como fortalezas defensivas ante sus mismos congéneres que intentan atacarlos, queda patente nuestra cualidad de invasores en multitud de ruinas, no dejaremos fuera que algunos estilos se generaron con el solo fin de hacer mirar la construcción bella..

Chilpancingo no se ha quedado a la vanguardia en esto de crear estilo; así que, al observar lo construido, miramos que al parecer tiene uno propio. Por el momento le llamaré el encimismo Chilpo, mientras surge el creador y nos platique personalmente sobre el mismo.

Mientra, haré algunos comentarios al respecto y les mostraré algunas fotos para que puedan deleitarse con la creatividad, esplendor y plasticidad del mismo.
 

Resulta que a pesar de que existe superficie abundante en el mundo para construir casas de una planta, por causas que tienen que ver más con los negocios que con la mejor opción, cada día son más altos y amontonados los lugares que se utilizan para habitar. Recuerdo la vez aquella en que leí el libro: Un maya descubre españa en 1530 de Erasmo Ancira, cuando el maya; ese personaje central se burlaba de la manera en que entonces vivían en españa; encimados decía él.




Aquí en la cuna del Primer Congreso de Anáhuac cada día que pasa la ciudad aumenta en pisos. Casas que hace tres generaciones eran de una planta ahora tienen tres pisos encima, la misma casa, no la demolieron ni hicieron otro edificio; no, fue creciendo como lo hace un árbol, tienen su tecnología sí señor; la desconosco, pero platiqué en una ocasión con un maistro de obras y me dio un cátedra de como le hacen.


 
Foto #edgarpmiller



Pero dejemos el como y miremos un poco el porqué. Resulta que las familias crecen y además son muy unidas. Sucede que cuando los hijos se casan, pues, el casado casa quiere, al parecer lo bajo de los ingresos, no cuadra con la de los egresos, así pues que para ahorrar lo del terreno, ¿por qué no usar el de la azotea?. Plano al fín; hasta la nivelada se ahorran, además ya está cimentado; al menos así lo piensan ellos. Y así, piso por generación; o piso por necesidad de aumentar el ingreso de una familia consumista. Vale pues, qué si somos consumistas en este mundo neoliberal. 

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