jueves, 21 de mayo de 2020

Desquiciados tercera parte.



La ciencia es multidisciplinaria, o sea no es una sola cosa sino que tiene multitud de ramas del conocimiento. Así pues que quienes estudian una profesión científica no solo deberían conocer las ramas más afines sino que otras que bien podrían sacarlos de problemas no previstos y evitar que cuando hacen declaraciones digan incongruencias.

Yo soy apasionado del conocimiento y aunque estudié ingeniería en comunicaciones y electrónica no por eso me quede enclaustrado en ese recinto. Nadie es totalmente experto en algo, puede tener más o menos conocimientos sobre su carrera pero no es posible conocerlo todo.

Así que se le puede disculpar a alguien cuando la riega en lo que dice, sobretodo cuando es de algo que no está muy concatenado a la ciencia que domina.

Bien ya fue mucho de preámbulo. Ahora con esto del COVID-10 los médicos responsables del problema en sus países hacen declaraciones que en algunos casos rayan en lo ridículo, es de lo que quiero platicar.

Resulta que el otro día uno de ellos explicaba de como el virus del COVID-19 (SARS-CoV-2) llega al aire y como dura en él y después termina en el suelo. Decía que el tal virus era uno pesado y por lo tanto al ser expulsados, en los tosidos o estornudos de los contagiados, en pequeñas gotas de más de 5 micras de diámetro que pueden alcanzar cruzando el aire distancias de dos metros, este no llegaba más lejos debido a su peso. Me sonreí y me dije por dentro: --bueno es un médico no un físico, su lógica es macro.

Pues bien me explico, para empezar un virus tiene medidas microscópicas( 50 a 200 nm de diámetro) a tal grado que para verlo se requiere un microscopio electrónico; igual, su peso debe andar en los nanogramos o sea más pequeño que una partícula de polvo. La microgotitas que sería el peso a considerar, y no el del virus, que sí se consideran las gotas en un aerosol, entonces estas se comportan de la manera que lo hace un gas y no un líquido, flotará a distancias mayores ya que su peso es insignificante ante la densidad del aire. Físicamente la micro gotitas andarán dentro de una habitación por todos los rincones sí es en una donde estornudó el contagiado y en espacio abierto su traslado estaría sujeto a las corrientes de aire del lugar del suceso. Así pues que el peso del virus no es determinante en cuanto a la latencia del sujeto sino que más bien debería ser otra condición. Podríamos considerar su poder de transmisión más en tiempo: debido a la acción, sobre el mismo, de las sustancias que existen en la saliva; la temperatura ambiente y la permanencia líquida de la saliva antes de evaporarse. La posibilidad de que virus pueda estar latente una vez que deja el ambiente líquido, expuesto a los contaminantes y gases de la atmósfera.


Recientemente se ha demostrado, en condiciones experimentales, la viabilidad de SARS-CoV-2 durante tres horas en aerosoles, con una semivida media de 1,1 horas (IC95%0,64-2,64).


Otro médico incluso no sabía que era un aerosol y dijo que se desconocía como funcionaba. En ingeniería ambiental, se denomina aerosol a un coloide de partículas sólidas o líquidas suspendidas en un gas. El término aerosol se refiere tanto a las partículas como al gas en el que las partículas están suspendidas. Si hubiera recordado sus clases de química de la preparatoria sabría que son.

No tienen que saberlo, pero al menos puede decir no se; en lugar de inventar, puede ser mejor salida, para evitar confundir a quienes deben cuidarse del mal siguiendo sus recomendaciones.


Continuando con la física en la medicina, se volvió como el recurso milagroso el de hacerse de respiradores. Estos personajes de la salud no pudieron ser optimistas y pensar que todos sanarían con sus propias defensas, no, se fueron al extremo de esperar a que muchos; sino que todos, llegarían al peor escenario. Pero sin conocerlo; tantearon que era igual que en otras enfermedades que producen neumonías.

Los pulmones con un movimiento propio inhalan y exhalan aire el cual lleva oxígeno a los alvéolos que es donde la sangre lo espera. El virus en cuestión daña los alvéolos y satura de líquidos los conductos del aire, así que no permite que el aire llegue ni tampoco que la sangre obtenga oxígeno.

Inmediatamente se miró a los respiradores como la panacea del mal y se hicieron compras de pánico sin considerar todo el soporte que requiere el susodicho aparato. Agregado a que no es un milagro. Preferible era evitar que el mal hiciera de las suyas. Pero claro está, en un mundo consumista comprar se mira como bueno y esperar como malo. Tal vez usar respiradores fue una sugerencia mercantil y no una médica.

Regresando a la física. Sí los alvéolos están llenos de líquidos empujar aire a ellos, a mi parecer, es un procedimiento invasivo de terribles consecuencias. Puede ocasionar un golpe de ariete que puede reventarlos y producir sangrados en el pulmón, ya se mencionan trombosis pulmonares, no sangrados, con COVID_19, probablemente los respiradores bien hechos consideren esto. Si no es momento de actualizarlos inmediatamente.


En matemáticas existe una propiedad que se llama reciprocidad a=b es igual que b=a. La propiedad se utiliza en múltiples disciplinas. Así pues porqué no utilizarla con el COVID-19.

Se dice que de un animal paso al humano. No saben que animal pero lo supone con bastante seguridad. ¿puede el humano infectar a ese animal? o sea ¿es recíproca la infección?.

La duda surge porque ahora existen otros casos que ya hablamos en la segunda entrega: el de que humanos infectaron perros, tigres y gatos. ¿Existe reciprocidad en estas infecciones?. Sí, sería la respuesta lógica pero hasta ahora no es sólida, El no, requiere una buena explicación.

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