viernes, 10 de julio de 2020

Un cuento chino.


Foto del autor

— Buenas tardes camarada Yong.

— Buenas tarde camarada Ying.

— He creído sentir un ruido de pasos,
mas sólo fue el chirriar de un saltamontes.(1)

Dime todo lo que pensabas decirme.


— Pues bien, al parecer todo ha salido a la perfección, el plan está funcionando.
Primero le describo la estrategia y después los resultados.
¿Recuerda camarada que una de nuestras preocupaciones era aquella de saber lo avanzado que estaban las demás potencias para esto de las epidemias?. Así que organizamos una estrategia para medir la temperatura a nuestros camaradas del resto del mundo.

— ¿Como fue la estrategia?


Descubrimos que en la naturaleza existe un virus inocuo identificado como SARS-CoV-2 que aparece en algunas personas y animales sin producir ningún mal. Pues bien, ese fue nuestro espía.

La idea salió de cuando estábamos estudiamos las causas de muertes en el mundo y nos dimos cuenta entonces que cada año las neumonías atípicas crecían. En el estudio se llegó a la conclusión que las mismas eran ocasionadas por el problema del cambio climático sumado a ésta la contaminación en el mundo, algo de lo que nosotros somos culpables en parte y que por ahora no podemos evitar.

Así que para darnos tiempo en ese problema y a la vez lograr el objetivo ya mencionado, como principio fingimos un brote epidémico causado por ese virus inocuo; llamada la enfermedad covid-19.

Para alertar a la OMS y a las demás potencia la actuación inmediata fue que el mismo se desplazaba contagiando rápidamente y matando principalmente a la población que ya de por sí moría por las neumonías atípicas y otros males, lo cual resultó en un éxito fantástico; incluso aquí en Wuhan.

La corrupción que existe en todos los países capitalistas de inmediato facilitó el fraude sin que ellos dudaran, ya que lo miraron con conveniencia para hacerse de los dineros de sus contribuyentes aterrados justificando la salud; salvo Mr Trump que quiso acusarnos del contagio deliberado.

Nosotros les pasamos a todos ellos el RNA del virus y a ninguno de ellos se les ocurrió verificar si realmente contagiaba, simplemente fabricaron pruebas para vender y exigir se aplicaran, las cuales mostraban lo que ellos y todos los que trabajan en los sectores de salud quisieron: la enfermedad que les permitiría manejar dinero a montones en base a inflar los contagios y muertos. Incluso en algunos países se utilizó como arma política contra sus oponentes ignorando las advertencias de la ONU.

Era interesante ver, cuando una persona con gripe se presentaba a un centro de salud, como inmediatamente lo trataban de covid-19, casualmente algunos de esos pacientes a quienes aplicaban la prueba tenían el inocuo virus y eureka confirmaba que el mismo ocasiona el mal; lo cual nosotros sabiamos muy bien que no. Lo más interesante fue lo de los respiradores, a todo aquel que llegaba con deficiencia respiratoria lo entubaron para justificar la compra de màs.

A los muertos por neumonías atípicas; y a otros incluso, en el mayor de los casos, simplemente los cremaban o enterraban; sin ninguna prueba, ya que daban por hecho que el nuevo mal se los echó.

Fue un buen año para neumonías, así que en europa fue todo un éxito donde los sistemas de salud no se dieron a basto, mostrando su retraso. Esto desde luego para justificar otras corruptelas también. Que por lo mismo nadie se preocupó por verificar si el virus era el causal, todo concordaba con las pruebas de existencia del virus en enfermos pero nadie fue más allá para dudar de él y descubrir el engaño. Lo que demuestra que están más avanzados en explotar a su gente que en cuanto a estar preparados para una epidemia.


— Pues bien camarada preparemos el siguiente paso.

¿Qué amas más la fama o  tu persona? 
¿Qué amas más tu persona o tus riquezas?
¿Qué te hace más desdichado ganar o perder?
Por eso aquel que desea demasiado demasiado consume
Aquel que más atesora más pierde
El hombre que se contenta no padece desgracia
El hombre que sabe detenerse evita el peligro 
Siendo así su vida será larga. (1)

 (1)
Los clásicos de la literatura China, siglo xviii; sep/trillas

No hay comentarios:

Publicar un comentario