Proverbio chino.
En la caminata del domingo seguimos una ruta nueva. Anduvimos por un camino de herradura hasta su término. De ahí como el poema de Antonio Machado: Caminante no hay camino se hace camino al andar. En eso andábamos cuando de la maraña surge un leopardo, lince o tigre del tlacololero, ya tenía sus garras sobre mis brazos y con su hocico abierto, hasta lo máximo, se precipitaba sobre mi cabeza. Si no hubiera sido que me le adelanté y le mordí la legua arrancándole un pedazo; lo cual hizo que huyera lamentándose, ya no estaría contando el suceso.
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