Se ha mediatizado
el debate sobre la comida chatarra, ¡claro somos una sociedad chatarra!. Yo
considero que todo esto de los alimentos chatarra es una argucia del gobierno
para distraer a la población con asuntos que ya están regulados pero que el
ignora las regulaciones para no afectar los intereses de sus aliados, saca a la
luz de que ahora si va en serio se pasan un rato legislando y la población, por
su poca capacidad intelectual se aburre y se olvida hasta que en otra ocasión
interese revivir el asunto. ¿Qué por qué somos una sociedad chatarra? Pues
porque: si es que en alguna época existió una sociedad ejemplar, la que tenemos
ahora sólo es la chatarra de ésa.
-Vieja(o) el niño
no me deja trabajar ¿que hago?
-Préndele la tele
para que se entretenga.
Así siguen desde
entonces estos niños ahora son adultos, no se despegan de la tele, y es la tele
la que dice que tenemos que debatir.
Pues bien
debatamos, a petición de mi cuate ¿? tendré que hablar sobre la comida
chatarra.
Bien recuerdo
aquellas clases de la infancia donde nos daban a conocer tres grupos de
alimentos, considerados, en aquellos ancestrales tiempos como lo mejor para
alimentarse. Heme aquí, que yo, muy obediente los seguí, aquí estoy a mis
sesenta años casi entero y sano.
Entonces me
pregunto: ¿por qué la demás gente no lo hizo?
Miren ustedes, la
vida es fácil. Pero existen, o existimos para no singularizar, algunos que no
lo ven así y a cada paso que dan ven un montón de obstáculos y para
librarlos consultan por aquí y por acá. Es debido a esto que han resultado un
montón de sabios relacionados con los alimento, nutriólogos, nutricionistas,
mercadologos (¿Qué estos no? Pues ya se fue) etc., que lo único que han hecho
es poner de cabeza a todos estos necesitados de lazarillos, tan sólo por estar
ciegos y no seguir aquellos pequeños pero precisos conocimientos: sobre qué
debería uno comer.
Carne, huevos y
leche.
Pan, tortillas,
arroz, avena.
Frutas y verduras.
Reafirmando:
Carne: cualquiera
o huevos cuando no hay; con leche desde luego, o sus derivados mantequilla en
lugar de margarina, quesos frescos de preferencia, pero todos son buenos salvo
los industrializados.
Cereales:
cualquiera, recuerde los cereales son la avena, el maíz, el trigo, la cebada,
etc. Nada de cornflaques eso es chatarra.
Frutas y verduras:
todas son buenas y necesarias. Que no lo espanten que tienen parásitos o que
producen enfermedades; las enfermedades las va ha tener si no las come.
Eso sí de los tres
grupos siempre y moderadamente.
Así de fácil es,
para la gente sana aquellos que tengan una que otra deficiencia pues a visitar
al médico que también él necesita comer de los tres grupos.
¡Ah!, ¡pero no!,
la economía del país del norte, tan cerca de Estados Unidos y tan lejos de
dios, se ha encargado de encaminar lo que comemos hacía donde su cartera
requiere engordar y no hacia donde nuestro cuerpo necesite estar alimentado,
escuche alimentado, que no es lo mismo que tragar hasta empacharse. Quedarse
con un poquito de hambre es mejor que retacarse.
¿Y qué con EU?
Pues que satanizó
primero el huevo, después la carne, posteriormente el maíz, después las
verduras pero nunca los refrescos, nunca las margarinas, menos las comidas
industriales, ni muchos menos todos esos bodrios que venden para los niños
incluyendo los gerbers.
Consuman lo menos
que puedan alimentos envasados los no envasados y frescos son los mejores y
siempre dentro de los tres grupos que ya mencioné.
*******
Considero que
debemos tener mucho cuidado al exigirle al gobierno que haga tal o cuala cosa.
Me explicare, yo reflexiono que no debemos dejar que el gobierno se entrometa
en los asuntos que son de incumbencia de cada individuo, la alimentación desde
mi perspectiva es algo que solamente incumbe a quien come y no debe
permitírsele al gobernante que le regule lo que come o donde lo come. Cada vez
que se le permite al gobierno inmiscuirse en cosas personales perdemos
libertades, libertades que fueron adquiridas con la sangre de muchas personas.
Creo incluso que
este movimiento de quitar las comidas chatarras de las escuelas es una
distracción a lo que realmente es la intención de la ley que quieren aprobar,
los gobernantes casi siempre, si es que no siempre, actúan con el propósito de
controlar más que para el beneficio de sus gobernados.
Lo anterior no
quiere decir que el gobierno no tenga parte en el asunto; sí la tiene, pero es
por eso que digo que debemos ser muy cuidadosos. Las personas podrán comer bien
o mal según lo deseen; es su derecho. Esto no quiere decir que no deba el
gobierno obligar a quienes venden productos para comer, mal llamados
alimenticios, a indicar lo bueno o malo que son las cosas que venden, también
corresponde a la autoridad vigilar que los fabricantes no digan maravillas de
los venenos que venden como alimentos inclusos algunos son mencionados con
poderes medicinales, así vemos a las bebidas embotelladas que las venden como
refrescantes quita sed y otras mentiras, o los mal llamados cereales, ya que
son derivados de y no cereales, que indican que son muy buenos alimentos,
porque les adicionan vitaminas, no siéndolo; los yogures anunciados más como
laxantes que como comida. Con una falsa interpretación de la libertad de
expresión se permite a los grandes emporios de productos comestibles timar a la
población para que consuma lo que ellos venden.
Es importante que
la educación oficial le de un buen enfoque al aspecto alimenticio, aquí es
donde el gobierno puede hacer su parte, aquí es donde la parte que se refiere a
controlar lo que se vende de comer en las escuelas puede usarse para educar a
comer sabroso y nutritivo sin ocasionar enfermedades por excesos en la
alimentación y más por los excesos en el mono alimento: esto es muy común entre
la población. Están acostumbrados a distribuir sus comidas entre muy pocos
alimentos por lo que caen en el consumo excesivo de un tipo de sustancia
ocasionándose enfermedades y desnutrición.
Los padres para no
tener la dificultad de una preparación que les permita orientar a sus hijos en
la alimentación, a veces prefieren que la autoridad los controle y así ellos
nadan de muertito responsabilizando a otros de los daños que suceden en la
salud de sus hijos. Desde antes de pensar en tener hijos ya deberíamos
prepararnos, al menos, en saber que y como comer. Aquí si podríamos exigirle a
la autoridad que cree, o difunda la existencia de lugares de consulta, bien
intencionados sin infiltración de transnacionales, para que los padres tengan
el apoyo necesario para aprender o en su caso mejorar lo aprendido en las
escuelas oficiales.
Existen multitud
de productos que se venden para comer que tiene según los mercaderes
propiedades increíbles, llegamos a este momento en que ya casi todo lo que
venden es un medicamento, que para la diabetes que para poder hacer del baño,
que para ser más inteligente, que para que sus hijos no nazcan tarados, etc.
Esto es indebido y permitido, esto último es lo que no debe existir y si por
derecho los fabricantes pueden decirlo entonces debemos prepararnos, utilizando
nuestros derechos y denunciarlos, aquí se podría exigir tiempo en los medios
igual al de esa publicidad que los posiciona como maravillas en el mercado y
engañando a una población ignorante permisiblemente, conformes con su
ignorancia, tratando de culpar a alguien de lo que le corresponde saber, sin
educarse para comer adecuadamente. Existe un instituto (el de protección al
consumidor) que se creó para esto de evitar engaños en la publicidad, pero los
gobiernos globalistas lo han arrinconado, limitándolo en sus funciones para que
no interfiera en la nueva conquista la de los grandes comerciantes de
alimentos, en lugar de darle fuerza necesaria para evitar estos timos que de
acuerdo a la ley de protección al consumidor están prohibidas.