jueves, 18 de noviembre de 2010

Comida Chatarra


Se ha mediatizado el debate sobre la comida chatarra, ¡claro somos una sociedad chatarra!. Yo considero que todo esto de los alimentos chatarra es una argucia del gobierno para distraer a la población con asuntos que ya están regulados pero que el ignora las regulaciones para no afectar los intereses de sus aliados, saca a la luz de que ahora si va en serio se pasan un rato legislando y la población, por su poca capacidad intelectual se aburre y se olvida hasta que en otra ocasión interese revivir el asunto. ¿Qué por qué somos una sociedad chatarra? Pues porque: si es que en alguna época existió una sociedad ejemplar, la que tenemos ahora sólo es la chatarra de ésa.
-Vieja(o) el niño no me deja trabajar ¿que hago?
-Préndele la tele para que se entretenga.
Así siguen desde entonces estos niños ahora son adultos, no se despegan de la tele, y es la tele la que dice que tenemos que debatir.
Pues bien debatamos, a petición de mi cuate ¿? tendré que hablar sobre la comida chatarra.
Bien recuerdo aquellas clases de la infancia donde nos daban a conocer tres grupos de alimentos, considerados, en aquellos ancestrales tiempos como lo mejor para alimentarse. Heme aquí, que yo, muy obediente los seguí, aquí estoy a mis sesenta años casi entero y sano.
Entonces me pregunto: ¿por qué la demás gente no lo hizo?
Miren ustedes, la vida es fácil. Pero existen, o existimos para no singularizar, algunos que no lo ven así y a cada paso que dan ven  un montón de obstáculos y para librarlos consultan por aquí y por acá. Es debido a esto que han resultado un montón de sabios relacionados con los alimento, nutriólogos, nutricionistas, mercadologos (¿Qué estos no? Pues ya se fue) etc., que lo único que han hecho es poner de cabeza a todos estos necesitados de lazarillos, tan sólo por estar ciegos y no seguir aquellos pequeños pero precisos conocimientos: sobre qué debería uno comer.
Carne, huevos y leche.
Pan, tortillas, arroz, avena.
Frutas y verduras.
Reafirmando:
Carne: cualquiera o huevos cuando no hay; con leche desde luego, o sus derivados mantequilla en lugar de margarina, quesos frescos de preferencia, pero todos son buenos salvo los industrializados.
Cereales: cualquiera, recuerde los cereales son la avena, el maíz, el trigo, la cebada, etc. Nada de cornflaques eso es chatarra.
Frutas y verduras: todas son buenas y necesarias. Que no lo espanten que tienen parásitos o que producen enfermedades; las enfermedades las va ha tener si no las come.
Eso sí de los tres grupos siempre y moderadamente.
Así de fácil es, para la gente sana aquellos que tengan una que otra deficiencia pues a visitar al médico que también él necesita comer de los tres grupos.
¡Ah!, ¡pero no!, la economía del país del norte, tan cerca de Estados Unidos y tan lejos de dios, se ha encargado de encaminar lo que comemos hacía donde su cartera requiere engordar y no hacia donde nuestro cuerpo necesite estar alimentado, escuche alimentado, que no es lo mismo que tragar hasta empacharse. Quedarse con un poquito de hambre es mejor que retacarse.
¿Y qué con EU?
Pues que satanizó primero el huevo, después la carne, posteriormente el maíz, después las verduras pero nunca los refrescos, nunca las margarinas, menos las comidas industriales, ni muchos menos todos esos bodrios que venden para los niños incluyendo los gerbers.
Consuman lo menos que puedan alimentos envasados los no envasados y frescos son los mejores y siempre dentro de los tres grupos que ya mencioné.
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Considero que debemos tener mucho cuidado al exigirle al gobierno que haga tal o cuala cosa. Me explicare, yo reflexiono que no debemos dejar que el gobierno se entrometa en los asuntos que son de incumbencia de cada individuo, la alimentación desde mi perspectiva es algo que solamente incumbe a quien come y no debe permitírsele al gobernante que le regule lo que come o donde lo come. Cada vez que se le permite al gobierno inmiscuirse en cosas personales perdemos libertades, libertades que fueron adquiridas con la sangre de muchas personas.
Creo incluso que este movimiento de quitar las comidas chatarras de las escuelas es una distracción a lo que realmente es la intención de la ley que quieren aprobar, los gobernantes casi siempre, si es que no siempre, actúan con el propósito de controlar más que para el beneficio de sus gobernados.
Lo anterior no quiere decir que el gobierno no tenga parte en el asunto; sí la tiene, pero es por eso que digo que debemos ser muy cuidadosos. Las personas podrán comer bien o mal según lo deseen; es su derecho. Esto no quiere decir que no deba el gobierno obligar a quienes venden productos para comer, mal llamados alimenticios, a indicar lo bueno o malo que son las cosas que venden, también corresponde a la autoridad vigilar que los fabricantes no digan maravillas de los venenos que venden como alimentos inclusos algunos son mencionados con poderes medicinales, así vemos a las bebidas embotelladas que las venden como refrescantes quita sed y otras mentiras, o los mal llamados cereales, ya que son derivados de y no cereales, que indican que son muy buenos alimentos, porque les adicionan vitaminas, no siéndolo; los yogures anunciados más como laxantes que como comida. Con una falsa interpretación de la libertad de expresión se permite a los grandes emporios de productos comestibles timar a la población para que consuma lo que ellos venden.
Es importante que la educación oficial le de un buen enfoque al aspecto alimenticio, aquí es donde el gobierno puede hacer su parte, aquí es donde la parte que se refiere a controlar lo que se vende de comer en las escuelas puede usarse para educar a comer sabroso y nutritivo sin ocasionar enfermedades por excesos en la alimentación y más por los excesos en el mono alimento: esto es muy común entre la población. Están acostumbrados a distribuir sus comidas entre muy pocos alimentos por lo que caen en el consumo excesivo de un tipo de sustancia ocasionándose enfermedades y desnutrición.
Los padres para no tener la dificultad de una preparación que les permita orientar a sus hijos en la alimentación, a veces prefieren que la autoridad los controle y así ellos nadan de muertito responsabilizando a otros de los daños que suceden en la salud de sus hijos. Desde antes de pensar en tener hijos ya deberíamos prepararnos, al menos, en saber que y como comer. Aquí si podríamos exigirle a la autoridad que cree, o difunda la existencia de lugares de consulta, bien intencionados sin infiltración de transnacionales, para que los padres tengan el apoyo necesario para aprender o en su caso mejorar lo aprendido en las escuelas oficiales.

Existen multitud de productos que se venden para comer que tiene según los mercaderes propiedades increíbles, llegamos a este momento en que ya casi todo lo que venden es un medicamento, que para la diabetes que para poder hacer del baño, que para ser más inteligente, que para que sus hijos no nazcan tarados, etc. Esto es indebido y permitido, esto último es lo que no debe existir y si por derecho los fabricantes pueden decirlo entonces debemos prepararnos, utilizando nuestros derechos y denunciarlos, aquí se podría exigir tiempo en los medios igual al de esa publicidad que los posiciona como maravillas en el mercado y engañando a una población ignorante permisiblemente, conformes con su ignorancia, tratando de culpar a alguien de lo que le corresponde saber, sin educarse para comer adecuadamente. Existe un instituto (el de protección al consumidor) que se creó para esto de evitar engaños en la publicidad, pero los gobiernos globalistas lo han arrinconado, limitándolo en sus funciones para que no interfiera en la nueva conquista la de los grandes comerciantes de alimentos, en lugar de darle fuerza necesaria para evitar estos timos que de acuerdo a la ley de protección al consumidor están prohibidas.

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