domingo, 7 de abril de 2013

Enemigo número uno...¿?

Pintura de Romen sanatçı Victor Hagen


Es interesante, pero a la vez decepcionante mirar como la población cae en las argucias, de los poderosos, que maquilan para su beneficio. Esos perversos individuos se las arreglan para hacer que sus víctimas se líen a golpes entre ellos y luego aparece como sus redentor con la fuerza pública; que más bien, es privada para uso de la elite gobernante.
En el caso de los maestros versus reforma educativa versus automovilistas versus población, donde unos reclaman ocasionando escozor a los otros y los otros se quejan como si el reclamo no fuera en beneficio de todos.
Quien resulta el salvador es aquel delincuente que se robó las elecciones. Mandó a dos mil policías, equipados de lujo; cámbienlo a lujo de violencia, disfrazado de fuerza del orden. Increíble despliegue y derroche de personal, que se paga con nuestras cada día más altas contribuciones. Para reprimir a un grupo de maestros que piden modificaciones a una reforma que los afecta directamente como empleados y como padres de familia; también a todos los que tienen o tendrán hijos en edad escolar y después laboral. Para mí, el solo oír que existirá: “El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación”, ya me parece suficiente razón para hacer una manifestación, ya vivimos en dos ocasiones al IFE y sabemos por experiencia en que terminan los institutos, ejemplos tenemos de sobra; ahí está: el ISSSTE, el IMSS, el IFE, el INEGI, etc. Imagínese nada más un panorama, en donde los ejecutivos del instituto en mención sean religiosos, como lo son nuestros gobernantes actuales, en que terminará la educación en México, por darles una probada, ya no digamos que fuera otra ideologías la que tuvieran quienes se apoderaran del instituto, que disimuladamente será quien rija la educación en México. Que no dudo, debido a las experiencias mencionadas, que los dirigentes de ese instituto serán quienes se mamen todo el presupuesto de educación, justificándolo con la cantaleta de una educación de calidad.

Pero regresemos a los dos mil policías federales en Chilpancingo, caramba ¿por que no mandaron un grupo así para desalojar a todas las mafias que asolan a la capital?, si unos cuantos comunitarios lo han logrado, menos preparados en otros lugares, pienso luego existo, que dos mil de estos, elite, con uniforme nuevo y reluciente escudo que cubría su armamento; además bien preparados, lo harían bomba. ¿Será que las mafias son parte de la reforma educativa? O es la aplicación de aquello que se rumora  de que los poderosos provocan el enfrentamiento entre grupos de la sociedad para luego verse salvadores de las causas justas. Por lo pronto les advierto, aquellos que se sienten alagados por lo que sucedió aquí en Chilpancingo; no se sentirá tanto, cuando sean ellos los afectados: que en un estado represivo los únicos que se salvan son los represores.

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