jueves, 12 de diciembre de 2013

Retrospectiva.


Pintura Collaps II de Dario Puggioni
Con este revuelo de las reformas y haciendo una retrospectiva de mi vida; hablo como de cincuenta años atrás, me doy cuenta que hacer reformas y legislar, por nuestros (dicen ellos) representantes, a quienes afecta directamente son aquellos que mantienen empresas productivas; o sea, a los que están levantando al país trabajando arduamente y con entusiasmo, el resto de la población recibe ligeros cambios en su actividad continuando vegetando en un país donde para ellos no pasa nada ya que para muchos son imperceptibles los efectos. No dudo que lo anterior esté calculado perversamente. Así que de todo esto podemos sacar conclusiones de que estas leyes y reformas se promueven y hacen en función de evitar el progreso de México; dañarlo, para mantenerlo estable, sin desarrollo; evitando que pueda competir con los países del primer mundo, sobre todo perjudicando a la población que produce en México: desmotivándola; si es posible quebrándola, incluso con leyes nuevas, penalizar sus acciones para evitar que continúe con su intención de superación procurando con lo anterior que pasen al grupo de los no creativos; o se integre a los traidores y entreguistas. Así que se deduce que quienes las implementan definitivamente no son mexicano; y si lo son por ley, se convierten en traidores por acción.
De ahí que como a la gran mayoría no se le mella lo suficiente, estos actores del daño pueden mantenerse intocables pero no inocentes.
El tacto de mantener una mayoría poco dañada es propósito que sea así, debido a que en el sistema de consumo debe haber un grupo fuerte que gaste; aunque para poder hacerlo tenga que vivir esclavizado, sin notarlo, para obtener el ingreso necesario para el consumismo.

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