jueves, 13 de febrero de 2014

No calló Goyo por eso lo degolló.

Fragmento de una pintura de Jean Bourdichon 



Curiosamente Goyo es un nombre ilustre (se les llama así aquellos cuyo nombre es Gregorio), en diferentes casos y momentos aparece en escena en las noticias de México. Así pues desde épocas prehispánicas ya se tenían a Don Goyo exhalando fumarolas y espantando a los hijos de huitzilopochtli. Aunque entonces se le nombraba como popocatepetl; lo de Goyo es moderno y ahora el volcán espanta cristianos cada vez que ruge y saca su fumarolas las cuales cubren el suelo del altiplano mexicano.
En la Colonia aparece otro Goyo ahora es San Gregorio nombre que le ponen los jesuitas a un colegio destinado a los hijos de los indios para evangelizarlos, aquí existe una nota curiosa del San Goyo (San Gregorio, Taumaturgo), famoso por sus milagros, pero más por ser un personaje que evangelizó Roma. De ahí, de seguro, el que se utilizara su nombre para evangelizar la Nueva España o mejor dicho a los indios.


También es Goyo la mascota de los Pumas de la UNAM que intermitentemente se hace a la fama o se extingue. Quiero pensar, según lo bien o mal que le va a su equipo de futbol.


Pero lo de Goyo no termina ahí pues no tiene muchos lustros existió en la Ciudad de México un homicida serial al que se le nombró Don Goyo, precisamente en 1942, que fue casualmente el año en que México entra a la segunda contienda mundial o se a la guerra. En 1976 salió de prisión supuestamente rehabilitado y fue aplaudido en el congreso mexicano. Ese mismo año la moneda sufre su gran devaluación de 12.50 a 20.60.


Pero sucede que en el 2006 aparece otro Don Goyo ahora uno que supuestamente es capo de un cártel dedicado a la extorsión. También en ese preciso año un político se roba la presidencia de México a través de una elección amañada. En el 2009 es atrapado Don Goyo con bombo y platillos durante un año de despiadados crímenes; o sea, es noticia en los medios nuevamente. Ese mismo año desaparecen a la Compañía de Luz y Fuerza de manera expedita.


Este año en el que estamos viviendo o sea 2014 sale nuevamente Don Goyo, pero ahora no es ni el volcán, ni el asesino serial, ni mucho menos el líder de un Cártel; no, ahora es el modesto reportero de un diario del estado de Veracruz, que es levantado por la fuerza y posteriormente asesinado, todo esto sucede mientras en México se reglamentan y aplican las reformas detestadas por la población, mientra en varios estados brotan las autodefensas en contra de los criminales, casualmente junto a las autodefensas aparece un tal padre Goyo reclamando que los criminales se apegan a una nueva religión; en Taxco Guerrero desentierran a veintiún cadáveres de ejecutados; entre ellos niños y mujeres.


Ahora, los periodistas reclaman justicia por su compañero. Sí, denles justicia, por él y por todos los asesinados en los últimos años que no la han recibido.




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