Con herpes zoster II

Se que no soy el primero que sufre esta enfermedad de lo que deduzco que debe haber mucho escrito al respecto.

Es una enfermedad curiosa porque aunque es causada por un mismo virus este produce el mal de diferentes maneras a la misma persona. La primera vez la manifestación es similar para todos aquellos que la adquieren, le llaman varicela entonces, y nunca sanan, a pesar de que lo parezcan como me sucedió durante sesenta años; pueden ser menos o más en otros. Cuando reaparece la cosa es distinta ya que caprichosamente en cada individuo afectado aparecerá en diferente lugar del cuerpo e intensidad variable.

Todos conocemos la sensibilidad de nuestro cuerpo, sabemos que no se sufre lo mismo con una astilla en el ojo que la misma en la rodilla. Así pues que cada infectado de herpes zoster tendrá su historia que contar.

El mal llegó a su clímax, la ciencia al servicio del capital sólo es útil para paliar el mal mientras dure; o sea, mientras la ciencia de la naturaleza haga su trabajo de cura.

La gran variedad de dolor aparece en esta enfermedad: el dolor agudo, el dolor somático, el dolor neuropático además de  prurito persistente sin dejar de mencionar la pena y la desdicha.

Así pues el protocolo médico para el cual los capacitan  resulta ser aquel  de identificar el mal  y recetar los medicamentos más caros, pensando quizás de que por ser caros son los mejores o probablemente los únicos.

El cuerpo sana por sí mismos y en este caso aparentemente el antiviral ayuda a matar al virus que ya de por sí el sistema inmune se está encargando de hacer y tardará con antiviral o sin él igual. Pero para eso existe el médico: si toma el antiviral el nervio dañado iniciará más rápido su recuperación y el dolor agudo ese que parecen cargas eléctricas desaparecerá más rápido —dice.

Deme tres no importa lo que cueste, para eso está el  presta fácil— pensará el sufrido.

Que esa es la otra y se las platico para que también  estén preparados para las reformas en salud y cómo les quitaran los beneficios médicos.

Yo no tengo ningún beneficio médico a pesar de estar pagando impuestos desde 1975. Por eso prefiero no enfermarme, pero como en este caso que no es común pero sucede no me quedó otra que acudir a los particulares que es a donde yo tengo que hacerlo dado que yo en los vericuetos de los derechos he de ser extranjero o marciano por no tener acceso a los “servicios públicos de salud” que lo tendría si los pagara lo que sería a fin de cuentas lo mismo.

Los siete días de antivirales representan un total de 1950.00 pesos. Y ese solamente es el tratamiento básico, para mis ingresos eso es oneroso incluso que no soy de salario mínimo. Poco a poco les irán quitando algo: medicación, especialistas, cirugías especiales, etc. De ahí fue que dije después del presta fácil todo esto, ya que la verdadera acción es hacer a los bancos, grandes agiotistas del mundo, dueños de las vidas de todos.