lunes, 25 de julio de 2016

Con herpes zoster III


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En la cuestión de las enfermedades existen protocolos recomendados por los expertos en la salud, uno de ellos es aquel que recomienda que si en tres días de que se presentan síntomas del malestar estos no ceden uno debe acudir con un médico o a un centro de salud.
Así pues como yo lo conozco fue lo que hice, acudí con el especialista quien me evaluó y me prescribió medicina y tratamiento, también corresponde al enfermo seguir las recomendaciones del facultativo. Es lo que estoy haciendo tan al pie de la letra como puedo.
Sí hay algo que me molesta a mi que me dedico a esto de vender medicamentos, que no precisamente son para humano sino que para animales, es la actitud de aquellas personas que van con su animal al veterinario y al día siguiente van con otro porque todavía su bestia no sana; claro que no. La medicina aunque quienes la profesan y quienes fabrican las sustancias a veces exageran en sus bondades todavía está más al nivel de dogma que de ciencia. Y definitivamente no es un milagro.
Esto sucede porque el cuerpo humano al igual que el de los animales no es el mismo en todos, aunque se quiera igualdad,  tal vez en la justicia así sea pero al parecer ni en ella. Cada organismo tiene su química y tiempo de respuesta a las reacciones con los medicamentos así como con el sistema inmunológico encargado de curarlo. La medicina milagro sólo existe para aquellos males imaginarios o sea que físicamente no estén dañando al ser vivo sino que solo existen en la mente del enfermo, en los demás casos la materia enferma tendrá que regenerarse y es entonces cuando sana.
Así pues resulta que cuando saben que está uno enfermos cada quien en base a su experiencia médica recomienda, algunos hasta recetan. O proponen como  aquella vecina que me dijo que con un rosario su hermana se curó inmediatamente.
Las enfermedades con dolor son las más humillantes más si no se sabe su cura y peor si son terminales. Ya ni decir sí la misma desfigura tu apariencia. Así pues uno debe ser cauto al hacer recomendaciones. Lo mejor es mantener la relación acostumbrada y escuchar sus lamentos, esto es lo que recomiendan los expertos, pedirle que se calme o decirle que tal o cual cosa lo curará puede aumentar la agonía. Es difícil mantener la calma ante el que sufre, pero es más difícil para el que sufre calmarse cuando le dicen que un medicamento que él está usando hace milagros y él está sufriendo la realidad contraria.
Ya casi termino el tratamiento, hay de médicos a médicos y de pacientes a pacientes, yo soy de la idea que el médico debe explicarle al paciente todo con respecto a su enfermedad incluyendo el proceso de sanación; si la hay o decirle sin tapujos su destino. Se que existen pacientes que ni entienden ni les interesa pero el médico debe intentarlo. Yo sé lo que la  enfermedad que tengo es, como se irá curando y cuánto durará, la médica me lo explicó claramente y yo me respaldé con más información. Conozco los límites de la medicina y también la corrupción que existe en este medio, así pues que me gusta decir las cosas que van sucediendo como van sucediendo, porque haber vivido más de treinta años de vender medicina me permitió conocerla así que puedo criticar las deficiencia y la corrupción del medio en base a lo que sé.
El buen humor en el enfermo es importante hasta el final y sé que los amigos intentaban levantarme el ánimo y se los agradezco, sobretodo aquel que dijo que después de los cincuenta años si no te duele algo es que ya estás muerto. Gracias a todos ya me siento mucho mejor.


Como comentario final quiero indicarle a quien lleguen a sufrir el mal que no tienen de qué avergonzarse ya que esta enfermedad se contagia en la niñez: es la varicela. Ya en la etapa adulta aparece como el herpes zoster en personas sujetas al estrés, cosa muy común en un estado tan intenso como el Guerrero nuestro.

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