lunes, 1 de mayo de 2017

El pasado, la educación y la basura.


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Foto de Edgar P. Miller


El pasado siempre es concurrido como ejemplo de algo que fue mejor, la memoria falla y la mayoría ni escribe ni lee, así que cuando alguien se refiere al pasado; lo escuchan, o lo ignoran o lo dan como verdad histórica; a otros les da lo mismo: sea verdad o no.
Chilpancingo es y fue un pueblo sucio, es uno en donde siempre han existidos promotores de la limpieza y ensuciadores consuetudinarios, la mayoría en este último rubro.
Recuerdo muy bien cuando llegamos a vivir a la recién fundada colonia donde aún vivo, hablo del año 1958, entonces no queda duda que todos los que habitaban la colonia barrían el frente de su casa, cosa que no sería necesaria si la población fuera limpia, pero eso no es ni era así. Muchos argumentan que la ciudad era limpia por ese hecho de barrer las calles. Esa actitud de limpiar lo que los demás ensucian es educar, pero al revés se hace al educando conchudo, indolente, desinteresado por mantener limpia la ciudad; que sería bastante limpia con tan sólo no tirar basura. Una bolsa, un vaso, un palillo, la envoltura de un dulce, el chicle, etc.
Todo los alrededores y barrancas, entonces ahí en la colonia que mencioné  ya eran basureros de los mismos habitantes de la colonia y de los vecinos de ésta. Pero unos dos años antes viví frente al jardín de San Francisco, era delito terrible meterse a jugar a un prado incluso entrar a él para sacar una pelota, había una vecina que nos mandaba al paredón sí nos cachaba. Pero que tal la parte trasera de la capilla, hay una pequeña ladera que termina en la vertiente del río Huacapa, era el basurero de todos los del barrio y nadie decía algo al respecto, ni el cura. Ahora unos paracaidistas se adueñaron de ella. Al menos está menos sucia.
Pero continúan educando a los niños de la misma manera: domingo en la mañana sobre la avenida I. Ramírez, una pareja camina con su pequeño hijo, era día del niño; ¡como no!, el papá con cerveza de bote en la mano, se la acaba; su hijo mirándolo ve como después tira su padre el envase a la calle. Eso es precisamente educar con el ejemplo, de ahí que todo Chilpancingo esté sucio, han educado muy bien a sus habitantes desde niños. Lo del señor se multiplica alrededor de la escuela primaria Ma. Morelos ahí todos los padres de familia, maestros y vecinos lo aplican, es un tiradero delante de los niños que hacen los adultos; también ya los niños ponen en práctica las enseñanzas de los mayores; que estos, de niños aprendieron.
La jalada de que no hay basureros, sólo es un pretexto, bien pueden regresar la basura como la traían. El argumento de que pagamos impuestos para que limpien; eso sí que es el colmo de la estupidez.
Así pues que sí es de educación el que tiren basura: ¡no los eduquen tanto!. ¡Por favor!.

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