Mil usos.

Esto de decir que soy mil usos podría parecer vago y de vagos.

Por eso mejor les diré algo más y ustedes denme el papelito.

Pues bien tengo una farmacia veterinaria donde yo ejerzo los puestos de administrador, dependiente, contador, analista de sistemas, secretario, cajero, intendente, a veces por necesidad veterinario: vacunas, desparasitadas y una que otra cirugía, esto último nada más con los cuates ya que no tengo papelito y aquí en este país de “normas” es muy requisitado importa más el papelito aunque sea de los de Santo Domingo que el conocimiento de 45 años de experiencia.

También, entre cliente y cliente y entre un quehacer y otro del negocio y antes de dormir o en los días de asueto, la giro de escritor, programador de computadoras, fotoshopero y artista gráfico.

Jardinero y agricultor, tengo frutales: mangos, limones, nísperos, granadas; huy que miedo,Guayabas, higos, toronjas, naranjas y mandarinas, chayotes y estropajos, algunos bonsáis.

Hago composta.

Me gusta la carpintería por lo que diseño y construyo muebles.

Hago plomería y electricidad.

Se cocinar pero sólo lo hago cuando la ñora no está, pero fabrico las mermeladas con frutas de mi huerto, y chocolate con cacao de verdad (tengo una receta facilita).

Soy bibliotecario de una biblioteca de ocho mil libros. Los catalogo y clasifico; Arreglo y encuaderno los dañados.

Juego futbol,  me dio por hacerla de pintor de canchas y tejedor de redes de portería; también parcho y coso los balones.

Pero sólo gano con la farmacia de lo demás es puro gusto, claro los frutales dan algo de comer y para vender un poco principalmente los limones y los chayotes.

Me olvidaba; soy ingeniero en comunicaciones y electrónica; sin título, sólo pasante, pero sé, con mi cuate Romeo armamos una microcomputadora cuando tener una en el escritorio era un sueño. Armarlas ahora es un juego de niños.