El gran circo del mundo.

Foto del archivo de Edgar P. Miller.

Y sí, amaneció soleado, pero en el país las cosas no mejoran,
los que gobiernan hacen las mismas declaraciones,
los mismos cínicos e imprudentes señalamientos;
nunca se sienten culpables o nunca aceptan que lo son,
siempre sonrientes; mienten con viejas mentiras
con argumentos de un retrasado mental.
Existe progreso tecnológico y el crecimiento económico en el mundo,
la tecnología es para esclavizarnos a todos,
pero esa economía creciente solo es para algunos;
y esos algunos no somos los pobladores de México;
aquí está el crecimiento de víctimas,
que se le adjudican al crimen organizado;
organizado, quizás,por los grandes intereses económicos del mundo.
En Brasil se preparan para una exhibición de payasos
disfrazados de deportistas;
aquí se preparan los payasos disfrazados de legisladores
para regalar los recursos energéticos.
En Brasil la población reniega por las inversiones absurdas
a costillas del sufrimiento y explotación de los brasileños;
aquí aplauden el inicio de esa vejación y todos se preparan
para el espectáculo de seudo deportista que actúan
para la masa sedienta de opio.
Aquí la masa no se preocupa por el futuro;
para qué, si existe un presente divertido;
además es muy complicado protestar.
Ya dejaron todo, ahora su meta es ver el mayor número de encuentros
beber y comer mientras suceden y acrecentar la panza
a costillas de seguir siendo miserables.
¡Que el Peje se encargue de lo demás a él le gusta la grilla!
Nosotros veremos el “futbol” esa es su mejor respuesta.
¿Qué podemos esperar de una población
moldeada por los programas de la televisión?
Así es nuestro pueblo, al menos así es esa masa fanática del futbol,
primero el futbol y despues; pues el futbol.
En el congreso los diputados con sus tablets con televisión
viendo a su selección, sin escuchar argumentos,
levantarán el dedo para despojar a la nación.