lunes, 29 de diciembre de 2014

El Agua y Los Caminantes.


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Foto del autor


Como de costumbre, este domingo los Caminantes del Maguey volvimos a las andadas. Siendo esta la última del año merece que se escriba la crónica del suceso, sobre todo porque en ésta Santa Claus trajo regalo.


Este domingo hicimos el recorrido tradicional o sea el de la ruta Chilpancingo Amojileca, llegamos a la plaza central, Primer Congreso de Anahuac, la que todos deben saber se encuentra sitiada en estos momentos por los que reclaman justicia, aunque moleste algunos su presencia, sobre todo aquellos que no entienden que sí se gobernara con proyección social esto no tendría que ocurrir. Pero eso es otro tema que queda fuera del propósito del Caminante que llega a la plaza para tener una mañana de tranquilidad y esparcimiento. Así pues fue que llegué a ella y me encontré con dos de los Caminantes, al parecer no habría más de tres lo que nos obligó a llamar a los demás para confirmar, otro más nos alcanzaría en el camino. Una época en que las familias intentan reunirse, en que los miembros de ellas dejan sus lugares de residencia y parten a visitar a su tribu al lugar de origen, así pues los caminantes ausente debieron decidir por otros asuntos y fue que Ismael, Bolivar y yo iniciamos la caminata rumbo para Amojileca, ya en la subida cercano a la colonia del PRD nos alcanzó Juan.


Precisamente subiendo a esa colonia, en la de Amelitos en una de las casas está una magnífica escultura, pequeña ella en tamaño pero de gran belleza que les comparto aquí con una foto, donde se puede apreciar la plasticidad y hermosura de dicha pieza.






Foto del autor


La primer foto que puse y lo hice así por lo majestuoso y bello, fue la gran vista que tuvimos de Chilpancingo desde lo alto del camino de herradura, que está dejando de serlo por culpa de quienes destrozan el paisaje por esa pasión adicta al automóvil, sin embargo todavía quedan vistas hermosas como la que les muestro en la foto, la que es entrega como tarjeta de navidad ¡felicidades!..







Foto del autor


Después de pasar el crucero de la Cuernavaca empieza uno a descender ahora por la carretera asfaltada, entre algunos de los árboles que han logrado sobrevivir a la tala estupida de una población ignorante que tala árboles con el solo afán de hacerlo, así se puede notar a la entrada de Amojileca donde ya tumbaron todos los cazahuates desde luego debió ser con la anuencia de los funcionarios de ecología.







Foto del autor



Antes de llegar a donde nos salimos de la carretera para continuar por el camino viejo, nos encontramos un espectáculo artificial. Propiciado por nuestras autoridades municipales, desde luego no gracias a su esmerada acción en bien de la comuna sino que debido a todo lo contrario; o sea, por el descuido, displicencia o simplemente porque no les importa que la red de agua potable se colapse. Así pues les pongo la foto para que todos ustedes que sufren de carencia de tan deseado elemento lo puedan al menos ver en abundancia y haciendo arcoiris para el deleite de los caminantes.


Algo más adelante en una vista hermosa del paisaje montañoso de este lugar, notamos una protuberancia curiosa sobre una de las lomas lejanas, no la habíamos observado, lo cual nos causó curiosidad por su forma. Así es esto de las caminatas existen tantos espacios y objetivos para el deleite de la mirada que no hemos agotado las vistas y he aquí una nueva. ¿Como fue que se formó?







Foto del autor



Y como el agua que se sale de la red de agua potable tiene que ir alguna parte, sobre todo si el derrame es en una parte alta, pues la regada mencionada no fue la excepción e inició su descenso formando un bello río turbulento, “agua que no quieren que la beban la dejan correr”. Tú cómprala embotellada, viva la globalización. Al caminante este descuido le fue haciendo el trayecto agradable; porque todo el recorrido rumbo al santuario ahora tenía un bello arroyo con rápidos y cascadas cosa que no sucede ni en el temporal donde apenas es un arroyín.







Foto del autor








Foto del autor



Hermosa cascada, ¡gracias a quien hizo posible el poder disfrutar este espectáculo!. Gracias a todos mis conciudadanos que sacrifican su dosis diaria de agua para nuestro esparcimiento.







Foto del autor



Pues llegamos al santuario y como en todas las caminatas anteriores se puso el bodegón e hicimos los honores al preciado mezcal de Guerrero, a los ajos de Bolívar, al queso que nos venden en el mercado sobre ruedas y demás botanas que los caminantes aportan para este pequeño instante de paz dentro de este violento estado de Guerrero, por culpa de pésimos gobernantes y población permisiva desde luego. Mientra apreciamos el amanecer que les muestro en la foto y debido a la ausencia de Tulio, Berza, Pancho y Horacio nos conformamos con la música de la corriente del río (ver video) que nos proporcionó el ayuntamiento de Chilpancingo, que si bien los pobladores no la recibirán potabilizada en los grifos de sus casas; ya que les ahorraron el poderla ensuciar con sus actividades higiénicas, porque ahora llegará directamente al río que ustedes acostumbran ensuciar con sus desechos allá en la ciudad.





Después caminamos hasta el pueblo donde me engullí unos buenos y exquisitos chiles rellenos con café de la olla y unas tortillas recién hechas a mano, desde luego con el siempre presente mezcal y los mexicanisimos frijoles de la olla.


Ya sólo me queda agradecerle a Santa el lindo paseo húmedo.

Prospero y mejor próximo año a todos mis sacrificados lectores.

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