lunes, 14 de octubre de 2019

Comida campestre.


https://es.wikipedia.org/wiki/Polybia_occidentalis
Las avispas (vespidae) son insectos benéficos para la naturaleza y de una u otra manera para el humano. Aunque el beneficio entendido por los humano no siempre es respetando a la naturaleza; incluso en algunos casos es terriblemente dañino.

Pues bien, menciono lo anterior porque este domingo que los Caminantes del Maguey salimos a caminar, tuvimos una experiencia nueva. Que si bien en otras épocas se hubiera visto de lo más normal; ahora se que habrá algunos que lo mirarán como un acto de destrucción del medio ambiente. Además de una crueldad para la especie afectada.

En el municipio de Chilpancingo, Guerrero, México, existen unas pequeñas avispas negras portadoras de un aguijón con el que inyecta un veneno urticante a sus enemigos(1).

En el camino
Caminabamos alegremente rumbo al nacimiento del Río Huacapa cuando un viejo conocido trabajador del mezcal se nos unió en la caminata, ya casi llegando al destino, en un árbol; junto a un cultivo de maíz, se encontraba colgado un panal de las avispas en mención. Cuando sucedió lo siguiente, yo ya iba muy adelantado así que no miré como fue, contaré lo que me platicaron: el de la acción y quienes miraron el hecho.

Parada táctica

Resulta que el caminante adjunto Beto; o sea, el que se nos unió en el camino, de alguna manera, que se notó el ya dominaba, logró derribar el panal de las avispas; sin sufrir ninguna agresión por parte de ellas; y sí que agreden, ya que en mi infancia en varias ocasiones por hacer lo mismo sufrí picaduras.

El destino
Posteriormente ya que ellas desistieron en rescatar su espacio vital, Beto fue por él y lo trajo a donde ya estábamos nosotros preparando el bodegón, con las viandas que cada quién llevó para acompañar algunas copas de mezcal y disfrutar un agradable día de campo junto a las frescas aguas del río. Así pues que salió el queso que asaríamos, los ricos ajos de Boli, los mezcales artesanales que cada quien lleva, una botella de vino blanco; sospecho que Nolo ya sabía lo de las avispas ya que como platillo estas que casi son mariscos; con su buena ración de omega 3, los granos dorados de cacao y algunas frutas como tunas y guayabas.

El bodegón,
Así que les contaba: Beto fue y recogió el panal, al tiempo que regresaba nos fue diciendo que se comen asados; cómo asábamos el queso, que además eran exquisitos. Así que pecamos, y nos comimos como los más malos humanos de la tierra a los bebés de las avispas.

El asado
Estás avispar bien se habrían podido alimentar de insectos plagas de la milpa, pero al igual morir en ella al momento de que el dueño de la misma fumigara; ya que prefieren esta técnica al control natural.

Servido.
Pero igual yo lo mire así para justificar mi acción. Dejemos que el tiempo nos diga sí fue bueno o malo lo que hicimos ya que aunque fue uno solo el que efectuó el delito todos cooperamos en comernos el producto del mismo.



El Paiaje.

La picadura de Polybia paulista contiene una fuerte toxina llamada MP1 cuyas propiedades anti-cancerígenas están siendo estudiadas.4​

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https://es.wikipedia.org/wiki/Vespidae

https://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/02/27/946074

http://insectsarefood.com/resources

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28435107

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