Ya en otras
ocasiones había mencionado lo terrorífico que era para los ciudadanos comunes
ver pasar camionetas paseando a bordo
encapuchados, al parecer: soldados, sicarios, policías: federales, municipales o
estatales. Sabrá si eran o no, pero el caso es que sucede todos los días. No
tiene mucho; a principios de enero, estando en la tertulia posterior al partido
de fútbol, en el perímetro de la unidad circuló un vehiculo nuevo con rotulado
de la policía federal en donde paseaban enmascarados con equipo nuevo, será
para lucirlo o para atemorizarnos, el caso es que portaban capuchas; ahora en
febrero lo vuelvo a ver primero pasando por la misma avenida donde yo camino y después
yo en taxi los encuentro en otra avenida cateando automóviles.
En estos días posteriores
a los sucesos de levantamiento en armas de algunas comunidades, en donde los
levantados portan capuchas, el gobierno y algunos medios exigen que se las
quiten, ¿Por qué antes no? En lo personal yo siempre fui antagónico al que una
autoridad anduviera cubierta más aún a los del ejército mexicano.
Todos tenemos
miedo, pero no todos estamos preparados y armados para defendernos, no podemos
encapucharnos por seguridad ya que nuestra identidad está en los padrones del IFE,
del RFC, de los registros civiles, el directorio telefónico, ahora en todos los
bancos donde manejan salarios y depósitos de los negocios, o sea que si los que
deben dar seguridad y tienen preparación, ya que por eso deben, para darla: ¿a
que le temen?, ¿a su ineptitud? Que hablen claro ¿no pueden díganlo? Porque si
es así tenemos un problema de seguridad y de soberanía nacional, lo que nos
lleva a la condición de estado de guerra, por lo que es de urgencia armar al
pueblo para la defensa de la nación.
Parece cosa de
broma pero no lo es ni tantito, analícenlo ustedes y notarán que los grupos de
supuestos grupos de la delincuencia organizada, están operando, controlando y sitiando lugares de importancia económica, estratégica para el futuro que viene
de escasez de agua y energéticos, de cambios climáticos, principalmente lugares
adecuados para la producción de alimentos; que se vislumbra como un problema. Los
lugares que están siendo invadidos por los grupos delictivos caen en los
espacios privilegiados para la vida futura.
No es casual que
esos lugares sean ricos en minerales codiciados en la era actual, donde todavía
se pueden hacer presas para la producción de energía eléctrica. Tampoco es
casual que estos grupos estén golpeando a las economías locales, aterrando a la
población; para someterlas probablemente. Ya controlado el país seremos
esclavos incondicionales de los nuevos propietarios; ya que dominado el territorio
por ellos, estaremos sujetos a sus designios; como cuando la conquista española.
Así es que el
gobierno tiene la última palabra: si quiere y está con el pueblo mexicano debe
actuar y poner paz en el territorio, someter a los invasores; caso contrario
que no se crea capaz, permitir al pueblo su defensa, dotándolo de armamento para
ello. No queda mucho tiempo debe actuar de inmediato. Por lo pronto fuera
capuchas a todos. Que se detenga y encarcele a quienes las porten sobre todos
aquellos que andan armados sin importar la corporación a la que pertenezcan.
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