martes, 26 de febrero de 2013

Todo es un gran negocio.

Pintura de Jim Warren


Existen momento en que preferiría no pensar, perder la razón y quedar idiota, depender de aquellos que se apiaden de mí. Plantándome en lo que soy y enfrentando mi realidad: ya que sigo cuerdo y razonando, pensando se hacen relaciones, se divaga en los sucesos y termina uno sacando conclusiones; obteniendo respuestas temibles.


Ya no se trata de ponerse de acuerdo: de que si existe gobernabilidad (1) o no; desde el sexenio pasado quedo más que definido que nadie gobierna en esté país, quedo más que claro que estamos en un territorio donde los que azuzan controlan, mientra llegan otros más sanguinarios.


Pero sí podemos hacer observaciones en cuanto quienes salen beneficiados con lo que sucede y a a partir de ahí llegar a los culpables de los problemas.


Sabemos que en el territorio de México están matando gente en una proporción mayor que lo que sucedía antes, también sabemos que existen zonas del país controladas por mafiosos, sabemos que los gobernantes no gobiernan y que la mayoría de quienes trabajan para el gobierno se dedican a saquear al erario. Lo sabemos porque ya es un secreto a gritos.


Sabemos que en el territorio mexicano es más fácil ser extranjero que mexicano, también que las grandes empresas hacen lo que quieren con anuencia de quienes deben regularlas.


Recuerdo que en los años setenta los asaltos bancarios empezaron a ser un problema, este mal fue creciendo hasta los noventa; después casi desapareció: a principios de siglo cuando los bancos pasaron a manos de empresas extranjeras. En los setenta también se robaban muchos autos. A mi hermano, recuerdo, le robaron su auto justo en la semana siguiente que lo había puesto como nuevo, era un auto de tres años con pintura nueva, entonces teníamos un tío que estaba colocado como secretario particular del mero jefe de la policía y tránsito del D.F., no sirvió de nada; porque incluso a los agentes que fueron asignados al caso, llegaron con mi hermano a pedirle dinero para hacer su trabajo; a fin de cuentas el auto no se recuperó. Años después el departamento del D.F. promovía una ley para que los seguros de autos fueran obligatorios, ahora que casi todos aseguran sus autos y las aseguradoras son empresas extranjeras el robo de autos ya no es un verdadero problema. En los noventas se hicieron famosos los secuestros exprés, a mi sobrino le tocó en una noche que iba de fiestas: tomó, acompañado de un amigo, un taxi y después de transitar unas cuadras, al llegar a un alto, se subieron intempestivamente dos sujetos para amenazarlos con armas, pidiendo al mismo tiempo el dinero, no llevaban gran cosa, estudiantes al fin, por lo que les exigieron que entregarán sus tarjetas, llevando después al cajero, gran sorpresa se llevaron los delincuentes al ver que su saldo era miserable, por lo que volviendo amenazar a mi sobrino solamente, ya que al otro por verlo más jodido lo liberaron, para que los llevara a su domicilio, mi sobrino advirtiéndoles: que vivía solo y que en su casa no había valores; de nada sirvió, y lo obligaron. Ya en el departamento, catearon la casa; se llevaron una grabadora portátil y una cámara de video después se volvieron a llevar a mi sobrino. Lo liberaron lejos en un predio, esos sí, muy educados le dieron para el taxi. Mi sobrino presentó denuncia, pero de nada sirvió. Los créditos para la compra de autos se empezaron hacer blandos, llegó el FOBAPROA y después más facilidades para comprar autos y ahora este tipo de delitos son raros; y los bancos unos agiotistas. Surgen epidemias inusuales a la vez que seguros médicos y vacunas que dan la solución. Se argumenta, qué cómo las bandas de delincuentes están bien armadas se deben armar igual o mejor a los cuerpos policíacos y después de armar a las corporaciones las cosas empeoran. Hasta seguros para secuestros salieron al mercado cuando los secuestros proliferaban.


Todos esos males que suceden a diario en el mundo moderno ocasionan una enfermedad llamada PTSD algo que significa: desorden de estrés postraumático. Pero eso no le causa la enfermedad a quienes tienen el poder en el mundo, ellos se alegran e inmediatamente buscan y encuentran como convertir el mal de las masas en un gran negocio.


Se puede hacer un libro con todos los casos que existen en el mundo de como se ocasionan males y después los convierten en lucrativos negocios, pero yo sólo quería ilustrar a mis lectores con un pequeño ejemplo; y aquí está.




1] (Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía); Diccionario de la Academia de la lengua española.

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