lunes, 5 de agosto de 2013

Planeta Áureos.




Entrollte Welt (mundo desenrollado) por  H.C. Berann



Un mundo global, con millones de consumidores, multitud de aparatos al parecer de gran utilidad para quienes los compran pero de mejor beneficio para quienes los venden, resultando una codiciosa necesidad de controlar las fuentes de las materias primas.

Al unísono la era espacial, el interés por descubrir nuevos mundos habitados, la existencia de vida primitiva para unos, más avanzada para otros, pero la realidad camina por otras veredas. La era espacial es utilizada por los mismos empresarios perversos volteando la exploración a nuestro planeta, para localizar los espacios donde están los minerales y otros recursos útiles para la industria. Así resulta, que con tecnología de punta miran la superficie del planeta e inician una nueva era de colonización, pero no como hace quinientos años, ahora los avance en la sicología de masas también les han enseñado el comportamiento humano: como reacciona la población y como se pueden las personas manipular y disponer de maneras sencillas y económicas; pero también violentas y vejantes cuando es necesario acelerar el proceso de enriquecimiento de un consorcio.


Los grandes capitales, empresas con ingresos superiores a la de los países del tercer mundo, algunas incluso a la par de aquellos países del primer mundo. Estos consorcios, gobernados por unos cuantos; financiados a través de acciones por otros tantos a quienes sólo les interesan los rendimientos de su capital sin importarles de donde proceden ni cómo se logran, adquieren ejércitos mercenarios para sus propósitos de expansión, la utilidad es el único fin aceptable.

Así pues, infiltran a sus fuerzas mercenarias entre las bandas delictivas en aquellos lugares donde los recursos naturales son indispensables como materias primas para sus empresas. Inclusos se alían con los gobiernos títeres de algunos países, incrementan el número de bandas criminales para aterrar a la población y volverla dócil para sus intereses.

Haciéndose pasar por secuestradores, secuestran para tener mano de obra barata y dinero fácil para sus explotaciones, despojan para tener recursos extras no contables para sobornar autoridades, forman bandas de sicarios para facilitar sus propósitos.

La acciones van más allá de lo imaginable. La vida de las ciudades, gris y material, bullente; y donde la vida pasa a velocidades no deseadas sin el respiro de socializar; inclusive entre los mismos familiares, obliga a pensar abandonarlas a algunos habitantes de ellas, buscando espacios tranquilos mudándose a la provincia, lo que no convenía a algunos grupos, ya que disminuye la oferta de mano de obra barata debida al desempleo. Así pues, que parte del terror en los pueblos pequeños viene en consecuencia de evitar esta migración. Por eso, el terror ocurre en áreas con posibilidades de prosperidad en el campo.

Por otro lado, una población consumista, la mayoría inculta, pasiva que sólo busca el sustento del día o la novedad tecnológica o la vida eterna después de la muerte, se vuelve víctima fácil de estos empresarios facinerosos.

Así fue el mensaje recibido por el capitán Víapa de la nave xz63 del planeta Áureos, en la galaxia 13001.

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