miércoles, 15 de enero de 2014

Suma de pequeños problemas y el agua.

Foto del autor.

Los grandes problemas por lo general no son otra cosa que una sucesión de pequeños males, aunados a la desatención de quienes tienen de una u otra manera responsabilidad de evitarlos.
Vamos a tratar un gran problema que no es otra cosa que lo que dije antes.
La carencia de agua en una población.
Para poder tener agua se necesita una fuente limpia del líquido, digamos un manantial, un pozo, una presa, etc.  Por un momento digamos que existen suficientes lugares con esta característica de abasto de agua.
El siguiente paso es llevarla a donde se necesita, ya sea yendo cada quien a traerla o dejar a un responsable que se encargue de distribuirla; aquí empiezan los problemas.
Supongamos que las cosas las efectuamos como hace mucho tiempo, así cada quien va por la que necesita. Que sucede que cada uno de los que van por el agua empieza a dejar algo que ensucia el área donde está el abasto, además que cada uno de ellos derrama en el traslado preciado líquido, luego empieza el dilema con respecto a la propiedad del lugar o la del paso al lugar.
Ahora aquí habrá quien no quiera acarrear el agua que necesita por lo que pagará a alguien para que se le acarearé. Este pequeño detalle ocasiona que quien hace este servicio se de cuenta que puede ser muy redituable, por lo que inicia un proceso de acaparamiento, lo que obliga a que después la autoridad haga su presencia, apropiándose de la fuente, regulando imponiendo leyes al respecto.
Bien; eso querían, porque si todos hubieran actuado correctamente y responsáblemente esto no hubiera nunca sucedido. El caso es que ocurrió , ahora la autoridad se encarga de la fuente y el decide cobrar por llevarla a cada quien además de obligar a que así sea. Sólo que para hacer esto requiere un buen de inversión y no tiene dinero, pero sí el poder de cobrar contribuciones y poner tarifas, así que con agregar un renglón a las que ya cobra, nombrándolo como abasto de agua potable se hace de los recursos. Aquí se da cuenta que hacer la obra dejará grandes ganancias a quien la ejecute; pues bien, decide que su compadre el ingeniero, sea el contratista de la obra. El inge, se da cuenta que su compadre le dará la obra pero querrá una parte de las ganancias así es que hace sus presupuestos de manera que le quede lo suficiente encareciendo la cuenta, el inge contrata maestros de obra y tiene que comprar los materiales. El maestro de obra también se da cuenta que es una gran tajada manejar los materiales y por lo mismo busca quedarse con parte de ellos mermando la calidad de la obra cosa a la que le ayudan todos los operarios a sus órdenes, quienes también quieren pan. Las empresas que fabrican los insumos se dan cuenta que son para el gobierno entonces para ahorrar costos reducen la calidad; y los comercios que los venden como tiene que dar diezmo alzan el precio. Una vez concluido este tejido social perverso queda terminada la obra que se inaugura con gran pompa, desde luego con cargo al presupuesto de la obra. Pero no es aquí donde sucede lo peor, todavía continúa más de pequeños males que agrandan el problema de abasto de agua.
Al fin la autoridad logra armar su red de agua potable teniendo como cautivos de la renta a los pobladores de la ciudad, pueblo o comunidad. Se crea una comisión del agua que regula y dice como y quienes la usufructúan. El pago por parte de los usuarios o necesitados del líquido se convierte en un flujo continuo de capital que despierta los deseos codiciosos del que gobierna convirtiendo el caudal de dinero en su caja chica.
Los que reciben el agua fácilmente a la puerta de su casa sólo necesitan un grifo para usarla; pero eso no es suficiente facilidad así es que cada casa tiene una pequeña red de distribución y almacenaje con multitud de pequeños problemas que ayudan a la merma del agua. En esta red al parecer pequeña se teje una gran maraña de pequeños problemas que mandan al caño gran cantidad del preciado líquido y también capital de sus bolsillos a los bolsillos de infinidad de empresarios que venden los materiales con los que funciona mal. Lo mencionado sucede porque nadie respeta las regulaciones que a la vez también fueron hechas con los pies. Así durante todo momento veremos que si no es la mezcladora del lavamanos la que gotea; es el escusado que escurre; o sino, el flotador o válvula del tinaco o la cisterna que falla. Se tarda en conseguir al plomero que arregle; y cuando se hace: o bien lo hace para que dure temporalmente o mal, ya sea porque no está calificado o porque los materiales no tienen el control necesario para asegurar un funcionamiento esperado.
A pesar de que existe una secretaría que se encarga de normar la industria en México, ésta todo lo hace copiando normas de otros lugares sin revisar su eficiencia y utilidad. Así existen miles de artículos que se utilizan en las redes hidráulicas que cumplen a medias  las normas pero de alguna manera se comercializan como si fueran diseñadas y fabricadas adecuadamente para evitar que en las redes de agua no existan pérdidas del líquido.
Ya tengo en mi casa la red instalada, por un plomero experto, guiado por un ingeniero profesional que elaboró la distribución y el procedimiento de instalación. Je, je... Termina su trabajo el plomero e inicia el llenado de las cisternas y posteriormente los tinacos. La cisterna se llena y el agua sigue subiendo hasta derramarse el flotador no flota porque tiene un orificio en una de las soldaduras así que con la presión de ascenso se llenó de agua y dejó de flotar; si bien nos va lo notamos al momento de instalar; tal vez no, si algún vecino logra ver la fuga y nos lo comunica, se cambia por otro, y ahora sí ya se detiene cuando se llena después de que se derraman vitales litros de este sinsabor líquido para el que sin embargo existen personas a quienes no les gusta su sabor. Pero esto de degustar agua lo dejamos para otra ocasión y continuamos con la tubería mal soldada con fugas que se ven al momento, otras que aparecen a los meses y las peores que se notan después de años; cuando empieza haber goteras en la planta baja. Grifos que gotean porque la goma está con rebabas o porque donde topan el grifo está mal vaciado y dejó grietas o bordes en el lugar donde debe estar bien llano. Válvulas del excusado con fugas por el tubo rebosadero porque la llave no cierra debido a un flotador que se atora o un sistema mal hecho que se bloquea con la primera basura que se cuela en el torrente, agua que se va por el tubo de descarga donde sólo debe irse cuando se jala pero lo hace siempre porque la válvula perfecta es imperfecta o la base de la válvula está ondulada cuando debe ser lisa.
Pero digamos que toda la instalación quedó perfecta ya sea por milagro o porque los materiales fueron los más costosos o mejor digamos los mejor hechos. Entonces nos damos cuenta que las llaves de paso se bloquean por la basura o el agua dura que nos mandan debiendo ser potable y ligera; pero que no es. Así es como la entrega el encargado de hacerlo; y si quieres, porque no hay de otra. A todo lo anterior le agregamos que a los niños les encanta jugar con agua y dejan grifos abiertos o le jalan al excusado porque se oye chido; o aquel que se limpia los mocos con el desechable lo tira al excusado y le jala; o con el que se limpió el delineador o lipstick.
Cada orinada una jalada, cada cagada otra jalada y si eres vegetariano, como dice el Maestro Shaya Michán, que cagas varias veces al día, pues son más jaladas al excusado. Pero no queda ahí, resulta que bañarse en regadera tiende a ser prolongado, como aquel compañero de cuarto que no salía de bañarse hasta que terminaba de cantar In A Gadda Da Vida incluyendo requintos y solos de batería; o aquellos baños de tina con el agua caliente prendida y la sobrante escurriendo por el vertedero durante horas de relajante baño.
Pues bien pueden notar cuantos pequeños problemas existen en un gran problema y cuánta necesidad existe de que todos los responsables hagan un gran esfuerzo para lograr así resolver el grande. Sí se aplican como cuando lo hacen para festejar a la Natividad toda la noche con cohetes y música a todo volumen; también es posible el mismo ánimo de todos para resolver los problemas prioritarios de la sociedad. También si los industriales que fabrican los insumos hidráulicos se asesoraran de quien hizo el reloj de la capilla de San Francisco que toca tan perfectamente y puntual esa horrible melodía que le pusieron, tal vez serían sus insumos más funcionales.

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