miércoles, 20 de agosto de 2014

Aristogatos.







Una vez que los aristogatos del imperio aprobaron las reformas y leyes secundarias energéticas no nos queda otra que tratar de ser optimistas; así pues, para que no digan que no soy optimista aquí van algunas consideraciones.
Sabemos que quien aprobará los contratos, con aquellas empresas que quieran hacer explotaciones de energía en México, será nada más ni nada menos, en este sexenio, uno de los mayores aristogatos: el secretario de hacienda, conociendo lo corrupto que es, porque todos saben, imagino, que fue él el coordinador de la campaña política del aristogato mayor o sea el jefe del ejecutivo actual, por lo que también conocemos de qué manera tan corrupta ganaron las elecciones, si bien le quieren llamar así para no decirle que se las robaron, entonces tenemos que entender que él y los suyos ya tienen planeado como hacerse de parte del dinero que estas reformas generen.
Una vez puestos al tanto veamos el optimismo.
Quienes recibirán una gran ventaja de estas reformas serán quienes inviertan en el giro, de ahí que no dudo que los contratos se le aprobarán, me lo imagino también, condicionando a quienes los reciban hacerlos socios empresariales, esto se ve mal pero ya no importan las formas, al menos se quedará algo más de dinero en México, por lo pronto en un principio, aunque podría no ser así si esos señores piden les pongan las utilidades en cuentas de bancos en paraísos fiscales, pero esto último es pesimista.

Así pues si consideramos que esos señores recibirán grandes capitales, bien podrán ellos con sus brillantes ideas invertirlo en México en empresas que mejoren la calidad de vida de la población, no dudo que lo hagan, sobre todo ahora que sabemos que ellos están muy molestos que los señalen como traidores; bueno, al menos uno de ellos lo ha demostrado, de ahí que para no usar ese mote, yo les digo aristogatos. Así pues, como no son traidores según lo afirman, entonces como patriotas invertirán su tajada, comisiones, utilidades o mochada, como mejor suene para ellos, en México. ¿No les asombra mi optimismo?

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