jueves, 14 de agosto de 2014

Lenguaje burocrático.

sopa de letras.JPG
Diseño del autor.


En relación a comentarios sobre el lenguaje burocrático en el sector educativo, se me ocurrió lo siguiente; ya que ellos no le quieren llamar pan al pan y vino al vino:



Pues resulta ahora qué, al que egrese de maestro

examen le harán para que cuadre

con su trayecto productivo,

aunque la experiencia nos dice

y conste que esto no lo digo por desmadre,

que huele a negocio de un vivo;

ya que late que aparece una revolución con esto.

El que como maestro quiera fungir

al encuadre debe ir;

pero no por ser pudiente educador

sino como esclavo sin pudor,

donde tendrá su área de oportunidades.

Que habrá puesta en común

ya que los entes, a educar, son particulares,

con problemas y dificultades;

cosa mal vista en las escuelas oficiales.

Donde todo es tronco común

y donde nadie aprende oficio o cosa

por falta de planificación.

Ahora para corregirlo, se hace una selección,

con línea de investigación,

como se hace con los criminales.

Aunque si algún funcionario quiere;

de esos comunes y plebes,

buscará a la más buena alumna,

con línea de acercamiento,

para los encuentros carnales.

O si por diferencia de género se trata,

con malla curricular;

al más bueno chico maltrata,

pidiéndole su currículo

y con acoso epidémico

presumiendo su cuerpo académico

enamorará al chico.


Edgar P. Miller.

Agosto del 2014.


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