lunes, 7 de noviembre de 2016

Mal y de malas.

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Foto de Edgar P. Miller

Las enfermedades están como en feria, hay de todo tipo y para todos, de algo nos enfermaremos y eso no tiene remedio, bueno algunas enfermedades sí tienen remedio,  incluso algunos dicen que con las vacunas se pueden prevenir otras. Ya desapareció el concepto de muerte natural, o sea no existe.
Pareciera de locos pensar que uno nace enfermo y que toda la vida está uno contagiado de alguno de tantos miles de males que existen. Aunque yo soy de la idea que lo normal es estar  sano, nuestra cultura actual es por el rumbo de que debemos estar en constantes chequeos para que los hábiles médicos nos detecten aquella malvada enfermedad que nos matará si es que los galenos no le dan chicharrón al problema o a nosotros.
Curiosamente en esto de las enfermedades resulta ser como la moda de la vestimenta de las mujeres, en ocasiones está la falda tipo channel y en otras la minifalda y como ahora; siempre el pantalón. La medicina no se queda atrás en cuanto a poner de moda tal o cual enfermedad; o quedarse con un mal de moda por largo tiempo, como lo es el cáncer: dicen ellos que por incompetentes; o sea que no saben como curarlo y los demás dicen que porque es un gran negocio no curarlo o hacer que lo curan, pero solo alargan un poco el momento del deceso, casi siempre cuando ya se agotó el seguro médico o el capital del que paga. Algunos más listos dicen que lo curan cuando lo encuentran muy en sus inicios;  tan al inicio que es cuando aún no lo tienes de ahí que lo curen. ¿Sabrá qué sucede?.
Desde niño he escuchado toda la letanía de enfermedades que nos matarán si no hacemos tal o cual cosa, el caso es que se muere más gente gracias a los aparatos tecnológicos que por causa de alguna enfermedad. Una enfermedad famosa que yo pienso, que considerándola como diva, sería equivalente a la Marilyn Monroe de las enfermedades. Me refiero a la tuberculosis, se hizo en un tiempo una campaña a nivel mundial para erradicarla, no se si recuerden. Lo digo para aquellos que les tocó: que cuando se enviaba un correo, de los de antes; ahora no se les pone estampilla, ni papel, ni sobre son virtuales, pero entonces se pagaban las estampillas para que después la Oficina de Correos le diera trámite, pues ahí existió una estampilla opcional, pero casi obligada, ya que si no aceptabas pagarla tu carta seguro se perdía o tardaba más. Pues bien durante muchos años se pagaron las estampillas, al parecer esas campañas son para dar empleo ya nunca se erradica el mal. Era una enfermedad vedette como ya les dije, no entrabas a la escuela sino te ponían la tuberculina y te dejabas irradiar con rayos x el pecho para asegurar que no fueras tuberculoso a clases, certificado médico de no serlo obligado por la burocracia.
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Foto sepomex
Recuerdo que aún de niño, cada vez que mi madre miraba a una persona tullida nos decían: está así porque le dio polio de niño, ya estaban las campañas de vacunación para dicho mal, incluso un presidente de EUA se contagió de ese mal, pero no le dió de niño ya tenía más de treinta años cuando se enfermo. El caso es que no conocí a ningún amigo que le allá dado el mal, sí de algunos que estaban tullidos y decían que fue por eso. Lo último era la condición necesaria para que se hicieran colas para vacunarse, el miedo no anda en burro.
Pero por eso se me ocurre ahora, ¿y por qué no? sí todos los personajes tienen ocurrencias. Que de repente a la organización esa de la salud (OMS), diga que la trumpeta es un mal nuevo que se contagia mirando televisión. Que los apendeja y todo aquel que está pendejo, pos, fue porque en un momento tuvo el mal. Muy a modo para la enfermedad; con tanto pendejo en el mundo y sin duda todos miraron televisión en algún momento de su vida, va a ser un gran negocio cuando inicien la campaña, con listoncito amarillo o fucsia para apoyar a todos los pendejos en tratamiento para que se les quite y si no pues seguirán apendejados pero respaldados. No faltará que digan que los menos pendejos tienen que pasar por una escaneada de masa encefálica para ver si no ya está residiendo la trumpeta en pequeño y de una vez se les extirpe o se le de la quimioterapia. Les pedirán que se hagan una autoevaluación recordando sí no han hecho alguna pendejada. Yendo al extremo no faltará quien se extirpe el cerebro para librarse del mal, porque puede llegar tan alto el calor de engrandecer el peligro del mal que teman morir de él.

En los últimos año al menos los que yo he vivido son del mosquitos las siguientes enfermedades con que la que nos han llevado al baile: el paludismo; una gran campaña multimillonaria para erradicarlo y ahí está,  el dengue, la chikungunya, el zica son las otras.  Todas ellas tienen su historia real y la mitología alrededor. Pero surgen acompañadas de grandes negocios lo que siempre da sospecha.
Para aquellos que les gusten las de miedo les dejo enlaces sobre la gran amenaza de enfermedades.

https://es.wikipedia.org/wiki/Cardiopat%C3%ADa_isqu%C3%A9mica


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