viernes, 22 de septiembre de 2017

El perro y su pensamiento existencial.




El perro de la foto no se si tiene o tuvo nombre, le llamamos por costumbre del grupo Solovino; o sea, nadie lo invitó, caminando por una carretera de Chilpancingo, él nos siguió mientras nosotros pasábamos. Así fue siguiéndonos hasta nuestro destino, en donde nosotros hicimos  un tipo de día de campo, había comida y disfrutamos la charla, con las bromas acostumbradas. Solovino se echó y de vez en cuando nos miraba apesadumbrado, desinteresado, pero al parecer confiado de convivir con tanto animal raro. Yo lo miré confundido, intrigado; por lo general los perros cuando huelen comida se acercan al menos a ver que recogen, él no, tranquilamente se echó y entre pistos nos miraba. Su mirada no se notaba como la de cualquier perro callejero, ésta era más como la de un humano deprimido, desilusionado. Varias teorías surgieron en mi pensamiento; entre ellas, acordándome de la película  “Siempre a tu lado” aquella de Richard Gere donde al perro su amo se murió y no entendía su situación se quedó esperándolo hasta que murió él también. Así pues que después de esta rara experiencia mi pensamiento hacia los perros cambió.

Tener un perro no lo convierte a ninguno en  un  gran protector de los animales ni mucho menos amante de la naturaleza, si algo tienen los perros es que no son animales que se encuentren libres en la naturaleza, es más nunca lo hicieron, al menos no como los conocemos ahora, ellos eran lobos; así es, su especie es Canis Lupus, el perro es la subespecie adaptada por el hombre familiaris la cual contiene infinidad de razas creadas también a capricho del humano y no de la naturaleza.
En lo último que mencioné existe algo terrible, algo que convierte al hombre en un ser perverso, la conversión que el humano hizo de un lobo (ese animal inteligente, gregario autosuficiente, elegante y muchas otras cualidades a las que uno puede acudir)  a un char pei o a un pug no es precisamente algo que lo benefició, por lo tanto fue una cosa maldosa que hizo alguno de nuestros ancestros y que incluso lo siguen haciendo por cuestiones puramente de mercadotecnia por ambición y codicia.
Y sé que habrá quien reclame sobre lo que digo dando mil razones para justificar el que el hombre haya hecho lo que hizo, parte porque se beneficia de la existencia de los perros y la otra  porque se siente adorador de ellos sin importarle el sufrimiento que encierra esta conversión. Pero sí tener esclavos africanos era terrible tener perros no lo es muy diferente. La única diferencia quizás sea de que los perros no lo saben y poco se quejan o su queja no se entiende; muchos dueños tampoco entienden ni papa de lo que sucede con la existencia mental de su perro o la de los demás.
Yo también he tenido perros y los quiero, no me gusta que se maltraten y de ahí surgió este escrito. Porque su salvación y bienestar está en su liberación del hombre.
Así pues que sí le interesa la naturaleza bien puede empezar por no crear perros y meterse a la lucha para que ya no sigan reproduciendo estos fenómenos del lobo. Luche mejor para que al lobo le asignen más lugares naturales. O por salvar del capitalismo salvaje a todas las especies de vida en el planeta; incluyéndonos.

 http://www.iflscience.com/plants-and-animals/pugs-might-look-good-on-instagram-but-its-cruel-to-breed-them-warn-vets/
 

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