Si las cortas en tiritas y
después la sumerges en mantequilla hirviente, lo que obtienes son papas francesas; los gringos, ahora por orgullo, le llaman papas libertad.
Envuelta la papa en papel aluminio y calentada en el horno , después
se corta en cruz y se le agrega mantequilla, se acostumbra acompañarla con un T
bone steak.
Papitas de cáscara roja
hervidas, solitas ricas, acompañan todo.
Tacos de cascaritas de papa
fritas. mmmm…
El asado sin papas, no sería asado.
Un puré de papas acompaña indiscutiblemente
toda buena comida, pero si lo bañas con salsa de carne, seguro es para acompañar
un trozó de corte americano.
Hasta Mafalda le gusta la sopa de papa.
Pero la crema de papa es para
gurmets.
Pollito con papas, ya lo dice
la canción.
Las tortitas de papas,
indiscutible platillo de comida corrida tan popular en la ciudad de México.
Unos huevos para desayunar,
acompañado con papas rayadas.
Y que les parecen esas tortas
de papa con chorizo, caramba, tan acostumbrada, en mis tiempos de adolecente, en las estaciones
de autobuses, una telerota con papas fritas con chorizo, lechuga y si estabas
muy hambriento le ponías un huevo duro con sus chiles en vinagre, que bomba
pero quitaba el hambre, ocasionado por el estrés del largo e incomodo viaje. O
al revés, para aguantarlo.
Quesadillas doradas de papa y
tacos dorados de papa.
No deja de ser antojadizo un
omelet de papa.
Me gustan también fritas en
rodajas.
No me gusta papa en México y
menos en elecciones.
El otro día me dijeron que
qué me traía con el papa, les contesté que por ser de generó masculino yo
prefiero las papas que el papa.
Por ahora es todo lo que les
contaré de papas.
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