No cabe duda que uno deja de aprender y de sorprenderse cuando muere. ¿Sabían que se cumplió un año del terremoto en Fukushima, también del descontrol de la termonuclear?, pues bien, andando en estas noticias fui a parar a un portal que se llama “The Hiroshima Síndrome”.
Ahora resulta que esto del síndrome de Hiroshima lo sufrimos los terrícolas, también dicen que la radiación es como los tamales que hay verdes, rojos y dulces; además de hoja de plátano y de manteca.
Explica el experto, (sí experto, porque en el portal pone todos los membretes que se ha colgado para decir tantas verdades), que la radiación es como todas las sustancias tóxicas, ahora resulta que la radiación es una sustancia, y que como esos venenos la radiación en pequeñas cantidades es buena para los humanos, creo entender que dice que incluso necesaria. Intenta decir que nuestro sistema inmunológico dejaría de funcionar sin radiación.
Además que las
termonucleares son la salvación del mundo en relación al efecto invernadero.
Viviremos en un mundo templado y radioactivo.
Yo le agregaré otra
explicación. Todos conocemos lo mortal que resultaría una estocada de florete en
el corazón, ¡fatal!. Pero si sufres un paró cardiaco bien pueden inyectarte
directamente al corazón adrenalina con una hipodérmica y salvarte la vida, una
estocada al corazón salvadora no fatal.
Ejemplos para
embaucar existen muchos pero que dirá la ciencia al respecto, esperemos.
Ahora me quedó
claro, todos debemos someternos a radiaciones atómicas, sería buena inversión
para los rusos hacer un Spa
en donde estaba Chernobyl, para irnos a
dar baños medicinales de radiación.
A los japoneses les
serviría la idea también para Fukushima, poniendo ahí un
resort,
sería muy saludable para todos los terrícolas que quieran mejorar su sistema
inmunológico, dada la carencia de radiaciones sufrida durante su vida.
Se los dejo para su
consideración y les recuerdo que todo con medida es bueno y no se les ocurra
abusar de las radiaciones porque podrían ponerse obesos, probablemente como
Hulk.
Como me gustaría
que ese señor tuviera razón, dejaríamos de preocuparnos del aumento de la radiación
en la tierra.
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