¿De qué platicamos?

En algún tiempo existía un decir: que de política, religión y deportes no había que discutir.

¿No se si ustedes lo hayan notado?, pero en la actualidad toda conversación termina en alguna de las tres materias.

La televisión, la radio, los periódicos y, ahora, la red están saturados de los tres tabú de discusión.

¿Por qué?

¿Saben ustedes?, bueno mientras contestan les platicaré de otra cosa que no tiene nada que ver con alguna de las tres mencionadas.

Fíjense que en estos días un individuo que se dedica a dirigir películas en Hollywood, se aventó un viajecito de solamente unos once kilómetros, que podría resultar tan largo como el de ir a Marte, para visitar el piso del mundo, no es mucho kilometraje si consideramos que este señor habrá de viajar miles de kilómetros cada año, trabajando en la realización de sus películas, pero este viajecito tendrá más mérito, quizás, que todas sus películas juntas.

El señor James Cameron, que es como se llama, se aventó la puntada de echarse un solito, clavadose al mar, en la parte considerada más profunda, para visitar el meritito fondo del océano.

Desde luego que no lo hizo así nada más con su traje de baño y en pelotas, no, lo realizó dentro de  un dispositivo diseñado con ese único propósito, bueno también con el de tomar algunas vistas de ese lugar, además de rescatar algunas muestras de lo que existe en esas profundidades del mar.

Con anterioridad se había ya hecho un sondeo y encontraron una envoltura de Snicker esperemos que ahora no vayan a encontrar algunas cabezas, como sucede seguido aquí en nuestro hermoso y paradisíaco estado, o vayan a salir con la jalada que el señor bajó por El Chapo para que filmaran el videoclip de su captura.

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