Me gusta el futbol, más
jugarlo que verlo, cada día veo menos futbol profesional, porque me
decepcionan. Los jugadores profesionales, con pocas excepciones, son como
aquellos médicos malos que no curan a sus pacientes pero que sí les esquilman
su dinero. Nada de entrega ni calidad, ni disciplina, ni talento en pocas
palabras de deportistas no tienen nada. A los propietarios de los equipos, el deporte les tiene
sin cuidado, lo que buscan es dinero y todos sus esfuerzos se mueven en ese
sentido, engañando al público ingenuo e ignorante que ha sido inducido como
fanático de algún equipo.
Ahora, se está efectuando la
eliminatoria de la CONCACAF para asistir a los juegos olímpicos de Londres. Son
selecciones nacionales de jóvenes menores de veintitrés años, profesionales
algunos.
Mis respeto para la mayoría de
estos muchachos. Deseo; y les agradeceré que mientras jueguen lo hagan con la entereza
y la calidad que han mostrado los deportistas de todas las selecciones, al menos
las que me ha tocado observar en esta eliminatoria, ¡regresó el futbol! Jóvenes
deportistas que en la cancha se han dedicado a lo que entraron, los partidos se
van rápido porque todos están interesados en el juego y no en otras cuestiones,
gracias por regresar un poco del futbol que ya había desaparecido .A los
cronistas de la televisión se les dificulta decir quien es el mejor jugador del
partido; porque en estos juegos están sobresaliendo los equipos, cada jugador efectúa
el trabajo de su puesto magníficamente, bien por ellos y por el público, ¡no
queremos estrellas, queremos futbol!.
Espero que en la olimpiada se
muestre este futbol; por parte de todos los participantes y regrese algo a los Olímpicos,
que también se han desviado de su mística.
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