Terminé de leer un libro viejo, “¡Barroterán!
de por allá de los 1984, es sobre un accidente que hubo en 1969 en las Minas
de Barroterán ¿Se
acuerdan de los mineros que rescataron en Chile? Bien lo de Chile fue una minucia
comparado con lo que sucedió en esa ocasión aquí en México. El libro trata de
recoger las vivencias de algunos de los protagonistas del lugar, también de
mostrar la cadena de injusticias y vejaciones que sufren los mineros y sus
familiares en estos lugares, donde se extraen los minerales, de los qué algunos
cuantos se hacen millonarios. Realmente a la escritora le faltó entusiasmo,
porque se quedó corta, el material se prestaba para hacer un libro del tamaño
de los miserables de Víctor Hugo. Pero creo que todo esto ya es demasiado
conocido, ahora, por la mayoría de las personas y además sigue sucediendo, no sólo en
México sino que en todas partes incluyendo
a los países del primer mundo. Que no por eso, quedan justificadas las
injusticias y la explotación que suceden en las minas.
Ahora, toco el tema del libro porque me
causó curiosidad algo que dice uno de
los personajes entrevistados por la escritora, Sandra Arenal[1];
pues bien, lo que dijo fue, palabras más palabras menos: que las injusticias a
los mineros y sus familiares existen porque los mineros son cobardes y no
luchan por sus derechos. Sí, que paradoja, ¿como puede alguien tener el valor para
meterse en un hoyo lleno de gas explosivo a una profundidad de cientos de
metros y a la ves acobardarse para reclamar lo que le pertenece por derecho? Suena
raro, contradictorio, pero sucede y no solamente con los mineros sino con
muchos trabajadores de diferentes actividades, que se acobardan para exigir lo
que les pertenece por derecho; y, sin embargo, arriesgan el pellejo para ganar
un miserable salario. Creo entender que le temen más a la incertidumbre que
produce la carencia de un ingreso que a morir ganándolo. Magnífica situación, qué bien han aprovechado
los grandes explotadores.
Delos muertos de Barroteran[2]
solamente queda el monumento.[3]
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