martes, 11 de septiembre de 2012

El túnel del tiempo.



 Cuando tenía quince años, eso sería por ahí del año 1965, fue la primera vez que participé jugando fútbol en un equipo en forma. Con anterioridad solamente las cascaritas. Recuerdo que Nikita me invitó para que un veinte de noviembre jugáramos un  torneo rápido. Entonces, aquí en Chilpancingo se jugaba en un estadio que se había construido para unos juegos deportivos nacionales, fue una gran obra debido a que tenía lo mejor de esa época, en cuanto a campos deportivos: una cancha de fútbol empastada con drenaje para evitar los encharcamiento. Una persona que vivió la inauguración, me platicó que el día que se inauguraron los juegos había caído un torrencial aguacero en la madrugada y que a la hora de iniciar la cancha estaba en condiciones para todos los eventos. Hasta la pista de arcilla para el atletismo. Desgraciadamente estas instalaciones superaban el entendimiento de la gente de una población de escasos miles de habitantes, quienes estaban más preocupados por sus animales y siembras que por hacer deporte, bastante ejercicio hacían arando, pizcando, barbechando, escardando, ordeñando, arreando, etc.
Así que un día llegó un gobernante que le pareció adecuado el lugar para una feria ganadera, la que instaló destruyendo toda la infraestructura deportiva de las pistas y de la cancha, salvándose por ser de concreto  las tribunas, que durante mucho tiempo fue un enorme escusado.
Pues bien, en los despojos de ese lugar fue donde me inicie a jugar fútbol, entre baches, piedras y lodo uno que otro excremento de burro, se efectuaban los partidos, las porterías aún se hacían con vigas de madera de sección cuadrada, recuerdo muy bien como el larguero se vencía en el centro por el peso del material. Existen anécdotas de cómo las piedras metían goles, y como nos causaba gracia cuando llegábamos a la cancha después de llover y veíamos los inmensos charcos con apariencia de laguna donde con piedras hacíamos los clásicos patitos; alguien, no recuerdo quien, sabía donde estaban las piedras que tapaban el drenaje y se metía a los charcos a quitarlas para que hiciera su trabajo el bien diseñado drenaje que aún medio funcionaba, después se colocaban las piedras para tapar el agujero de manera que no fuéramos a meter un pie en ellos, caer sobre las piedras era aceptable, andar raspado no nos tenía preocupados, ni siquiera se hablaba de tétano.
Usábamos balones de cuero que mojados y con lodo era el equivalente a jugar con terrones de tierra, pesados y duros como ellos, nuestros zapatos tenían tacos de cuero  clavados, por lo que antes de cada partido teníamos que usar dos piedras para aplanarlos y evitar que nos pincharan la planta del pie.
Ahora regresaré al presente, porque precisamente hoy fui a jugar un partido de fútbol, caramba no me lo van a creer, en un estadio no tan bueno como el platicado al principio pero la cancha de pasto sintético y pista de tartán de lo más moderno. Nunca estamos conformes, indiscutiblemente esto es mucho mejor que lo de 1965, pero aún así nos quejamos, de que en el pasto sintético atoran los pies, que el balón bota diferente, etc.
Somos quejosos por naturaleza nunca conformes, quizás nos sirva de algo, probablemente tenemos esto por ser remilgosos, pienso que así como ahora con estas instalaciones se mejora algo; también en otras cosas que existen en la actualidad estamos mejores que antes.  Nuestros gobernantes definitivamente no son buenos, hacen obra pero no la suficiente como lo que se roban o reparten, si fuéramos más los inconformes y peleáramos por lo que se debe hacer con los recursos de la nación, probablemente seríamos mejores; más aún, si también somos congruentes con lo que exigimos y respetamos lo logrado.
Me divertí en el partido, perdimos como Costa Rica pero regreso contento de saber que los jóvenes de ahora tienen mejores lugares donde practicar el fútbol, espero que existan más jóvenes para hacerlo, al parecer, a ellos ya son pocos a quienes les interesa el deporte, ahora son cibernéticos, yo jugué con jóvenes de cincuenta años.  Me dio gusto ver que existen jovencitos interesados en el atletismo, como vi a un grupo que practica en la pista. Espero que aumenten los interesados. El atletismo es la esencia del deporte. 

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