martes, 6 de noviembre de 2012

Las calaveras de los caminantes.



Para Ismael.

Sano y  entusiasmado, en su cabina, Ismael se veía
Sentado a través de la radio la mejor música ofrecía
Pero contento,  a su público, también unos libros leía
No se imaginaba que de oyente a la tilica tenía

Estoy del pelón enamorada, era lo que ella decía
Iré por él; y aunque no quiera, a mi casa me lo llevo
Quizás cuando me vea, me dirá que no lo merecía
Pero lo llevaré a fuerzas, aunque me cueste un huevo

Ya que lo tenga maniado, lo gozaré como nuevo
Está un poco destartalado por esos viajes al preinfierno
Ese que está por el norte donde se creen en el cielo
Sin saber que son, a quienes castigará el eterno

Por lo pronto lo disfruto, asiendo con él un nudo,
Después ya satisfecha de comérmelo desnudo,
Lo llevo de esa manera hasta el mismísimo infierno
Para que allá lo disfruten toditos los del averno.

Corrió para cubrirse, ya que sintió un aire  frío
No quiere que le suceda como cuando llegó del norte
Mejor me abrigo, dijo él, y de la enfermedad me río
Pero no era frío del norte lo que le miraba el porte

Era una flaca canija que se lo quería llevar ya
Hasta el mismísimo infierno para enamorarlo allá
Cuando voltio y la miró, Ismael le dijo a la pelona
Caramba creí que era yo por el brillo de las canas
No son canas, soy pelona; eso mero digo yo, ¡cabrona!
Entonces no des pretextos y vamos para la cama
Te emocionaré con mis huesos, antes de que estires la pata
De ahí te llevaré al averno, si no te gusta reclamas
Aunque no quieras tu irte, ante Luzbel que lo acatas
Con el ángel del infierno, ni con música te salvas
La cultura a él, solamente le sirve para castigar candidatos,
Burros, que en México abundan, robando sin recato.


A Pancho Méndez.

Una rola Pancho Méndez, componía de respingo
Una de esas que le gustan, para cantar los domingos
El tiempo lo perseguía, pero a él no le importaba
Ya solamente el requinto, que pondría, le preocupaba.

Por estar tan distraído, ignoraba a una sonriente
Que ya lo estaba mirando, para encajarle el diente
Sin perjuicios caminaba, hasta donde el artista estaba
Su música y artesanías, a la parca, no le importaban.

Ya teniéndola enfrente, Pancho hasta desafinó
Dando cuenta que ese día, la muerte lo encaminó
No quedándole remedio, a la muerte convidó
Para escucharlo cantarle, la rola que le arregló

Pinche Pancho no te lances, crees que pendeja soy
La muerte no se detiene, ni cuando Pavaroti canta
Tu música a mi me encanta, pero tu mueres es hoy
Así es que mejor jálale, ya para el averno, anda

A Satanás le compones, lo que quieras o él te pida
Si quieres más de esta vida, eso ya no tiene remedio
Ni cantando un rosario, me vas a quitar de en medio
En este preciso momento, ya se te acabo la vida.

..



A Horacio adame.


Con recelo se cuidaba, este hombre tan formal
Horacio Adame se llama, un hombre a todo dar
Cantando es un tenor, de vos melodiosa y sonora
Que cuando lo oyen cantar, enamora a las señoras.

Hoy es un domingo ideal, dijo,  para salir andar
Pero antes tendré que hacerme, un chequeo dijo él
Así que se encamino, con el cardiólogo hablar
Sano, con voz de inminencia, lo convenció aquel.

Ninguno tuvo la prudencia, de consultar a la parca
Ya tenía los planes de Horacio, ponerle hoy marca
Hasta aquí tienes la línea, así es que hoy no caminas
No rezongues, ni cantando podrás salir a la esquina.

Sin importarle, esta catrina, Horacio inició a cantar
Mira, mira, que inocente, me quieres tú conquistar
Tu espacio esta reservado, en el mismísimo averno
Donde estarás cantando, al Diablo en un do eterno.

Música del flaco Lara, quien te oirá chamuscado
Sonriendo con otra voces, que cantarán a tu lado
Así que caminando Horacio, tu tiempo ya ha llegado
Ni un segundo atrasemos, este destino indeseado.



Tulio Estrada.

Vivía entretenido: caminante, poeta y cantante
Alegre disfrutaba la vida, este mortal paseante
Tulio Estrada se llama, al que hacemos referencia
Que por descuido, la muerte no vio en presencia

Preparando un mojito, en su casa feliz estaba
Junto con los caminantes, una tertulia iniciaba
Sin preocupación ninguna, Tulio la disfrutaba
Mientras la parca con saña, también lo saboreaba

Muchos años disfrutaste, por eso ahora te llevo
Así le dijo la desdichada, a este gran ingeniero
El estado iluminaste, ahora iluminaras el infierno
Ese será tu castigo, cuando llegues al averno.

Tulio, preocupado implora, llévate una cuadrilla
Déjame a mí en la tierra, para gozarla otro rato
No te me pongas rejejo, que ya te toca… pero chilla
De que mueres eso es cierto, yo solamente lo acato.

Tienes ingenio no hay duda, la solución es ninguna
Morir no es cosa de ciencia, sólo llega a su tiempo
Sabios, tontos, pobres y ricos, sin condición alguna
Tendré que llevarme a todos sin importar el lamento.















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