viernes, 7 de diciembre de 2012

A qué las masas.



Collage de fotos de la red. por Edgar P. Miller.


Ya los psicólogos S. Freud y Gustavo Le Bon, se tomaron la molestia en estudiar a las masas exhaustivamente, posteriormente usando la psicología moderna otros también lo hicieron y el resultado no es muy diferente. Sus estudios se han utilizado para la publicidad y la manipulación de muchedumbres a través de los medios,  También algunos gobernantes conociendo el comportamiento de las multitudes, a través de esos estudios, provocan desmanes infiltrando elementos en ellas para azuzarlas con el fin de culparlas y posteriormente reprenderlas e incluso apresarlas, para  tener control sobre la población disidente atemorizadas de que les suceda lo mismo.
En los sucesos el primero de diciembre del 2012  se podrá tomar la posición que convenga a los intereses particulares de cada quien, pero quienes estamos fuera del mitote, pero no ajenos, también somos masas controladas por los medios, estos nos hacen actuar como animales sin control ante lo sucedido, culpando a quienes los medios digan.
Siendo crítico, podemos deducir que quienes hicieron los desmanes fue una minoría ubicada en las filas de quien usted desee o crea, indistintamente del culpable que los azuzó, aquí en este día lo importante es tener el recuerdo de que las mayorías no quieren a Peña Nieto y salvo los policías no tuvo a nadie a su favor. México está en contra de él, quizás existan algunos ciudadanos que no les importe que sea su gobernante, pero no lo quieren, ya que no salen a defenderlo.
Ahora queramos o no, él gobernará el país durante los siguientes seis años, salvo que el pueblo mexicano tenga un as dentro de la manga parar derrocarlo.
Quisiera pensar bien y considerar que lo que sucedió el primero de diciembre haya servido para mandar un mensaje a Peña e intente gobernar, al menos, modestamente en beneficio de las mayoría, caso contrario tendremos otros terribles seis años y él pasará a la historia como otro espurio, al igual que le sucedió a Calderón.

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