martes, 15 de enero de 2013

Caminantes con Horacio.



foto de Tulio Estrada.


La caminata del domingo tuvo un tinte de inusual, violamos una de las leyes de Newton[1] ya que subimos caminando y no bajamos, o sea lo que subió no bajo, algo falló con la gravedad, no fue del todo cierto ya que la bajada se hizo de manera diferente. Corrigiendo el enunciado, diría: lo que subió caminando no bajó caminado. 
foto Tulio Estrada

Pues bien resulta que este domingo coincidió con el cumpleaños de Horacio, creo que anteriormente se los he presentado, pero si por razones seniles lo omití ahora volveré hacerlo, nuestro amigo Horacio Adame es quien nos deleita con esas inolvidables canciones de su repertorio, que para ser honesto yo ni sabía que existían algunas de ellas, pero además de cantar las sorpresivas melodías; él las ejecuta magistralmente con una voz de tenor magnífica, pues bien creo que eso es suficiente descripción de él; no sea que se enamoren de interfecto y posteriormente quieran que sólo de él escriba. Decía pues que lo festejaríamos y puesto que previamente se había comprometido a invitarnos en su casa de Chilpancingo para almorzar un pozole de camagua, de ahí que ya no llegamos al poblado de amojileca y solamente “subimos a la nube más alta a tirarnos a matar de verdad”, espérate Edgar esa es una canción, nosotros subimos a la cumbre, ya allá en el pequeño bosque de juníperos nos detuvimos para la parada obligada a tomar el tradicional mezcal y practicar los papaquis que le cantaríamos a Horacio, quiero decirles que él no subió, ya que se quedó para los preparativos. Que conchudos somos en Chilpancingo, realmente aquí el festejado es quien agasaja y los que deberían hacer el gasto gorreamos.
Este día también hubo caminantes novel, Leonardo Mendoza, quien subió sin dificulta y al parecer quería subir más; también Emperatriz una magnífica señora que nos convido con una bebida de Servia llamada rakia[2]. Es el destilado de un tipo de ciruela; curiosamente sabe muy similar al mezcal, con ligero sabor de ciruela.
Después terminamos de subir y en la cumbre que es donde cruza la carretera. Ahí esperamos el transporte público para regresar, estando en la espera nos tocó ver la bien organizada carrera del fuego guadalupano, que hace el pueblo, ya no les basta el doce de diciembre ahora quieren más.
Foto Tulio Estrada

Bien, eso es otro asunto, así que tan pronto como hubo en qué, nos retachamos a Chilpancingo; y como digo cáspita ya estábamos en casa de Horacio, quien nos recibió bien pipiris naice en compañía de familiares y amigos, las mesas vestidas de manteles largos; y pues, a ensuciarlos comiendo, fuimos y nos sentamos a engullirnos el centro de fruta que adornaba preciosamente la mesa, las acompañamos con una variedad de los mejores mezcales de Guerrero que el festejado nos convidó y que nosotros después de negarnos cero veces inmediatamente le entramos, comimos y después inició la tertulia donde cantaron todos, empezando con los papapquis, después las mañanitas y posteriormente infinidad de canciones interpretadas por, Pancho Méndez, Horacio y su hermosa hija, también Tulio Estrada hizo de las suyas declamando su poesía a la amistad y cantando las de GutyCardenas, no quedándose atrás Emperatriz que nos convidó unas hermosas melodías también, el almuerzo se prolongó, cerrando el concierto el cuñado de Horacio con melodías Oaxaqueñas. Desde antes fueron retirándose los invitados pero el ambiente siguió hasta que se dio la voz de partida acostumbrada que dice: casa suficientemente visitada; luego todos rompimos la taza y cada quien se fue para su casa..





[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_gravedad
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Rakia

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