El año pasado vivimos un
intenso momento en el cual las fuerzas políticas de México
luchaban por el poder. Terminó toda la fiesta electoral, con un derroche
monetario increíble, y un ganador que hasta hoy sigue en duda.
Pero ahora hablemos del poder ganado.
Pero ahora hablemos del poder ganado.
¿Realmente quienes ganan los
puestos ejecutivos tienen ese poder? La constitución vejada de los Estados Unidos
Mexicanos, especifica en cada uno de
sus artículo las obligaciones de quienes ostentan esos puestos públicos,
también indica las fuerzas con las que podrá auxiliarse para llevar acabo sus
funciones constitucionales.
¿Pero que es lo que vemos?, la
mayoría de los que gozamos de ese sentido; gobernantes pasan y gobernantes
llegan y las obligaciones constitucionales escurren sin ser cumplidas. Un pueblo
al que se le deseduca, uno al que se le enferma, uno al que se le mantienen en
un estado de indefensión al grado que tienen que vivir encerrados viendo
novelas y fútbol de televisa o tvazteca esperando que lleguen los malos a sacarlos de su domicilio para quitarles lo último que
les queda.
El pleito electoral, nos queda
claro que no fue para cumplir con los ninguneados artículos constitucionales,
fue para tener el poder de robarse los recursos naturales de todos los mexicanos.
Quienes tienen el ejecutivo son quienes usufructúan las ganancias de los
recursos naturales con el aval del legislativo y judicial. Todos ellos, incluyendo
sus socios, son quienes terminan millonarios o más ricos con el saqueo.
Estamos viviendo en estos
momentos un fenómeno atípico que se muestra en la sociedad de algunas
comunidades; consiste, en que ellas por su propia voluntad, reacción ocasionada
por la continua amenaza de las bandas delictivas que asolan a todos los
mexicanos pero que en esos lugares han llegado a lo insoportable, y que supongo,
en los otros, estamos esperando estar en esa condición para actuar, están
armándose para luchar en contra del tan mencionado crimen organizado. La reacción
de los gobernantes a este fenómeno es irrisoria, ya que están anunciando llevar
beneficios sociales a esas comunidades, ¿qué acaso creen que los delincuentes
que los arruinan son de ahí?, no se la prolonguen inútiles gobernantes encubridores,
esos que delinquen ahí, no lo hacen porque no tengan trabajo o porque fueron
despedidos, son profesionales del crimen.
Podríamos pensar que los
ciudadanos hacen lo correcto, desde el derecho constitucional al parecer lo
medio permite, sin embargo creo entender que solamente dentro de la propiedad
del ciudadano. Ahora avancemos hacia los demás sectores abandonados por las
autoridades, se imaginan a estos ciudadanos una vez que logren vencer a los
delincuentes, ¿seguirán después con sus propias acciones combatiendo por sus
demás derechos humanos?, ¿en que terminaremos: en un país dividido en pequeños feudos
luchando armados cada cual por tener a lo que tienen derecho por haber nacido?
La verdad notable es que con
el cambio de gobierno cambiaron los modos pero las cosas siguen igual, la
tendencia es tener molesta a la población, pero también distraída y ocupada concentrada
en el peligro que la amenaza: Que el peligro del dengue, que ya brotó otra
epizootia de aves, que se acerca el aerolito, que aumenta el narcomenudeo;
altamente peligroso para sus hijos, que el cobro de piso, que las extorsiones. Para
aquellos a los que no aplica lo anterior: disfrutando tonterías en la televisión:
que si los perritos asesinos, que si la cantante fue asesinada, que ya se
divorcia aquel o este astro o que si el chicharito mete gol; en fin, los
gobernantes desgobiernan porque desgobernando se benefician, al final de
cuentas cuando los recursos del país se agoten bien pueden irse a vivir a donde
deseen con todo el dinero saqueado. Pregúntese ¿donde están los ex? Verán que
todo ellos y su familias tienen intereses en otros países, por allá tienen
mansiones, acciones y chamba, solamente regresan a México
para respaldar a sus compinches, que seguirán saqueando, mientras exista qué.
Resultó ahora con este
movimiento armado, de ciudadanos preocupados, que al gobierno federal también
le inquietan los plantíos de enervantes en la sierra del estado de Guerrero,
fíjense que se trae a este estado una parte de las fuerzas militares que desplegaron en Chiapas cuando el movimiento guerrillero Zapatista, obviamente
entrenadas para contrarrestar la guerrilla y no para localizar y destruir
plantíos de matas prohibidas, curiosamente, ahora que al parecer en el mundo
esto de las drogas esta por finiquitarse, principalmente la marihuana que
también es uno de los cultivos preferidos aquí, después de la amapola tan remuneradora en España como cultivo permitido. No puede ser más claro que la
intensión es aquella de mantener en sitio a los armados, no vaya ser el demonio,
que aprovechando la situación, estos ciudadanos inconformes no nada más detengan
a los delincuentes que asolan a su pueblo en sitio; sino que también quieran
irse contra aquellos delincuentes que los arruinan gobernando, pues bien,
esperemos que el ejército actué en forma para mantener la “soberanía nacional”.
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