sábado, 8 de septiembre de 2018

Como comer.

 
Foto de #Edgarpmiller

Estamos en una situación donde el miedo disminuyó a un nivel tal, como aquel de saber que vas a morir, pero que igual sigues tu vida  ignorando que existe la muerte, ya que no la controlas, por eso miras la inseguridad como una enfermedad rara y mortal pero que aún no tienes.
En razonamientos como el anterior estaba el otro día cuando me habló por teléfono un gran amigo, al que estimo bastante, para platicarme una situación técnica con respecto a una confrontación intelectual con personal de un hospital institucional.
Tal parece que los argumentos acostumbrados por estas personas que laboran ahí no funcionaron con alguien que piensa y está preparado para investigar y resolver un problema.
La cantaleta de que es irreversible, incurable y mortal no fue suficiente para mi querido amigo, sobretodo cuando él inmediatamente, dada la preparación que tiene para negociar, se dio cuenta que el diagnóstico era débil y precipitado.
Resulta pues que por razones que no interesan llegó al consultorio de un médico quien le pinchó un dedo y al mirar la cantidad de glucosa inmediatamente le diagnostico diabetes y le rezó la cantaleta que ya mencioné.
¿Cómo es eso sí yo me siento bien?— dijo — tal vez hizo mal la lectura.
A lo cual le pinchó otro dedo y ¡cáspita! la lectura fue menor.
 A caray ya me estoy curando y usted dijo que era incurable.
Por lo cual el especialista usó la otra mano del paciente y le pinchó otra vez, sorprendido el facultativo,  porque la lectura de glucosa fue menor aún, le dio receta al paciente y lo mandó a su casa para regresar en un mes. Todo este asunto duró aproximadamente cuatro meses y resulta que en este momento mi querido amigo ya tiene sus niveles normales sin estar usando medicina alguna. Salvo la del primer mes que tomó por ruegos familiares que sólo logró; ¿o fue el siguiente pinchazo?, disminuir un poco la lectura.
Pues bien la intención de la llamada que me hizo fue sobre lo que él convino hacer para estar en condiciones que no sólo lo curaron de la amenaza médica sino que su calidad de vida sigue en boga.
¿Qué hizo?, sería la pregunta de miles de enfermos verdaderos y otros miles de aquellos diagnosticados al aventón y mal.
Pues bien lo que hizo fue una dieta que quién la descubrió le llama dieta imitando al ayuno.

Pero dejemos todo eso ahora y síganme en el comentario.
Me habló para que al igual que él estudiara dicha dieta y tomara mi posición científica al respecto, me mandó algunas referencias de donde obtuvo él la información.

¿Que es el ayuno?
La definición de la RAE que aplica es la siguiente:
1. intr. Abstenerse total o parcialmente de comer o beber.

Pues, ahora, les diré la parte lógica del asunto, cualquiera de ustedes, espero, ha notado que lo primero que realiza un animal cuando se enferma es dejar de comer; o sea , ayuna. Y por medio del ayuno y el reposo sana; desde luego que existen males incurables, sonó necio repetirlo pero por si acaso..
Bueno, les dije que esa era la parte lógica, habrá muchos que están en contra, ¿pero está científicamente probada esa posición en contra; y desde luego a favor?

Los que se enriquecen con la comida dirán que es una tontería, por otro lado las religiones que incluyen el ayuno en sus ritos dirán que es purificante. Pero vámonos por la parte científica y de preferencia con mirada crítica para llegar a la mejor posición. Será muy difícil porque los intereses económicos son perversos, pero haremos todo lo posible por mostrarles una posición lo más científica posible.
Pero son únicamente conjeturas, la verdadera ciencia está en entender como es que se relaciona la gordura con la diabetes 2 y como es que se engorda, ¿por qué las dietas recomendadas por los doctores; incluso en algunos de ellos obesos, no funcionan?., ¿Cómo funciona el metabolismo; o funcionaba, de los diagnosticados con diabetes 2?

La ciencia ya estudió la insulina y por lo tal se sabe como funciona el metabolismo de la insulina relacionado con la alimentación y su estudio es contundente en mostrar donde están fallando las dietas y porque la dieta que mencioné puede ser propia para tratar a los enfermos.(12).
Para no hacer molesta la explicación lo diré sencillamente, cuando se comen carbohidratos (cereales, azúcar, frutas, verduras entre otros) en el intestino se convierten en glucosa que es el alimento de las células pero sólo algunas pueden usar la glucosa tal cual, otras necesitan de un proceso donde la insulina es preponderante. Para que la glucosa entre en las células usan como llave a la insulina. debería ser como en los autos una vez lleno el tanque para que meter más combustible, pero desde luego que la glucosa que sobra se convierte en grasa corporal, ¿cómo? deberíamos saberlo para poder afirmar que es el exceso de glucosa lo que forma la grasa. Por lo pronto se sabe que la glucosa se convierte en glucógeno y parte se almacena en el hígado y los músculos.
La conversión de grasa a partir de la glucosa es algo que los mercaderes de alimento prefieren que no se sepa, los carbohidratos, principalmente la azucar y harinas es la base de su riqueza.
Pues bien es el ácido pirúvico quien da la respuesta a la conversión de glucosa en grasa corporal. La ciencia dice que es la glucólisis la encargada de convertir la glucosa en grasa corporal. A través de un proceso por demás complicado y que créanme es verdadero y no tiene caso que los enfade explicándoles; yo que tengo algunos conocimientos de química poco entiendo, pero pueden ver el vídeo en la liga o ir al pdf .2(4)
En resumen:
  1. Usted come,
  2. Dentro de las dos primeras horas se produce glucosa y esta va a donde se necesite.
  3. La que sobre se guarda: parte como glucógeno en el hígado y músculos
y la demás en su tejido adiposos.
  1. Cuando no hay glucosa que consumir pero trabajo orgánico sí, entonces el cuerpo utiliza primero el glucógeno y después se va con la grasa adiposa.
¿Quien engorda?, desde luego quienes crían animales de engorda les contestarán sin tapujos.
Los que se la pasan comiendo todo el día principalmente cereales. Pero los humanos tenemos más de donde escoger y quienes venden comida se han ideado la manera de tenerlos comiendo mucho, así que hacen los cereales ricos y las bebidas también agregándoles dulce, esto de diferentes manera que aumenta la cantidad de carbohidratos que se ingieren y mantienen al cuerpo todo el día produciendo glucosa, ya que no le dan reposo para suspender la producción.
Para terminar el análisis diré como podría calcularse la dieta y como comerla.
La primera incógnita sería G, que representaría la cantidad de glucosa que el cuerpo requiere para sus funciones del día.
La segunda A, sería la cantidad de glucosa que produciría la dieta que usted ingiera. Si usted quiere mantenerse como está, G debería ser igual a A.
Si usted decide bajar de peso y sabe que tiene exceso de grasa, entonces A debería ser menor a G. Pero eso no lo decide todo, ya que recuerden que el cuerpo solo dedica dos horas para sacarle la glucosa a lo que come y entonces es esta cantidad de glucosa la que interesa para A. de esta manera usted tiene un as en la manga para bajar de peso: extender los periodos de comida, no ingerir nada que produzca glucosa o  ésta entre comida; el tiempo entre estas prolongarlo lo más que se pueda.
¿Cómo hacer eso? ese es otro tiro que me voy a echar después; luego se los comento.
Por lo pronto dejen de beber bebidas endulzadas. Esas luego, luego saturan las necesidades de glucosa del cuerpo.
Enseguida les dejo algunas ligas para aquellos que quieran seguir el estudio.




i (1) Fung, un médico canadiense y nefrólogo (especialista de riñón) es lo más cercano medicina moderna para llegar a ser un mago. Junto con su compañero el médico canadiense Dr. Jay Wortman (se puede leer sobre ambos en foodmed.net), Fung está transformando el marco de la pérdida de peso y tratamiento de la diabetes en Canadá e internacionalmente. Está itambién interrumpiendo ruidosamente la "sabiduría" médica y dietética convencionales. ”.
La magia de Fung consiste en la alimentación como medicina. Ha documentado su provocativa receta para la pérdida de peso en un nuevo libro innovador, "The Obesity Code, Unlocking The Secrets of Weight Loss "(El Código obesidad, desvelando los secretos de la pérdida de peso). Es una fascinante lectura obligada si se quiere perder peso, están interesados en la salud óptima, o si simplemente se quiere saber qué hay realmente detrás de las epidemias globales de las llamadas "enfermedades no-communicables” (NCDs).
La s siglas NCD es un torpe término de la profesión médica para las tasas crecientes de obesidad, diabetes, enfermedades del corazón, cáncer, e incluso, más recientemente, la demencia. La incidencia de la demencia está aumentando tan rápidamente en todo el planeta que los médicos la llaman "diabetes tipo 3" debido a sus documentados vínculos con la dieta.
Dr. Jason Fung
Per volviendo aː "Fung y cómo te puede hacer obeso"
Dice todo lo que hay que hacer es "recetar prednisona". La prednisona es una versión sintética del cortisol, la "hormona del estrés" que se produce naturalmente en el organismo como parte de una clase de hormonas esteroides conocidas como glucocorticoides. Es la que corre a través del torrente sanguíneo y hace latir el corazón con fuerza ante una amenaza, en las situaciones llamadas “flight or flight” . .
La "prednisona" se usa para tratar enfermedades como el cáncer, el asma, la artritis reumatoide y la enfermedad inflamatoria intestinal. Fung explica cómo y por qué la prednisona trata la enfermedad, pero al mismo tiempo hace engordar, tal como hace la hormona insulina. La insulina es la hormona que genera el páncreas como respuesta a la ingesta de carbohidratos en los alimentos.
"No es una coincidencia", escribe Fung, "que tanto la insulina como el cortisol jueguen un papel clave en el metabolismo de los hidratos de carbono."
Una estimulación prolongada de cortisol aumenta los niveles de glucosa y consecuentemente de insulina. Este aumento de la insulina juega "un papel substancial en el consecuente aumento de peso." Y ahí lo tienen, en pocas palabras - la insulina generada en el cuerpo es la llave que abre el secreto tanto del aumento de peso como de la pérdida de peso. En efecto, entonces, y al igual que muchas enfermedades actuales, La clave está en los alimentos que se comen Esto conduce a niveles de glucosa elevados y posterior liberación de la hormona insulina, dice.
En su libro, Fung propone una teoría sobre la epidemia de la obesidad que es al mismo tiempoː tanto controvertida como rigurosamente científica. No solo va contra la "sabiduría" médica y dietética convencional sino que pasa por encima de ella y de la inestable ciencia en la que se basa.
Los médicos y dietistas convencionales siguen afirmando que todo lo que se debe hacer para perder peso es comer menos y hacer más ejercicio. Fung se une a un creciente coro de voces científicas que dicen que la obesidad no viene de la glotonería ni de la pereza. No prescribe para resolverlo, ni pastillas, ni pociones, ni dietas de hambre, ni cirugía bariátrica invasiva (cortando partes del estómago o del intestino) o incluso el ejercicio regular,
Fung no está diciendo que el ejercicio no sea importante. Simplemente dice que no es "esa tan gran herramienta para la pérdida de peso", por razones que quedan muy claras (como el cristal) en su libro. .
La ciencia es todo lo que hace falta para demostrar que la obesidad es realmente hormonal, teniendo como consecuencia la "resistencia a la insulina" (incapacidad para tolerar los hidratos de carbono), dice. Sólo se requiere voluntad para verlo.
La misión de Jason Fung en "The Obesity Code", recorre un largo camino para expiar cualquier residuo de culpa que pueda sentir por haber permanecido en el dogma médico ortodoxo durante tanto tiempo. Pasó 20 años en la medicina tratando pacientes obesos y diabéticos, según los protocolos médicos convencionales, antes de darse cuenta de que no les ayudaba Siguieron enfermos y mayoritariamente obesos. En el mejor de los casos, les ayudó a controlar los síntomas,
En el prólogo del libro, el Dr. Tim Noakes, profesor emérito de la Universidad de Ciudad del Cabo y científico de renombre mundial, dice que es porque Fung practicó la medicina ", tal como se le había enseñado a hacer: mediante el tratamiento de forma reactiva de los síntomas de las enfermedades complejas sin antes tratar de comprender o corregir sus causas".
Poco a poco Fung se dio cuenta, dice Noakes, de que para tener una deferencia con sus pacientes debería reconocer una "amarga verdad": que la venerada profesión médica a la que pertenece "a veces no está interesada en abordar las causas de la enfermedad", dice Noakes. En cambio, "pierde mucho tiempo y gran parte de sus recursos intentando tratar los síntomas."
Fung no tiene ningún problema en reconocer la verdad, por amarga que sea. Se dedicó a buscar alternativas al tratamiento médico convencional para la obesidad y la diabetes. Lo que encontró le causó un schockː buena ciencia libremente disponible y que apunta a pasos simples, seguras que conducen a la pérdida de peso y que puede revertir todos los síntomas de la diabetes completamente durante el camino.
En su introducción, Fung explica lo que le llevó a realizar el cambio dramático en sus métodos de tratamiento: el "peculiar" arte de la medicina.
"Permite a los tratamientos médicos establecerse aun cuando realmente no funcionen", dice. Mediante una "pura inercia" (“sheer inertia”) estos tratamientos "consiguen transmitirse de una generación de médicos a otra y sobrevivir durante un tiempo sorprendentemente largo, a pesar de su falta de eficacia"
La amigdalectomía rutinaria es un ejemplo; el tratamiento de la obesidad es “desafortunadamente otro”, dice.
‘ Está claro que la restricción de calorías para la pérdida de peso ha fallado miserablemente'
A pesar de sus dos décadas en medicina, Fung reconoce que su conocimiento sobre nutrición era “rudimentario en el mejor de los casos”.

Es por ello que al igual que muchos de sus colegas, Fung compró al modelo de obesidad CICO (calorías-in, calorías-out). Pero había algo que siempre le molestó: si el CICO era realmente correcto, la medicación que él prescribía a los diabéticos (la insulina) no debería estar causando ese aumento de peso implacable y peligroso.
Al igual que los profesionales de la salud y pacientes por igual, Fung sabía que la causa fundamental de la diabetes tipo 2 yacía en el aumento de peso. Él sabía también que ha habido muy pocos casos de pacientes altamente motivados (con perdida de peso de un nivel significativo), cuya diabetes no haya revertido completamente.
Vió claramente, que bajo cualquier medición objetiva, la reducción de calorías para la pérdida de peso "ha fracasado estrepitosamente", sin embargo, sigue siendo el tratamiento de elección "defendido vigorosamente por las autoridades nutricionales".
Para detener este monstruo médico y dietético convencional en su via, se dedicó a armarse con el conocimiento de las causas de la obesidad. Una de sus grandes armas - a parte de una mente abierta y adaptativa - es la ciencia. No hay que esperar ningún estudio con animales en apoyo a sus teorías. La respuesta, dice, está enː "La parábola de las Vacas”:
Contesta una pregunta que siempre le molestó: Por qué hay doctores obesos??
Dos vacas hablaban sobre las últimas investigaciones sobre la nutrición, hechas en leones. Una vaca le dice a la otra: “Has oído eso, que nos hemos equivocado los últimos 200 años? Las últimas investigaciones demuestran que comer hierba es malo para ti y comer carne es bueno." Así que las dos vacas empezaron a comer carne. Poco después, ambas enfermaron y murieron.

Un año más tarde, dos leones discutieron acerca de las últimas investigaciones sobre la nutrición hecha en las vacas, que demostraban que el comer carne mata y comer hierba no. Los dos leones empezaron comer hierba y murieron.

La moraleja? No somos ratones, ratas, chimpancés o monos araña, dice Fung. Somos seres humanos y sólo debemos tener en cuenta los estudios con humanos.
En su libro da la línea de tiempo de la epidemia de la obesidad, la contribución de la historia familiar y cómo puede arrojar luz sobre las causas subyacentes. Arrasa con el CICO, con las directrices dietéticas actuales y las deficiencias en la comprensión actual de la obesidad.
A lo largo del libro contesta una pregunta que siempre le molestó: Por qué hay doctores obesos?
Los médicos son "una autoridad aceptada en la fisiología humana", por lo que deberían ser verdaderos expertos en las causas y el tratamiento de la obesidad. La mayoría de los médicos son trabajadores duros y auto-disciplinados, dice Fung. En realidad, nadie quiere ser obeso, y los médicos, en particular, deberían tener "tanto el conocimiento como la dedicación para ser delgados y saludables. .
Así que por qué hay doctores obesos?
La razón más probable es que los consejos convencionales de los médicos a los pacientes son "sencillamente erróneos", dice Fung. Un modelo más plausible es la teoría hormonal de la obesidad.
Fung explica el papel central de la insulina en la regulación del peso corporal, y el papel de vital importancia que tiene la "resistencia a la insulina". Asimismo, explora lo que está mal en la dieta y directrices dietéticas actuales, en particular, el papel de las grasas, las proteínas y los carbohidratos en el aumento de peso.
Ofrece pautas para la duración del tratamiento de la obesidad mediante la corrección del desequilibrio hormonal de la insulina alta en sangre. Fung es un gran fan del ayuno intermitente, lo explica con fascinante detalle en su libro.
Entre sus muchos puntos fuertes, este libro es de fácil lectura, la luz y las empresas sustanciales apunte siempre aligerado con humor. La risa es después de todoes "la mejor medicina", y un promotor de comprensión y aceptación. Fung hace que la información y los conceptos científicos y médicos complejos sean accesibles tanto a los médicos como a los laicos.
La investigadora británica sobre la obesidad Dra. Zoe Harcombe, autora de The Obesity Epidemic, con razón dice el libro de Fung "original, brillante y cambiador del juego". Principalmente trata de la obesidad pero en última instancia es un regalo para ambos tipos de pacientes, obesos y diabéticos : con una rápida reversión natural y segura, de sus condiciones de vida.

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