lunes, 25 de marzo de 2013

Economía y educación.

Pintura de Massimo Pulini


Vivimos en un mundo curioso, que ha ido cambiando desde una intención de ilustración, que partió de un conocimiento primitivo de las cosas hasta uno enciclopédico; o si no les gusta el término aquel, diremos que a uno de erudición. En la antigüedad con los tan mencionados sabios griegos, chinos y demás se intentaba que las personas conocieran su entorno de tal manera que fueran capaces de vivir en armonía, alimentados y sanos.
La riqueza la hacían los gobernantes conquistando a otros pueblos, lo que significaba que les robaban lo que tenían; o sea, la economía de los pueblos era cuestión de dominio del más  fuerte sobre el débil, si al frágil le iba bien podría salvar su vida; o no terminar siendo esclavos, pagando tributo.
Lo anterior fue el pasado primitivo que conocemos o nos han hecho creer durante toda nuestra vida a través de la educación escolar. Ahora las cosas tienen algo de eso pero la economía se volvió una ciencia al servicio de los grandes consorcios globales, el interés prioritario de educación para ellos es preparar individuos capaces de inventar, administrar y construir lo que al resto de la población les venderán y no les importará si eso tenga alguna utilidad en la vida del consumidor o propicie un plus en su miserable condición de ser humano.
Los empleados, preparados de manera  docta,  buscaran en las costumbres de la población, intereses comunes sobre bienes y servicios, de manera que partiendo de ese conocimiento podrán hacérselos y presentárselos de la manera más interesante, para que los compren sin discusión. Quitarles el dinero a través de lo que les venden, será el objetivo, sin importar que eso no le produzca o reditué el mínimo de beneficio a la población, con lo que pueda ser una mejor persona. Incluso buscaran en otras sociedades la manera para inculcarles el uso de esa basura mercantil.
A diferencia de antes, donde la mayoría de los esclavos eran aquellos miserables que se tenían que moler físicamente en trabajos donde el esfuerzo del cuerpo era fatal; ahora, los esclavos son personas inteligentes, preparadas en las mejores universidades y con experiencia calificada en su especialidad, Que tienen que trabajar jornadas estresantes para lograr la innovación que gane el mercado de la corporación que le pagará un increíble sueldo pero que ésta ganará millones de veces más con ese resultado. Estos trabajadores, algunos prosperarán y con suerte llegarán a viejos, los otros morirán de los males modernos: infartos, diabetes y canceres; o se suicidarán al ser despedidos por no cumplir eficientemente o por que la empresa se liquido al cambiar su capital para fabricar alguna otra basura; en el peor de los casos, saldrá,  porque contratarán a otro que cobra menos y hace más.
Ese es nuestro mundo actual: educar para ser mejor, no está en los planes de los que manejan el mundo, todo se hace por más activos. 

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