Según las leyes mexicanas y establecido en el código civil,
las personas desaparecidas no son legalmente muertas hasta pasado seis
años.
Así pues no entiendo la prisa de algunas personas con
respecto a los 43.
Hace mucho tiempo existía en México un manicomio llamado La
Castañeda. No se como fue que le pusieron ese nombre, pero curiosamente en
inglés a los locos les dicen nut; que significa nuez y los castaños son
los árboles que dan las nueces aquellas que también les dicen castañas. No se
si sea coincidencia o la causa.
Lo anterior fue para el siguiente comentario: Al parecer apareció el criminal
que desapareció a los 43, ya declaró que están muertos. Pues quien más lo
puede afirmar sino aquel que lo hizo; o un loco.
Bueno quien lo
dijo es un advenedizo que siempre quiere sacar provecho de los tiempos
de crisis; un tal Castañeda. Con su nombre queda patente la credulidad de lo
que dice.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/2_241213.pdf
http://www.pueblo-guerrero.com/?p=13186
Si fuiste a votar por la opción que tú considerabas
correcta, por la razón que fuere, de todos modos quienes gobernarán harán lo
que les manda su patrón ( llámele al patrón como quiera: su interés personal,
los gobernantes de otro país, los dueños de las empresas globalista, o el Papa,
o todos.) Después dirán que lo hicieron respaldados por el pueblo que los
eligió.
Si usted no votó igualmente por la razón que fuere, las
cosas serán igual que como dije en el párrafo anterior; y entonces dirán, que
sí a usted no le parecen las acciones de ellos entonce
s usted tiene la culpa porque no votó.
Así pues como verán, “De todos modos Juan te llamas” de una u otra forma esa es
la apestosa democracia con la que nos joderán.
Claro está que durante todo el tiempo que no haya elecciones, estos tipos
carismáticos nos mostrarán un circo de tres pistas para que nos traguemos
la validez de la susodicha democracia.
La historia tiene documentada que así ha sido al menos en los últimos dos mil
años en el mundo; cuando el jodido se choca entonces se inicia una guerra
sangrienta, y conste que hasta ahora inevitable. Sigue borrón y cuenta nueva
con los sobrevivientes, ese es el tipo de especie que somos. ¿seguiremos siendo
así?
Se
equivocó la manada.
Se equivocó la manada.
Se equivocaba.
Por ir a protestar, fue a votar.
Creyó que el sufragio la salvaba.
Se equivocaba.
Creyó que la elección era paz;
que el candidato el mañana.
Se equivocaba.
Que la democracia orden;
que el INE la verdad.
Se equivocaba.
Que su voto el progreso;
que su elección la solución.
Se equivocaba.
(El candidato dormirá en el oro que te quita.
Tú, probablemente en una cripta.)
Edgar P. MIller.
Junio del 2015
Poema adaptado desde:
Se equivocó la paloma
de (Rafael Alberti).
A mis trece lustros de vida, me doy cuenta que soy un
sobreviviente excepcional.
Desde el día del nacimiento ya estaba muerto; o casi: morado
enredado en mi ombligo, tuvieron que cortarlo con anticipación para ver si me
salvaba, el riesgo era poder perder el cerebro, tal vez pasó, de ahí lo demente
que soy.
Haber superado enfermedades temibles como el sarampión, la
varicela y las paperas ya es decir algo.
El no haber contraído las temibles enfermedades que azotaban
cuando era niño: la viruela, la polio, la tuberculosis; posteriormente
otras como el paludismo, la tifoidea; ya mayor a pesar de que nunca usé condón
sobrevivir a la sífilis y al sida, muestra todos los peligro que sorteé.
No puedo negar que en varias ocasiones tuve diarreas y catarros; y una que otra
vez me cogió la gripe, incluso dos veces estuve grave con enfermedades de las
vías respiratorias altas, una que amenazó a las meninges.
Durante las contingencias de cólera y la gripe porcina la pase de lo más sano y
feliz, sobreviví a dos mortales sismos uno que destruyó medio
Chilpancingo en 1957 y otro que destruyó media ciudad de México en 1985. Pues
bien que más puedo pedir, ya nada, a esta edad morir es lo más probable, más
ahora con tanta amenaza alrededor, ya que salvo la viruela todas las demás
enfermedades siguen existiendo y a esas podríamos agregarle el cáncer y las nuevas
como el dengue y el chikungunya, ya no decir las de moda como los infartos y la
diabetes.
En ciudades atestadas de autos estar vivo como peatón es un verdadero milagro,
yo sobreviví a tres atropellamientos.
En México, con todos sus males en estos lustros de los que hablo también
tuvimos una paz relativa, me tocó la masacre de los sesenta en
Chilpancingo y en México la del sesenta y ocho en Tlatelolco y en los setenta
en Donceles. Salvé los años de las desapariciones forzadas y he vivido la cadena
de secuestros que se hicieron famosos a partir del de Figueroa.
Desgraciadamente he visto desfilar los ataúdes de amigos y parientes, pero la
maldición del que vive mucho es precisamente ver morir a los que ama.
El trece es un número cabalístico que a quienes les afecta la superstición
espanta, a mi me gusta jugar con esas fantasías porque dan tema para escribir
historia, y que mejor le queda a la historia de mi vida el trece; en este
año que pinta para ser de mal augurio, y que no se los deseo, pero ver
los crímenes de todos los días, nos muestra que todo se mueve por
ríos de sangre.
Este fin de semana que pasó, asesinaron al hijo de un amigo, me duele tanto,
que no soportaría mirar su dolor, por eso no he ido a verlo. ¿De que le
serviría mi presencia?, si fuera mi caso nada ni nadie me haría sentir mejor.
Lo peor de todo es que él no es el único aquí que está sufriendo este infierno;
sino que son muchos los padres a los que les pasa todos los días.
Gracias a la tecnología de redes me doy cuenta que aún con todo los defectos
que tenemos siempre existe algo de nosotros que motiva para que aunque sea en
el no deseado cumpleaños nos digan cosas que nos levantan el ánimo. Gracias a
todos por recordarme que aún vivo.
-Escojan de esta canasta el mango que quieran.
-Todos están agusanados.
-Esta bien, entonces escojan gusanos.
Aclaración: cualquier semejanza con el proceso electoral es pura coincidencia.
Para aquellos que les gusta observar los simbolismos en lo que sucede en el
mundo. En relación al calentamiento global, pueden ver las fotos de los efectos
del tornado que azotó la Ciudad Acuña, pequeña comunidad de Coahuila
justo en la frontera con Estados Unidos, éstas son bastantes simbólicas a las
causas del calentamiento global y se podrían apreciar como una respuesta del
mundo a los humanos, donde el planeta les dice: sigan usando su auto para
dañarme con las emisiones y ahí, sobre sus casas les arrojaré el
vehículo.