Anoche, por ahí de
las dos de la madrugada, frente a mi casa aquí en el centro de Ciudad Bravos,
regresó la violencia. Ni la policía federal, ni el plan de seguridad tan
mencionado y promocionado, pudo evitar los hechos sangrientos suscitados justo
enfrente de mi domicilio. Ahora, no fue un empaquetado desconocido a quien
ejecutaron, si no que a alguien más conocido y familiar.
No tenía ni un
instante que me había metido a la cama. Como acostumbro me puse mis audífonos
del ipod que me obsequió uno de mis hijos, para escuchar la música que me
gusta, en eso estaba; está vez oyendo música de blues, precisamente en ese
momento: they call it stormy Monday; con Eric Clapton, cuando entre la penumbra
sentí el movimiento nervioso de mi esposa junto a la ventana. No queriéndome
perder ni un minuto de la melodía no puse mucha atención y sencillamente
continué disfrutando la rola, siguieron otras melodías hasta que después me di
cuenta que mi mujer regresó a la cama. Algo adormilado ya, decidí dejar los
audífonos y me dormí.
Al día siguiente me
enteré, que la agitación de mi esposa fue por qué un grupo de vándalos atrapó al
novio de Gárgola y entre los tres los zarandearon como trapo viejo hasta
dejarlo muerto, el pobre por su sobrepeso no logró escaparse de estos criminales,
que sin miedo ni respeto a nadie cometen sus crímenes de manera impune y cotidiana,
pobre gordo; quien habría de imaginar que un gato tan pacífico, con un parecido
increíble a Garfiel, habría de terminar
destrozado en las mandíbulas de tres canes criminales. Tuve mucho sentimiento,
me dolió su pérdida, pero en estas épocas de guerra contra el crimen, aquí en
México, se ven las peores atrocidades. Mis dos perros no pudieron hacer nada
debido a que no han aprendido abrir el portón, por lo que no les quedó más
remedio, cómo a mí, que consolar a la gárgola, mi gatita negra, le diré
afromexicana, para que no se moleste. El cuerpo del gordo no lo hemos encontrado
por lo que suponemos que después aparecerá, en alguna de las calles principales,
desmembrado; con un narcomensaje.
Oh my gossssssshhhhh, thought you were talking about and actual 'who' not a 'what'....bad boy...bad boy....you got me!
ResponderEliminarI intent to do the best.
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